Variación | El Nuevo Siglo
Viernes, 23 de Marzo de 2018

Se mostraron en “Facultades” (junio 17, 2017) perjuicios causados por “chiva” consistentes en contrarrestar esfuerzos profesionales, académicos y de rectificación voluntaria de los medios de comunicación como consecuencia del derivado y  perenne castigo social. Lo más grave  consistió en el cese del cargo de Director General de Aduanas, nombrado en el gobierno de Alfonso López Michelsen, y marginación definitiva del sector público, verdadera inclinación laboral, durante la administración presidencial de Belisario Betancur; eventualmente fui enviado, como Consejero, ante la ALALC durante el período de Turbay Ayala.

Se había elaborado una estrategia para combatir el contrabando y el narcotráfico, divulgada en “Alrededor de una Cuestión Aduanera” (Revista Andi, Medellín, No. 39-1978), con lo cual se eliminó una omisión grave de la política económica. Se hizo imposible determinar si quien escribe era capaz o no de ejecutar el plan que había diseñado: dicha estrategia quedó como herencia para el sucesor y no se recibió dicha información con motivo de la posesión en el cargo citado.

En escrito previo se indicó que el marco de acción de la mencionada Dirección General era marítimo, fluvial, terrestre y aéreo y, al posesionarme en el cargo mencionado, no había aviones y guardacostas en operación y se prefirió acudir a reparaciones, y no a licitaciones, para evitar chismes. Se inspeccionó Bahía Portete cuando se dispuso del primer avión DC-3. El espectáculo fue impresionante y deprimente: enorme la cantidad de embarcaciones que entraban y salían con contrabando. A Rodrigo Avendaño, jefe del servicio secreto, le impresionó el movimiento equivalente de camiones. Se forjó la decisión de atacar el problema con firmeza pero la “chiva” impidió hacerlo.

Causa preocupación la aparición personal, en primera página de los periódicos, con titulares indicativos de supuesta mala conducta.  La última ocasión ocurrió en 1984 y quien escribe se enteró, hace pocos días, porque en la época estaba radicado en el exterior; el diario El Tiempo rectificó en editorial “Justas absoluciones”, agosto 30, 1984, se dispone de evidencia judicial favorable y el problema se evita mediante abandono de las “chivas” e investigación previa rigurosa. Se agradece el reconocimiento de Diego Asencio, Embajador de USA en Colombia, de la Aduana de dicho país, del Comando de guardacostas y el Resguardo Nacional de Colombia y de Luis Carlos Galán y Antonio Navarro.