Planificar | El Nuevo Siglo
Sábado, 3 de Marzo de 2018

Abdón Espinosa Valderrama, ministro de Hacienda de Alfonso López Michelsen,  designó Director General de Aduanas a quien escribe y se agradece el nombramiento. Fue sorpresivo porque se esperaba una posición tranquila, por ejemplo, Crédito Público y no estar a cargo de la entidad más desprestigiada del Estado. Evidente que tal determinación constituía una prueba de confianza, era necesario estar a la altura y no defraudar. Se decidió, como primera iniciativa personal, elaborar un programa de actividades que incluyera estrategia para enfrentar el contrabando y adelantar operaciones anti narcotráfico, es decir, resolver una deficiencia encontrada en el proceso de conocimiento institucional, administrativo y gerencial una vez posesionado como Director General.

El resultado se consignó en “Alrededor de una Cuestión Aduanera” que se debe llamar “Alrededor de una Gestión Aduanera” y se publicó en la Revista Andi, No. 39-1978, cuyo Director era Fabio Echeverri Correa, de manera simultánea, Presidente de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI). Quedaron señalados nueve frentes de actividad: prestigio institucional, bodegas de Eldorado, Código de Aduanas, reorganización de la entidad, plan de arquitectura, estatuto del Resguardo Nacional, equipos, integración aduanera con Ecuador y Venezuela y relación con el Fondo Rotatorio de Aduanas.

Se definieron los principales problemas, o sea, el desprestigio de la entidad y el más explosivo: las bodegas de Eldorado. Se determinó cubrir el país y no solo la costa Atlántica si bien era lo prioritario; se incluiría la pacífica con mayor intensidad, se avanzaría a los ríos Orinoco (se contemplaron instalaciones en Puerto Carreño), del sur y el Amazonas, fortalecer la Escuela de Capacitación Técnica Aduanera. Se detectó una anomalía grave al asumir el cargo: no había guardacostas y aviones en operación y la Aduana Nacional cubría los frentes marítimo, fluvial, aéreo y terrestre. Se decidió la reparación de aviones, guardacostas y lanchas, además de implantar radares y equipos modernos de comunicaciones, adquirir helicópteros y camperos, utilizar perros, realizar transacciones, ajustarse a normas internacionales, compatibilizar funciones y legislación.

Se prefirió reparaciones en vez de licitaciones, en lo posible, por los chismes sobre actos incorrectos en el segundo procedimiento pero  las afirmaciones perversas son inevitables en Colombia. Se acudió a la cooperación de la ONU, Banco Mundial y USA. Se agradece a Fabio Echeverri Correa la divulgación del presente escrito.