La indiferencia del mundo | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Marzo de 2018

Van mas de 500 mil muertos desde 2011 en que se inició la guerra civil en Siria, de los cuales más del 40% son niños. Diariamente los  bombardeos del gobierno de un dictador irreductible como Bashar al Assad, tropas rusas que apoyan a ese régimen, Estados Unidos que ataca bases militares, los actos terroristas de Hezbolá, Isis y Al Qaeda, que con armas químicas destruyen vidas en un país histórico y sano de corazón, sufre las indolencias de unos barbaros desalmados que solo luchan por el poder, sin importar las vidas de millones de sirios. Mas de 12 millones de desplazados y 4 millones y medio de refugiados en otros países, solo Turquía ha recibido unos 2.7 millones de ellos.

Mientras esto sucede las Naciones Unidas y en general la comunidad internacional nada efectivo hacen para remediar esa terrible situación que día a día deja niños huérfanos y mutilados. Los países son ciegos, sordos y mudos. No se entiende como se provee de alimentos la población victima, que economía pueda existir, como funciona el estado, la justicia, la salud, de que manera los niños y jóvenes alcanzan a estudiar, ni que pensar en diversión donde hace años dejó de existir.

Siria es todo un caos, se vive el terror y la zozobra, la desolación y la angustia de saber si mañana una familia esta viva o desmembrada. El desayuno de esa pobre gente es un bombardeo o un acto terrorista, por lo menos así es la vida en Alepo o Guta.

Esta situación no resiste más, o se interviene o ese país se extingue explotando a pedazos. No mas comunicados solo acciones salvarían a Siria.

Pero pensar que junto a nosotros esta pasando algo igual que día a día se torna más peligroso y es la situación de Venezuela que va camino a una guerra civil. Ya suman cerca de 5 millones de desplazados, de las cuales un millón y medio han llegado a Colombia, el resto deambula por Brasil, Guayanas, Suramérica, Centroamérica Estados Unidos, Europa y otros países. Los venezolanos son parias en estos momentos, se están muriendo de hambre y tristeza, de enfermedades, no hay trabajo y la rabia en el corazón crece en la población, que finalmente termina estallando contra el régimen, quien no vacilaría en arremeter contra ellos, aunque ya se escuchan ruidos de sables. Mientras esto sucede, la comunidad internacional saca comunicados.

Es muy riesgosa la situación para Colombia y el continente, o se depone al dictador, se acaba ese régimen y se controla el país o más de la mitad de Venezuela terminará con nosotros, quedando esa rica nación solo como la finca de Maduro y de los chavistas corruptos. Siria y Venezuela dos grandes dolores de cabeza del siglo XXI.

arangodiego@hotmail.com