En cuatro días, los colombianos estaremos asistiendo a las urnas con el propósito de votar por quienes nos han de representar tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de la República.
Hay candidatos para todas las tendencias; desde aquellos que han tenido una gran preparación, con una hoja de vida limpia y sin antecedentes de corrupción, hasta aquellos cuyas hojas de vida parece que fueran más bien un prontuario, lleno de investigaciones y en algunos casos muy cercanos a sentencias condenatorias. También vemos candidatos que, bien sea, son familia o son amigos de quienes no pueden aspirar personalmente a los cuerpos colegiados porque sus condenas conllevan a inhabilidades. Algunos otros han dejado de aspirar por incompatibilidades, pero han puesto a sus fichas de confianza en las listas de aspirantes.
Además de elegir a nuestros representantes en el Congreso también votaremos en una de las dos consultas para escoger candidatos a la Presidencia de la República. Por un lado los de la Alianza del Centro Democrático que hicieron un ejercicio con el propósito de escoger a uno de los cinco que aspiraron como precandidatos y del cual finalmente salió Iván Duque y las fuerzas que representan la exministra de Defensa y Comercio Exterior, Martha Lucía Ramírez y el exprocurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez. Por otro lado, también se decidirá por la candidatura entre los ex alcaldes de Bogotá y Santa Marta; los doctores Petro y Caicedo, respectivamente.
Frente a la primera consulta, el que más posibilidades tiene, según las encuestas, es Iván Duque, quien ha demostrado inteligencia, preparación y un profundo conocimiento en los distintos temas económicos, políticos y sociales que garantizan que un posible gobierno vaya por buenos senderos y logre recuperar las instituciones y el estado de inseguridad y desasosiego que hoy viven los colombianos. Seguramente también trabajará para castigar a los corruptos, tendrá una política clara y estratégica para las relaciones internacionales de Colombia que garantice nuestra credibilidad en los foros tanto multilaterales como en nuestras relaciones bilaterales; buscará rescatar nuestra estabilidad jurídica, recuperar la credibilidad de la autoridad y el gobierno y trabajará para recuperar los partidos y fuerzas políticas. Todos estos propósitos son esenciales para nuestro crecimiento económico, armónico y la salud de nuestra patria.
Para poder votar en estas consultas debemos solicitar el tarjetón respectivo a los jurados, pues de no hacerlo éstos no nos lo entregarán y dejaríamos de participar en esta escogencia. En este aspecto de las consultas como en las listas al Congreso de la República tenemos que ser muy responsables. Se trata de escoger por quienes respetan el Estado de Derecho y no por quienes son amigos del populismo. Nunca antes como ahora se requiere de tanto apoyo para participar en el debate electoral de nuestro país. Estamos pasando por un momento crucial para nuestra democracia, nuestro futuro y el porvenir de nuestra Nación. Mi invitación es para que todos los colombianos acudan a las urnas; esta semana en el exterior y el próximo domingo quienes residan en Colombia. No podemos dejar que otros resuelvan por nosotros el mañana de nuestra amada Nación.