Costa Rica: entre lo conservador y la centro-izquierda | El Nuevo Siglo
Lunes, 7 de Febrero de 2022

TRAS ocho años de gobierno socialdemócrata y progresista, los costarricenses acudieron masivamente a las urnas el domingo para dar su mayoritario aval a dos opciones completamente diferentes y con rostros tan conocidos como respetables: la centro-izquierda con el expresidente José María Figueres y la conservadora con el exministro Rodrigo Chaves.

El primero, candidato del Partido de Liberación Nacional (PLN) y, el segundo, Partido Progreso Social Democrático, obtuvieron el 27% y el 16.7%, lo que les dio su tiquete al balotaje presidencial que tendrá lugar este 3 de abril. Sorprendió tanto el rival del expresidente ya que las encuestas daban como favorita a la centroderechista Lineth Saborío, quien quedó en el cuarto lugar, como la alta participación electoral que superó el 60%, casi el doble de la registrada cuatro años atrás.

Y aunque Figueres (67 años) por su partido se rotula como de centro izquierda, es un político de arraigada ideología conservadora, al igual que su próximo rival, el economista Chaves (60) quien fungió como ministro de Hacienda en el gobierno saliente.

Quien venza, asumirá un país estable democráticamente, pero aquejado por una severa crisis financiera y social.

Líder en el ránking global de felicidad 2018-2020 en América Latina y en activismo ambiental, la pandemia aumentó el desempleo (14,4% en 2021), la pobreza (23% en 2021) y una deuda pública equivalente al 70% del PIB, situación que encendió alarmas de organismos multilaterales.

También afectó duramente al turismo, uno de sus principales motores económicos.

Figueres celebró su triunfo con un discurso en el que ha abogado por el "rescate" y la "transformación" del país centroamericano. Entre los retos pendientes, ha aludido a la lucha contra el desempleo y la pobreza, así como a la defensa de los derechos de las mujeres.

Asimismo, ha descrito la afluencia a las urnas como "un enorme triunfo" de la democracia. Votar en Costa Rica es técnicamente obligatorio, pero no hacerlo no está penalizado, por lo que Figueres ha enfatizado que los datos demuestran que "ni la pandemia fue capaz de doblegar el espíritu cívico" de los costarricenses, según el diario 'La Nación'.

"Tengo la convicción de que nos vamos a levantar de esta crisis y marcharemos juntos hacia nuestro futuro", dijo Figueres, tras conocer los resultados. Él gobernó entre 1994-1998 y es hijo del emblemático exmandatario José Figueres Ferrer, quien abolió el Ejército en 1948.

"Vamos a una segunda ronda y pido dejar atrás el conflicto y la confrontación estéril (...) Don José María [Figueres], le ruego una campaña de altura, propositiva y de ideas", comentó Chaves por su parte, durante su propia celebración.

Ambas figuras se han mostrado abiertas a alianzas con los que perdieron.

En esta contienda también se eligieron los 57 diputados del Congreso. Los cálculos hacen prever un Parlamento altamente fragmentado. 

"Quien asuma el gobierno va a tener conflictividad social porque hay que emprender cambios que implican grandes negociaciones con la Asamblea Legislativa", consideró la politóloga Gina Sibaja.

"Los temas macroeconómicos y de corrupción que Chaves posiciona en su discurso, van a ser de discusión con Figueres, que también ha hecho exposición de un plan presuntamente robusto por parte del Partido Liberación Nacional", dijo Alejandro Molina, analista del Observatorio de Política Nacional de la Universidad de Costa Rica (OPNA).

El actual mandatario de Costa Rica, Carlos Alvarado, no podía presentarse a la reelección y su formación, el Partido de Acción Ciudadana (PAC) ha sido uno de los grandes derrotados. Su candidato, Welmer Ramos, quedó por debajo del 1%, en novena posición, según el Tribunal Electoral.

La debacle del PAC es completa porque se quedó por  fuera de la Asamblea Legislativa, donde se consolidó el partido de Figueres. En total, cinco partidos han obtenido representación parlamentaria en estos comicios.

 

Cuestionamientos

Estas votaciones se caracterizaron por el desánimo de la población en medio de los problemas económicos que golpean al país y acusaciones de corrupción,

En los últimos 13 años, dos expresidentes enfrentaron juicios por corrupción (uno fue condenado) y en 2021 estallaron dos casos de irregularidades millonarias en obra pública, con ministros involucrados.

