Manipulación electoral | El Nuevo Siglo
Sábado, 17 de Febrero de 2018

Confiemos en que no todo este perdido. Si hay aun cuando sea una luz en medio de las tinieblas, la oscuridad no es absoluta.

Fernando Soto Aparicio

En los años ochenta, mi paisano pensador y escritor de Socha, tierra de libertad, Fernando Soto Aparicio, decía en una nota publicada en la revista “Gato Encerrado: “He encontrado pocas personas que tengan, como yo, una Fe tan grande en Colombia, y un amor tan decidido por ella “.

La nota la tituló Pan y circo o miedo y circo, y se hace actual en estos momentos de esta campaña electoral, en lo que solo afloran los intereses individuales, económicos y comerciales, impulsados por una horda de odios y venganzas llenas de morbosas pasiones.

Decía el escritor sochano, “no podemos, como colombianos, como personas, sentarnos a la vera del camino y ver tranquilamente lo que va pasando”. Entonces me uno a su llamado para parar la hemorragia de la violencia. A desarmar los corazones y a calmar los ánimos. Y no llevar a nuestra patria nuevamente por los senderos de la violencia y la muerte. El país ya no aguanta más la irresponsabilidad de sus dirigentes incluidos los financieros, que con su dinero apoyan a los incendiarios y amigos de la guerra.

Es imposible que no podamos resolver en pleno siglo XXI las diferencias, si es que las hay, que verdaderamente veo muy escasas. Tenemos es odios viscerales que trascienden a los corazones de los colombianos, a través de los medios de comunicación.

Este es un llamado a gente sensata, ecuánime y racional para que desarmen los espíritus. Señores expresidentes Uribe, Pastrana, Gaviria y Samper, busquen refugio como Betancur, en las mieles de la poesía y no contribuyan a avivar el fuego de las pasiones, que nos pueden llevar a asesinar nuestra libertad.

Tomo estas oportunas palabras del senador Hernán Andrade pronunciadas en su homenaje en la ciudad de Neiva: ¨El verdadero líder, creo, debe tener el valor de reconocer aquellos casos en los cuales debe llevar la contraria a lo que parece ser la tendencia mayoritaria, cuando quiera que todos los elementos, cuidadosamente analizados, indiquen que esa decisión es la mejor para el país, para la región que representa, y para sus gentes¨.

Los jóvenes tenemos derecho a vivir en paz, sin asomos de terror y sin miedo a disfrutar nuestros paisajes. Permítannos estudiar y criar a nuestros hijos, sin la zozobra de la violencia.

Compatriotas, asumamos con responsabilidad este debate electoral y rechacemos a los violentos, a los que nos ofrecen pan pero con veneno, a los que nos alejan de la concordia y la convivencia, a los que quieren que empuñemos armas en vez de plumas para escribir, y colegas periodistas no sirvamos de idiotas útiles, a los que quieren difundir falsas y tendenciosas noticias para acabar con su emulo político. No más encuestas falsas, no más pan y circo.

Como en el colegio cuando recorríamos las calles de nuestro terruño, empuñemos con fuerza esa antorcha de libertad, paz y convivencia, con rostros de felicidad y no rostros de miedo y terror.

lorenarubianof@gmail.com