MUY seguramente habrá segunda vuelta presidencial. Una lástima porque el país podría ahorrarse una millonada que mucha falta le hace a la inversión social.

Mis cábalas periodísticas apuntan a un duelo electoral entre Iván Duque y Germán Vargas, y en un segundo lote, impulsado por las encuestas, Gustavo Petro, abriéndose paso.

Mi apuesta es que el caudal electoral finalmente favorecerá las campañas de Duque y Vargas. Pongo primero al hijo del ex ministro de desarrollo, Iván Duque Escobar, por la fuerza política entre las multitudes que tiene el expresidente Álvaro Uribe.

Ambos candidatos van a mover su fortines políticos este mes para llegar con aire a la contienda de mayo.

Duque intentará darle mayor aliento electoral a su candidatura poniendo por delante ideas y ejecuciones del rector de su causa, el expresidente Uribe.

Vargas hará lo mismo empleando a fondo la fuerza de la maquinaria política que lleva el sello del actual Gobierno, del cual fue vicepresidente y ministro.

Si las votaciones fueran este domingo 8 de abril muy seguramente la definición en las urnas sería entre Duque y Vargas Lleras. El electo Presidente sería Duque.

De aquí al domingo de elecciones mucha agua política correrá por los puentes de la opinión pública. Todo puede suceder en un país de imprevistos y falto de memoria política.

Duque podría encumbrarse en la simpatía de más colombianos. Vargas podría afianzarse con novedosas propuestas que calen en los indecisos, gentes de estratos populares y clase media.

Sin embargo, no hay que restarle crédito al exalcalde Petro: sigue fuerte en las encuestas, copando espacios que no han podido llenar sus contrincantes y ganando votos de opinión que al final pueden ser sumas a su favor.

Aunque sus ideas macroeconómicas no seducen y hay discrepancias sobre su estilo de gobernar, la campaña Petro gusta en estratos populares que no quieren saber nada de políticos tradicionales.

Sergio Fajardo y Humberto De la Calle hacen interesante y diversa la campaña presidencial, pero grueso de opinión nacional no los ubica con decisión en la franja ganadora. Parece existir cierta lejanía o desinterés por sus candidaturas, pese a que sus nombres gozan de simpatía y credibilidad.

A Fajardo lo miran muchos en las regiones como un buen académico y mejor persona. No le dan performance de estadista. Por eso, no lo veo en la Casa de Nariño.

De la Calle, forjador, de talante, ejecutivo y transformador, tiene buena opinión nacional, pero menos caudal político. No parece ser su tiempo para la Presidencia.

Un factor que influye a favor de Duque es su fórmula a la vicepresidencia, pues la exministra Marta Lucía Ramírez, conoce el Estado, sabe capotear crisis, entiende el posconflicto y maneja el comercio exterior y la economía. Ser mujer inteligente y echada para adelante, un acierto. Muy seguramente las gentes darán su voto por una vicepresidenta en clara reivindicación a los valores de la mujer.

Así pues, Duque y Vargas con mayores opciones porque finalmente el establecimiento los favorece.