Reforma política, sin consenso de partidos | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Juan Sebastián Cuellar
Jueves, 16 de Febrero de 2017
Redacción Política

Aun no  hay consenso entre los partidos para el trámite de la reforma política propuesta por el Gobierno para implementar los acuerdos del Teatro Colón con las Farc, según lo que dijeron varios de los asistentes a un encuentro que sobre ese tema se realizó en la Casa de Nariño.

Tras la reunión, los voceros de las bancadas acordaron crear unas mesas de trabajo a partir del lunes para llegar a acuerdos.

El presidente del Directorio Nacional Conservador, Hernán Andrade, dijo que “a mí me gustan los cinco años” de ampliación del periodo presidencial; “eso lo planteamos en alguna oportunidad, pero cuando se fue a revisar la Carta Política, para correr el periodo presidencial se necesita modificar alrededor de 30 o 40 artículos porque toda la Constitución está montada por el periodo de cuatro años”.

El copresidente del Partido Social de Unidad Nacional (La U), Armando Benedetti, dijo que la eliminación de la Vicepresidencia hubiese sido mejor plantearla a partir de agosto de 2014 y se mostró pesimista sobre la propuesta de la lista cerrada para las elecciones.

Benedetti sostuvo que debemos ser conscientes de que reforma política debe ser para conexión entre elector y elegido, y recordó que algunas de esas las “planteé en el pasado: voto obligatorio y financiación 100 por ciento estatal de campañas”.

El senador Benedetti se mostró en contra del voto desde los 16 años, pero dijo que la obligatoriedad del sufragio se podría complementar con sanciones cuando la abstención llegue a más del 45 por ciento.

“Yo veo que aquí hay buenas ideas, pero digámonos la verdad: el caso de hacer listas cerradas o modificar la circunscripción nacional no creo que los colegas míos lo vayan a aceptar a pesar de que a mí me gusta”, señaló, anotando que “no lo aceptarán porque si usted tiene un sastre que le hace los vestidos a su medida, usted no va a cambiar el sastre para que dentro de cuatro años le cambie las medidas y obviamente el vestido”.

Por su parte, la senadora Claudia López, de la Alianza Verde, dijo que hay un problema de forma en la propuesta del Gobierno de implementar una reforma política, consistente en que “hace mal el Gobierno en soltar ideas, en especular, cuando hay unas mesas de partidos donde se deben acordar las políticas. Si uno tiene una mesa de expertos y de concertación, lo primero que se hace es escucharla y hacer las propuestas y no al contrario”.

Para López, eliminar la figura del vicepresidente no beneficia en nada: “Lo que ocurre es que están engalletados con Germán Vargas Lleras y quieren arreglar la figura”.

En cuanto al uribismo, el senador Alfredo Rangel, del Centro Democrático, dijo que “el fast track, la figura con la que se pretende aprobar la reforma política, ha convertido al Congreso en una notaría porque tiene dos sellos: uno de ingreso de los proyectos y otro para su aprobación”.

“Ese mecanismo”, según Rangel, “no es la vía más apropiada para aprobar una reforma política que deberá someterse a debate en el Congreso” y señaló que “sería autoritario aprobarla por esta vía”.

El senador Germán Varón, de Cambio Radical, opinó que la reforma política no tiene viabilidad y no debería presentarse en este momento.

“Al margen de que se acabe o no la figura del vicepresidente, no es serio presentarla en este momento cuando estamos enredados” con la Jurisdicción Especial de Paz. “Eso no es serio”, insistió, para agregar que “hay que hacer las cosas con planeación. La semana entrante ya se están reuniendo los alcaldes inconformes por las decisiones que ha tomado el Ministerio de Minas por el impuesto de la sobretasa a la gasolina. Por esto, no es el momento”.

El senador de La U Roy Barreras, señaló que “estas propuestas están dentro de un contexto. En La Habana acordamos ampliar la democracia y por supuesto hay que dar respuesta a la indignación de los ciudadanos en el mundo, que usualmente se orienta contra la política, y contra todos los partidos políticos y terminan en movimientos populistas autocráticos que destruyen las instituciones. Hay que responder con reformas de fondo. No es gritando y tirando piedra, sino por ejemplo presentando reformas como esta: la listas cerrada, la financiación estatal de las campañas, la eliminación de las redes clientelistas son la respuesta correcta para eliminar la corrupción”.