Proponen crear Agencia Nacional del Agua | El Nuevo Siglo
Foto cortesía Acodal
Martes, 24 de Abril de 2018
Redacción Economía

Ante la intranquilidad por el hecho de que 6,7 millones de colombianos, el 13% de la población, se encuentran actualmente vulnerables y en riesgo ante inundaciones, avalanchas y desastres, la presidente ejecutiva de Acodal, Maryluz Mejía de Pumarejo, propuso la creación de la Agencia Nacional del Agua para direccionar integralmente los recursos hídricos de la Nación.

“Resulta agobiante que los fenómenos hidrometeorológicos han sido contundentes en el 88% de los desastres registrados entre 1998-2017”, dijo.

Agregó que “esta amenaza anunciada por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), exige una acción inmediata y la manera de hacerlo es profundizar en una política de Estado que priorice la adaptación al cambio climático más que de mitigación”.

Sostuvo que “ante las amenazas de profundización de las crisis por ausencias o exceso de lluvias, se debe fortalecer el modelo institucional y presupuestal relacionado con el recurso hídrico”.

Agregó que “en la zona tropical donde está Colombia se concentra el mayor impacto de los efectos del cambio climático, pero es la que menos aporta gases efecto invernadero (0,3%). Pero, al mismo tiempo pocos han sido los compromisos de los países desarrollados para asumir sus responsabilidades por la emisión de estos gases”.

 

Agrupar funciones

“Esta coyuntura es la justificación para crear la Agencia Nacional del Agua que tendría la función de gestionar integralmente el recurso hídrico y agruparía funciones que se encuentran dispersas en distintos ministerios”, manifestó la Presidente de Acodal.

Sería de carácter técnico, descentralizada del orden nacional y adscrita al Ministerio de Ambiente, e igualmente, transversal a todos aquellos sectores que involucran en sus actividades el consumo del recurso hídrico”.

De acuerdo con Maryluz Mejía de Pumarejo “es necesario ampliar y adecuar embalses multipropósito en las regiones del país, que suplan agua potable en periodos de escasez de lluvias, y al mismo tiempo, generen energía”.

Añadió que “otro aspecto debe ser la gestión por cuencas, de tal manera que los proyectos de adaptación sean fundamentalmente regionales y multisectoriales, es decir, que contemplen reforestación a gran escala y regulación hídrica, entre otros aspectos”.

“La ANA gestionaría la financiación de proyectos o macroproyectos de impacto. Los recursos financieros provendrían de reformular el Sistema General de Participaciones y el de Regalías”.

“Eso es lo que requiere un país que toma en serio las amenazas del futuro. Es necesario gestionar y programar recursos para ejecución de inversiones importantes en reforestación, regulación de cuencas, construcción de infraestructuras, tal como se ha hecho históricamente para el sector eléctrico”, concluyó.

 

Índice de desastres

Según el Índice Municipal de Riesgo de Desastres de Planeación Nacional que mide a los municipios según el riesgo que tiene su población ante eventos relacionados con inundaciones, deslizamientos y flujos torrenciales, y las capacidades de los entes territoriales para gestionarlo, se evidenció que 6,7 millones de colombianos, equivalentes al 13% de la población del país, son vulnerables socialmente y están expuestos a las condiciones más críticas de amenazas hidrometeorológicas.

Entre los principales resultados se tiene que Murindó – Antioquia, El Tarra y Cácota de Norte de Santander, son los municipios con mayor puntaje en el índice de riesgo ajustado por capacidades, es decir, tienen unas condiciones de riesgo muy altas y unas capacidades muy bajas para reducirlo y controlarlo. Dentro de las 13 ciudades principales, Ibagué es la que tiene las condiciones más críticas, según el índice.

En términos de amenaza 32,6 millones de hectáreas, es decir, el 29% del territorio nacional tienen las condiciones más críticas ante fenómenos hidrometeorológicos.

En el 75% de los departamentos del país confluyen los tres tipos de amenaza considerados por el índice. Antioquia, Casanare y Chocó presentan las mayores áreas con condiciones más críticas, concluye el reporte.