Primero lo primero | El Nuevo Siglo
Miércoles, 21 de Marzo de 2018

Las ideas convertidas en proyectos hacen de la competencia de candidatos a la presidencia una apretada carrera; como en la hípica; es mejor que no ganen por -foto finish-, porque despiertan dudas; mejor, con clara ventaja sobre la meta.

Están en su derecho a desgranar la catarata de  iniciativas para sumar votos con objetivo de gobernar distinto al que termina el 7 de agosto.

Entre tanto, la ciudadanía espera cambios con cara de restructuración; quiere pronto decisiones hechas realidad, en medio de desconfianza y baja credibilidad en todo.

Es frecuente la pregunta: ¿Y eso quién lo va a hacer? Un mal recuerdo es el “Agro, Ingreso Seguro”.

Ojalá los aspirantes vean que los ciudadanos críticos temen engaños, lentitud o negatividad de los expertos contratistas, en distintas materias, al evaluar proyectos, porque no encuentran ventajas para sus bolsillos.

Es una grieta común que cae en intermediarios duchos en hacer y deshacer, siempre con intención de ganar lo que puedan, detrás de la fachada de economía equitativa.  

Aunque es hipótesis no se descarta demora o lentitud para aplicar cambios que, al final, se transforman en frustración para la gente.

Una primera confrontación, la semana pasada, entre dos candidatos se centró en prometer vivienda del millón de unidades para arriba. Ambos “descubrieron el agua tibia,” mostraron como novedad aporte a la ciudadanía.

Se sabe que reactiva economía, con inversión constructora, comercio de materia prima para ese renglón, fomento de empleo y meta social, si se dota de techo, a miles de familias y sistemas pagables.

Será buena intención si se desarrolla con modalidad estable, canales efectivos para financiar obras, construcción en terrenos utilizables y cuotas al tamaño del bolsillo de la gente.

Es programa prioritario, tanto como agroindustria, impulsada con enjundia, mano limpia de los ejecutores y conocimiento en planeación de cosechas y estrategias para oferta nacional y exportable.

Y en adelante que el salario básico no sea con el deplorable calificativo de mínimo, que define lo que se reajusta; también abrir  jornada 24 horas en principales ciudades, para descongestionar actividad diurna, con empleo y seguridad.

Ahora eliminar 3 ceros al peso puede ser “una sacada de ojos,” para los ciudadanos y jugada de Gobierno para disimular déficit fiscal y más devaluación del peso.

Si hay reforma educativa, que incluya pensum actualizado, control de calidad a colegios y salarios al magisterio, con promesas incumplidas; de lo contrario, los paros seguirán.

Y mejor no integrar comisión de expertos para cambios económicos y sociales. Los “sabios” emiten concepto negativo cuando no ven intereses personales, pero cobran jugosos honorarios.   

Como en humor callejero: “Ganan, con cara y sello”.

Esta agenda de dudas, espera que el ganador gobierne sin compromisos, inclusive de sus jefes políticos. Primero está lo primero.