"Petro, perseguido político" | El Nuevo Siglo
Martes, 13 de Febrero de 2018

Son muchos los aspectos a tener en cuenta, para tratar de encontrar una explicación al primer lugar de Petro en las encuestas.

Entre otras, el efecto contrario de las críticas de sus opositores, o efecto "bumerang".

Se dice que "búmeran o bumerán (del inglés boomerang) es un arma que tras ser lanzada, si no impacta en el objetivo, regresa a su punto de origen..."
Sus opositores dicen que Petro es  el "eslabón perdido de los diálogos de La Habana y de los acuerdos entre las Farc y Santos", pero aun así sigue primero en las encuestas.

Otros lo relacionan con el castro chavismo y han llegado a decir que de ganar las elecciones, Colombia sería otra Venezuela, realidad que no se le desea a nadie y sin embargo, sigue de primero en las encuestas.
A propósito, el mismo Petro con su respuesta sobre este tema hizo que el efecto bumerang se  evidenciara aún más contra quienes lo atacan, al manifestar que el modelo venezolano es un fracaso y que más bien quienes tanto lo critican son los que en Colombia están haciendo lo mismo, pues realmente no solo Pastrana creó el Código Minero  sino que  Uribe y Santos impulsaron un modelo con el carbón y el petróleo igual al venezolano; y de paso "mataron la economía del café, nuestra agricultura de alimentos, nuestra balbuceante industria se vino a menos y así no se puede construir un país con equidad social."
Ese fue el contra ataque de Petro. Manifestó también que iba a reajustar el Predial, le llovieron críticas, y aun así continua de primero en las encuestas.
¿Qué pasa entonces?
Entre más mal hablen de él, más se crece. 
Decía el exministro Guillermo Perry que "la campaña agresiva que están practicando algunos partidos y candidatos de derecha lo único que está consiguiendo es consolidar los candidatos del centro y de la izquierda."
Y muchos creemos que está en lo cierto. A cambio de denigrar de los otros candidatos les ha faltado presentar el suyo con todas sus ventajas y con una propuesta que convenza.
Crearle pánico al electorado si pierden las elecciones es muestra de debilidad y miedo. Otro comentarista dice algo muy cierto: "La forma en la que fue sacado de la Alcaldía también lo posicionó como un “perseguido político”, lo cual resulta un factor atractivo para algunos electores". Y es ahí donde está el detalle.
De las encuestas se cree que solo reflejan el voto de opinión y que aún queda por verse el accionar de las maquinarias políticas, las cuales seguramente tendrán mucho que ver en el resultado final de las presidenciales en Colombia, pero Gustavo Petro, por ahora en esa franja de opinión es el primero.
Unos atribuyen su éxito a haber incluido en su discurso el  tema anticorrupción, aunque los demás candidatos hablen de lo mismo.
O al discurso ambientalista, o a su afinidad con los jóvenes que no solamente se identifican con sus planteamientos supuestamente renovadores y de cambio, sino también porque es un candidato distinto a los del establecimiento. 
Su principal electorado está en los estratos 1 y 2 de Bogotá y la Costa, donde se concentra el mayor potencial de votantes, lo único es que no tiene maquinaria, salvo que después de la primera vuelta se le acerque el liberalismo, la U y otros movimientos que aún no se han decidido.
Amanecerá y veremos.
Lo cierto es que el efecto bumerang al descalificar a Petro es un hecho que los contrarios deben evaluar ahora que están a tiempo. No vaya y gane y los temores de la derecha se hagan realidad.