Este sábado, Francisco Barbosa cumplirá un año ejerciendo como fiscal general de la Nación.
Hace poco más de un mes, el propio funcionario señaló que la Fiscalía culminó 2020 “con una impresionante cifra de 706.427 audiencias realizadas, es decir, un promedio de 1.900 audiencias diarias; se han solicitado 42.401 medidas de aseguramiento, se han asegurado 42.857 condenas y se han afectado 9.222 estructuras criminales”, considerando que las cifras y los resultados de 2020, “año atípico con pandemia, son excepcionales”.
Precisamente para Mario Iguarán, uno de sus antecesores (fue fiscal entre el 1 de agosto de 2005 y el 1 de agosto de 2009), “muy a pesar de las limitaciones de desplazamiento y de todo lo que ha significado la pandemia, la Fiscalía muestra unas estadísticas excelentes”.
Iguarán le dijo a EL NUEVO SIGLO que Barbosa “se ha desplazado a las regiones, a las distintas seccionales” donde ha impulsado “y ha fortalecido las seccionales” para “que den unos positivos que han sido muy importantes”.
Efectivamente, con poco más de un mes en el cargo, “el covid-19 irrumpió en nuestras vidas. Aun así, la entidad no bajó la guardia, se mantuvo en pie y se puso en marcha una estrategia que permitió cumplir con nuestra misionalidad en un modo virtual y presencial”.
Sin embargo, Alfonso Valdivieso, otro predecesor (ejerció el cargo del 1 de agosto de 1994 al 1 de agosto de 1997), anotó en diálogo con este Diario que “esa gestión la inició con un protagonismo desmedido, con cierta arrogancia que”, consideró, “a través del conocimiento de la entidad y del conocimiento de la complejidad de las funciones que cumple se ha venido diluyendo”.
En los meses en que ha ejercido el cargo, aseveró Barbosa, “la Fiscalía le ha cumplido al país logrando mayores tasas de esclarecimiento en seguridad urbana y rural, rompiendo estructuras criminales y atacando la corrupción. Estos tres objetivos se han atado a una persecución de los bienes de los delincuentes a través de la figura de extinción de dominio”.
“En cuanto a la extinción de dominio, la Fiscalía ha logrado la inédita cifra de $12 billones en bienes incautados. El narcotráfico y el microtráfico han sido golpeados al incautarse 325 toneladas de estupefacientes”, expuso el actual fiscal.
Eficiencia
Por su parte, Guillermo Mendoza (jefe de la entidad entre el 1 de agosto de 2009 y el 11 de enero de 2011) le expresó a este Medio que “uno ha visto que se han venido desarrollando unos programas, precisamente para acelerar los procesos. Eso no es muy visible porque son casos comunes y corrientes, pero en realidad sí ha habido una actividad importante para impulsarlos. Ha habido también interés por hacer como que más eficientes los diferentes grupos de trabajo que tiene la Fiscalía.
Claro, todo funcionario siempre genera en algunas ocasiones factores de crítica porque de pronto no hace las cosas que determinadas personas en concreto quieren que se hagan”.
En opinión del exfiscal Mendoza, Barbosa “está dedicado a la Fiscalía, está completamente compenetrado con la función que le corresponde. Se les ha exigido a los fiscales, a los coordinadores de unidades, a los jefes de las diferentes oficinas especializadas que tiene la Fiscalía”.
Mendoza señaló que “es muy importante el interés que se le ha prestado a perseguir a las bandas criminales y ha habido resultados, claro está que eso se hace en conjunto con la Policía, con el Ejército, pero el papel de la Fiscalía ha sido determinante para efectos de las investigaciones correspondientes”.
El fiscal Barbosa lo que ha indicado al respecto es que se han priorizado “los casos en los territorios con mayor incidencia criminal. Por ello, nuestra acción investigativa se ha incrementado en zonas fronterizas entre los departamentos donde se concentran algunos casos de criminalidad”.
Resultados
“Esta visión permite dar resultados concretos cuando se analiza la criminalidad con el lente de las dinámicas propias de las regiones, tanto humanas, geográficas”, ejemplo de lo cual, apuntó, “son los resultados en el bajo Cauca antioqueño, el sur de Córdoba y Bolívar, la frontera entre Sucre y Córdoba en Montes de María. También en el Catatumbo, la acción de la justicia frente a las rutas del narcotráfico entre el nudo de Paramillo y la serranía de San Lucas, así como la alta incidencia criminal en el complejo sistema de valles y cordilleras que enlaza criminalidad en el Valle del Cauca, Cauca y Nariño”.
“Con estos ejes y estas estrategias”, expresó Barbosa, “hemos logrado llegar al 63,37% de esclarecimiento en la muerte de líderes sociales, superando el 52% con el cual recibí la Fiscalía. Del mismo modo, el feminicidio tiene hoy una tasa de esclarecimiento del 94 % cuando lo recibimos en el 74%. También en los homicidios colectivos hemos logrado el 68,47% de esclarecimiento”.
Ayer mismo, en la isla de Salahonda (municipio de Francisco Pizarro, Nariño), donde la Fuerza Pública avanza en las labores de erradicación de cultivos ilícitos, el fiscal Barbosa anunció la puesta en marca de la estrategia Argenta con la que se busca reforzar el combate a la criminalidad mediante la afectación del patrimonio ilícito de estas organizaciones. Argenta, explicó, irá acompañada de actividades investigativas con fines de extinción de dominio, acciones focalizadas para develar operaciones de lavado de activos y poner en evidencia las maniobras utilizadas por la ilegalidad para ocultar los dineros producto de su actuar.
El Fiscal aprovechó para destacar las bondades de la extradición como mecanismo de cooperación internacional, que ha permitido avanzar en la lucha trasnacional de fenómenos criminales como el narcotráfico.
Según el alto funcionario, en los últimos 12 meses han sido ubicadas 171 personas pedidas en extradición (138 en 2020 y 33 en lo corrido de 2021). En este periodo se han realizado 134 entregas formales a los países requirentes, luego de cumplirse los términos e instancias diplomáticas y legales (122 entregas en 2020 y 12 en 2021).
Desde su llegada al cargo, el fiscal Barbosa ha firmado 205 órdenes de captura con fines de extradición.
Desde el punto de vista de Mendoza, “lo que sí puede tener algún reparo, no dependería propiamente del fiscal, como tal, sino del procedimiento mismo acusatorio que, como hemos visto desde mucho tiempo atrás, ha tenido muchas dificultades para su aplicación completa”.
“Otra cosa que también permite cuestionar a la Fiscalía es por qué el cuerpo investigativo no produce todo lo que la ciudadanía espera que produzca, pero es que eso se debe principalmente a la escasez de funcionarios de investigación”, manifestó Mendoza.