La que se considera como una de las principales herramientas de castigo a los mandatarios que no cumplen con sus promesas de campaña, la revocatoria, hasta el momento no ha tenido éxito en el país. ¿Lo tendrá en el caso del alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa?
Han sido, de acuerdo con cifras de la Registraduría Nacional del Estado Civil, más de 80 los intentos de ciudadanos por evitar que sus mandatarios locales terminen el periodo para el que fueron elegidos, apoyados en la figura creada por la Constitución de 1991 y reglamentada por la Ley 134 de 1994. De ellos, 37 han llegado a las urnas y todos han fallado.
A pesar de ello, ayer dos comités hicieron oficial la solicitud de revocatoria del alcalde Peñalosa, en la Registraduría Distrital. Se trata de Unidos Revocamos a Peñalosa y Revoquemos a Peñalosa.
Los grupos los integran ciudadanos y miembros de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quienes en su mayoría han considerado que se debe revocar al alcalde capitalino por la venta de la ETB y el proyecto para la urbanización en la reserva Thomas Van der Hammen, entre otros.
Después de radicar las peticiones, el paso siguiente es que en aproximadamente 15 días la Registraduría Distrital emita los formatos para la recolección de firmas.
Según los promotores, se espera recoger 271 mil 818 firmas en toda la capital del país y una vez cumplido con este paso, en un término de 6 meses se entregarán los respectivos formatos para verificación.
De ser válidas esas firmas la Registraduría Distrital dará a conocer en 40 días un comunicado avalando o no la revocatoria de Peñalosa, llamando así a la ciudadanía a votaciones, ejercicio que se estima sería en octubre o diciembre de 2017.
Sergio Fernández, uno de los líderes del movimiento Unidos revoquemos a Peñalosa dijo que la decisión de buscar que se revoque el mandato del actual alcalde de Bogotá fue tomada tras argumentar que durante el primer año de mandato la ciudad ha retrocedido en su sistema de salud, movilidad y políticas ambientales.
“Bogotá necesitó de 12 meses para reducir en un 40% los recursos para la salud, pasando de 22 hospitales, a cuatro centros de atención”, dijo Fernández.
Indicó que “la privatización de la empresa de energía, de la empresa de teléfonos, además de la deforestación de la reserva Van der Hammen, son algunas de esas medidas irreversibles que buscamos detener”.
En ese mismo sentido el vocero del movimiento aseguró que “hay una serie de hechos terribles para la ciudad que hacen que nosotros consideremos que esta revocatoria se haga de manera inmediata”.
Fernández, además indicó que aunque su comité no es ‘petrista’, sí hay simpatizantes de todos los partidos políticos que han mostrado su descontento con la administración de Peñalosa en la ciudad.
“Quienes conocen mi trayectoria política saben que hice oposición a Gustavo Petro y no se trata de eso, en ‘Unidos revoquemos a Peñalosa’ hemos tenido gente de todos los partidos y gente sin partido en su mayoría que no quiere que esta administración siga adelante”, señaló.
Sostuvo que “lo que sería peor para la ciudad sería que se lleven a cabo estos actos irreversibles. Este es un grupo tan amplio de todos los sindicatos públicos del Distrito y muchos a nivel nacional, que lo que hemos dicho es que nos unifica a todos en cosas que no estamos de acuerdo como la administración del patrimonio público y el sistema de salud del Distrito”.
También dijo Fernández que a finales de este 2017 podría ser destituido el Alcalde, siempre y cuando se cumpla todo el proceso de recolección de firmas y de convocatoria de la revocatoria.
“Si los tiempos corren y esto se lleva a cabo en el menor tiempo posible, en el mejor de los casos a mediados de diciembre de 2017 se estaría dando esta situación” precisó.
Agregó que “el proceso requiere que recojamos más de 300 mil firmas en tres meses que no cuentan a partir de hoy, sino cuando la Registraduría nos entregue el formato, y si recolectamos las firmas necesitaríamos convocar al proceso de revocatoria y que más de un millón de personas voten para tomar esa decisión”.
Por su parte el secretario de Seguridad del Distrito, Daniel Mejía, afirmó que la mejor forma de desvirtuar una posible revocatoria del alcalde Peñalosa es con resultados tangibles por parte de la administración local.
Agregó en diálogo con RCN que “nosotros hoy estamos concentrados en mostrar resultados y por eso estamos trabajando en equipo y con el liderazgo del Alcalde en temas como movilidad, espacio público, salud, educación, entre otros”.
Indicó, no obstante, que “para mostrar resultados hay que adelantar las inversiones que en otros gobiernos quedaron rezagadas, pero el reto es trabajar por mejorar la vida de los bogotanos, independientemente de estos procesos (como la revocatoria) que se realicen”.
Peñalosa fue elegido con 906.058 votos, por lo que deberán presentar en julio, mínimo, 271.818 firmas para revocarlo. Si la Registraduría se las valida, la ciudadanía será convocada a unas elecciones en las que deberá votar Sí o No por la revocatoria del Alcalde.
De acuerdo con la Registraduría, los habitantes de un determinado municipio o de un departamento pueden pedir que sus alcaldes o gobernadores sean retirados de sus cargos cuando exista insatisfacción general de la ciudadanía o se presente incumplimiento del Programa de Gobierno.
La solicitud de revocatoria de mandato procederá siempre y cuando haya transcurrido no menos de un año, contado a partir del momento de la posesión del respectivo mandatario.
El largo camino a recorrer, empezando por la recolección de las firmas y la validación y si se llega a superar ese obstáculo, luego tendrá que sortear el de las urnas, por lo que parece poco probable que Peñalosa sea revocado.
En el más reciente intento en la capital del país, además que fue fallida la propuesta del representante a la Cámara por Bogotá, Miguel Gómez para revocar al exalcalde Gustavo Petro, hizo que el mandatario estuviera en campaña en gran parte de su administración y en perjuicio del desarrollo de la ciudad.
En otra intentona de revocatoria en Bogotá se dio en 1999, en el primer mandato del actual alcalde Peñalosa. Resulta que uno de los principales coequiperos de la campaña para la alcaldía en ese entonces fue el artista Bruno Díaz, quien a los pocos meses de ocupar una curul en el Concejo de Bogotá, inició la campaña de revocatoria. Para esa época se requerían 507.000 firmas, pero solo alcanzaron a recolectar 412.154, es decir que el proceso quedó anudado.