Una reforma a la política contra los estupefacientes por parte de Estados Unidos, ordenó ayer el presidente Donald Trump al firmar dos órdenes ejecutivas. La primera de ellas implica una estrategia de mano dura contra los carteles del narcotráfico sin importar el lugar del mundo desde donde operan; en tanto que un segundo decreto crea un grupo del más alto nivel para desarrollar nuevas políticas contra la inmigración ilegal, el narcotráfico y los crímenes violentos.
Estas nuevas órdenes ejecutivas de Trump tendrían implicaciones en las relaciones que han mantenido Estados Unidos y Colombia en las últimas décadas en materia de lucha contra el narcotráfico, en las cuales ha prevalecido la cooperación.
El país del norte ha aportado recursos e inteligencia para combatir en los años 90 los poderosos carteles de Medellín y Cali, y en la última década contra el creciente microtráfico y los cultivos ilícitos.
No obstante, el gobierno de Barack Obama vio con preocupación el inusitado crecimiento en los últimos tres años de las hectáreas cultivadas con coca, al pasar de 40 mil a cerca de las 200 mil, las cuales se concentran especialmente en los departamentos de Nariño, Cauca y Putumayo.
En ese sentido está pendiente la reunión del nuevo gobierno de Estados Unidos con la administración Santos para conversar entre otros temas sobre la lucha antidrogas, en donde es previsible que Trump presione ajustes a lo que trabajaron los dos países en la era Obama, que como colofón dejó el compromiso de apoyar económicamente el giro del Plan Colombia, con un enfoque militarista, al Plan Paz Colombia, dirigido a respaldar las grandes inversiones que requiere el posconflicto tras la firma del acuerdo con las Farc.
Las relaciones de Colombia con Estados Unidos en la era de Obama se desnarcotizaron al dejar de ser la lucha contra el narcotráfico el centro de las conversaciones, dándole cabida a otros asuntos como derechos humanos y medio ambiente.
La reunión de Colombia con Estados Unidos para tratar el tema del narcotráfico empezó a abrirse paso ayer con la juramentación que hizo el presidente Trump al nuevo fiscal general Jeff Sessions.
Precisamente en esta posesión el presidente Trump firmó tres órdenes ejecutivas, dos de las cuales tienen que ver con endurecer la mano contra el narcotráfico.
Las medidas
La primera de las órdenes ejecutivas firmadas por Trump pide "al Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional que tomen todas las acciones necesarias y legales para romper la estructura de los carteles criminales que se han extendido por todo el país y que están destruyendo la sangre de nuestros jóvenes".
Sin embargo el presidente Trump explicó que la medida va dirigida también contra "las organizaciones criminales trasnacionales".
En una segunda orden ejecutiva Trump conformó un grupo de trabajo del más alto nivel para desarrollar políticas para combatir los crímenes violentos.
Con ese propósito el polémico Mandatario estadounidense ordenó al Departamento de Justicia y al Departamento de Seguridad Nacional iniciar las acciones necesarias para atacar la infraestructura de los grupos del crimen organizado “que se han extendido por nuestra nación y están destruyendo a nuestra juventud”.
Esta orden ejecutiva señala al respecto que “estos grupos son conductores de crimen, corrupción, violencia y miseria. En particular el tráfico de drogas de estos carteles ha disparado el abuso de drogas y la violencia relacionada con ello. Así mismo el tráfico de personas amenaza con crear una crisis humanitaria. Es necesario una aproximación decidida y conjunta para desmantelar estos sindicatos del crimen y restituir la seguridad de los estadounidenses".
Este decreto presidencial tiene que ver también con el narcotráfico, si se considera que las organizaciones dedicadas a esta actividad son parte del crimen organizado en los Estados Unidos.
Trump dijo del fiscal Sessions que es un hombre de integridad, principios y determinación total, y “es lo que necesitamos ahora mismo”.
Añadió que “Estados Unidos enfrenta muchos retos. Enfrentamos la amenaza de un creciente crimen y de terrorismo letal, algo que está empeorando, pero todo va a mejorar muy pronto, va a mejorar bastante. Estos peligrosos tiempos requieren un Procurador General con determinación, que es lo que es Jeff”.
En tanto que el Fiscal se comprometió a la lucha contra el crimen trasnacional y la amenaza del terrorismo doméstico. “Espero con ansiedad asegurar que cada onza de fuerza que tengo y que la gente del Departamento de Justicia se enfocará en preservar y proteger la Constitución y la seguridad de este país. Defenderemos las leyes de este país, y defenderemos las órdenes legítimas del presidente con vigor y determinación”, dijo el nuevo Fiscal.