Tras un bipartidismo que se impuso durante el siglo XX, el joven Partido Acción Ciudadana (PAC) logró gobernar por ocho años. Pero no cubrió las expectativas y el presidente saliente, Carlos Alvarado, termina su gestión sin dejar capital político.

Su partido no logró escaños y el candidato del PAC solo consiguió el 0,66% de los votos. 

En tanto, Figueres fue investigado por una asesoría de 900.000 dólares que realizó a la firma francesa Alcaltel, empresa que admitió sobornar a funcionarios en Costa Rica para ganar una licitación.

El expresidente se encontraba fuera del país cuando saltó el escándalo y no volvió a enfrentar a la justicia en el 2004 cuando fue llamado. Volvió a Costa Rica en el 2011, cuando la causa prescribió.

Figueres ha admitido que fue un error no haber enfrentado a la justicia.

"Figueres tendrá que hacerle frente a los señalamientos que ha hecho Chaves a lo largo de esta primera ronda, relacionados a su primer gobierno del 94 al 98", como el cierre de un banco estatal, consideró el analista Molina.

 

"Un retroceso"

La politóloga Sibaja cree que un triunfo de Chaves significaría un retroceso para el país.

El economista fue investigado por presunto acoso sexual acontecido entre 2008 y 2013, durante su larga trayectoria en el Banco Mundial.

Aunque la entidad reconoció que no lo sancionó adecuadamente, posteriormente un tribunal administrativo del BM halló que sus conductas calzan como acoso sexual y que el departamento de recursos humanos del banco falló con un mal pronunciamiento.

"Una presidencia de Chaves sería como bajar el piso que teníamos fragilizado, sobre todo en materia de igualdad de género y en reducción de desigualdades", explicó Sibaja.

"Es una persona que no logra reconocer la importancia de este tipo de situaciones y la necesidad urgente que tenemos de cambiar esta cultura política", sostuvo.

 

¿Quiénes son?

Figueres y Chaves, como reseñamos, son rostros conocidos para los ‘ticos’ y muy experimentados en el plano internacional y académico.

Del primero, ya ya cuelga del Salón de expresidentes. Pero aquella imagen dista del José María Figueres que hoy, con menos cabello y sin bigotes aunque sin perder la sonrisa, se metió a la pelea para dirigir nuevamente el país, 24 años después.

"Sonrío porque estoy en una etapa con una vida familiar consolidada, con una esposa increíble y con mi primer nieto, Pepe, que me dice 'Fafa [abuelo], va ganando la competencia!'", cuenta a la el ingeniero de 67 años, sentado en la sala de su casa, en San José.

'Pepe' adivinó. Su abuelo fue el más votado y dará la pelea por la contienda final.

El exmandatario (1994-1998) es ingeniero de la academia militar estadounidense West Point y tiene una maestría en Administración Pública en la Universidad de Harvard.

"El apellido Figueres significa grandes pasiones. Para muchas personas es muy querido, para otras no tanto", dijo el candidato del Partido Liberación Nacional. 

En su anterior gestión promovió la inversión en tecnología y el ecoturismo. Esta vez su discurso se ha concentrado en reducir el desempleo (14,4% en el 2021) y la pobreza (23%), y la protección del medioambiente, con la abolición de la explotación de hidrocarburos.

Por su parte Chaves, de Progreso Social Democrático, es un economista outsider y aunque se presenta como una cara nueva en la política, no lo es por su exitoso paso por el ministerio de Hacienda (poco más de medio año) del que salió por marcados desencuentros con el presidente Alvarado.

"Al que no le guste el calor, que se salga de la cocina", ha dicho este doctor en Economía, graduado de Harvard y la Universidad Estatal de Ohio, sobre la posibilidad de asumir un país con una deuda de 70% de su PIB, la cuarta más alta de Latinoamérica. 

"Va a haber mucha presión, pero tengo los atestados, experiencia y valentía", expresó este sexagenario, que casi la mitad de su vida ha prestado servicio al Banco Mundial.

"Costa Rica está en una situación mala, pero no es un país malo (...) Podemos ser el Singapur de Centroamérica en ingreso per cápita, el Estonia en eficiencia del Estado, el Finlandia en educación pública", consideró.