Por Parlamento digno y eficiente | El Nuevo Siglo
Domingo, 25 de Febrero de 2018

No solo la elección de un Presidente tiene gran importancia para un país, sino, también, la de un Parlamento. Tiene en sus manos, un Presidente, la suerte del país en lo ejecutivo, pero la cuna de leyes, buenas o malas, el apoyo a buenas iniciativas presidenciales o atajar las inconvenientes, está, en gran parte, en el Parlamento, Senado y Cámara de Representantes. Dar apoyo legal a buenos  proyectos del Ejecutivo es valioso y oportuno aporte de las Cámaras, así como frenar planes descabellados, abusivos o dictatoriales de un  Presidente, está en manos de una rama legislativa que no se deje comprar con halagos económicos y burocráticos. Por eso urge votar por un Parlamento digno y eficiente.

Es vergonzosa la actitud del a veces más del 50% de posibles electores que dan la espalda al deber sagrado de dar su voto por quien se estime vaya a prestar un buen servicio a la Patria en las corporaciones públicas. Se ha de tener conciencia que al no hacerlo se está dejando el sitio a personas de ideales nefastos o que actúan por intereses o con métodos corruptos. Bien se ha dicho que los malos gobiernos los  eligen los que apoltronados en sus comodidades comenten el grave pecado de omisión de no votar por los honestos.

El apreciado Cardenal José de Jesús Pimiento, basado en exhortaciones del Papa Francisco y en documentos de la Iglesia, pidió, vivamente, al Episcopado Colombiano, en su reciente Asamblea  (05 al 09-18), dar voces enfáticas y claras al pueblo de nuestro País de tomar conciencia del grave peligro en que nos encontramos frente a las próximas jornadas electorales, en las cuales se hace indispensable dar el voto por quienes con pensamiento limpio y con amor patrio procuren el bien general. Exhortó a atajar el peligro de que otros nos hundan bajo ideologías materialistas, que han llevado a pueblos a situaciones nefastas  con modalidades cívicas, sociales y morales, y aún con resultados de hambre y desesperación popular.

El Episcopado de nuestra Patria, atento a esas voces que lo llaman a tomar conciencia de su decisivo papel en la vida nacional ha enviado últimamente claros comunicados que no basta con publicarlos y leerlos a la ligera sino atender a cuanto allí se dice para bien del País, y obrar de acuerdo con sus ponderadas recomendaciones. Hay insistencia en ellos en el sagrado deber de buenos hijos de la Patria de hacer debida presencia en los comicios, con discernimiento, a conciencia, sobre lo realmente más conveniente a la Nación y dar el voto en forma libre de halagos superficiales o coacciones.

Con convicción y enérgicos términos invita el Cardenal Pimiento al Episcopado, en la mencionada exhortación, a iluminar las conciencias en medio de la grande polarización por la manera forzada de imponer unos “acuerdos” para intentar la paz, también ante la corrupción en los distintos estamentos, y ante la manera inaceptable de conseguir votos por compra de ellos más que por válidas propuestas. Está allí el llamado a no votar, tristemente, por pedestres  motivaciones, en pos de mensajes confusos de candidatos que ofrecen recompensas a los votantes, sea en efectivo, sea en objetos y hasta casas construidas como señuelo electoral, y con dinero no personal sino de los contribuyentes al erario público.

 Es de tener en cuenta en las elecciones parlamentarias cuales son los ideales y los programas de los candidatos presidenciales a quienes los aspirantes al Congreso siguen, pues el resultado de marzo tiene influencia en las elecciones de mayo, y en el apoyo o no al nuevo Presidente en su gestión de gobierno. En manos de los ciudadanos que voten a conciencia en los próximos comicios, y en las de quienes se abstengan y permitan así mal encauzamiento del País, y en manos de Dios y de la Virgen, a quienes nos encomendamos confiadamente, está la suerte de nuestra amada Colombia.   

   

*Obispo Emérito de Garzón

Email: monlibardoramirez@hotmail.com