Se han perdido los verdaderos valores de la educación: Ordine | El Nuevo Siglo
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Martes, 24 de Abril de 2018
Cindy Johana Serrano
Profesor de la universidad de Calabria estuvo en FILBo y explicó cómo las letras, el arte y la filosofía, esencia de los saberes, han quedado relegados por los valores empresariales que dominan la lógica de la escuela y la universidad

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Sumergidos en las imposiciones utilitaristas del capitalismo nuestra sociedad ha perdido el concepto verdadero de la felicidad.  Las letras, el arte y la filosofía son vistas como conocimientos inútiles e improductivos, son rechazados porque “no contribuyen al progreso”.

Precisamente de eso vino a hablar el reconocido profesor, filósofo e investigador del renacimiento, Nuccio Ordine en Filbo. Apoyado especial de la Oficina de cultura de la Embajada de Italia fue el encargado de dar inicio a un ciclo de conversatorios donde una dura reflexión sobre el funcionamiento y los saberes que se imparten desde la academia, y cómo nuestra sociedad tiene que, por medio de las humanidades, encontrar la plenitud del espíritu.  

Esto fue lo que dijo en una entrevista exclusiva para EL NUEVO SIGLO, Nuccio Ordine. 

EL NUEVO SIGLO: Usted estuvo dictando unos talleres sobre educación en colegios apartados de Bogotá. Cuénteme un poco de esa experiencia.

NUCCIO ORDINE: Estuve en una biblioteca de un barrio muy difícil de Bogotá, donde hay niños que ni siquiera pueden ir a la escuela, y por eso, esa biblioteca tiene una tarea muy importante: ser un punto de encuentro para que los niños y jóvenes puedan reflexionar que la divinidad humana no es ganar dinero, es poseer valores, como la amistad, el amor, la solidaridad humana.

Yo pienso que los saberes, que son considerados erróneamente como inútiles, en una sociedad utilitarista como es la nuestra, son muy importantes para hacer que la humanidad sea más humana.

También he hablado en una librería con muchos jóvenes para hacerles comprender que la escuela y las universidades hoy son consideradas empresas. Eso es muy peligroso. La educación no puede tener un objetivo empresarial. La empresa mata la cultura. Hoy la universidad te hace creer que tú tienes que estudiar para ganar un título para después para trabajar en el mercado. Es una locura. El primer objetivo de la educación debe ser la formación de hombres libres y cultos.  La escuela es un espacio que la sociedad nos ofrece para ser mejores.

Einstein decía: la especialización mata curiosidad y cuando matamos la curiosidad, matamos el futuro de la ciencia y la tecnología.

ENS: Usted es profesor en Harvard, ¿cómo fue esa experiencia de compartir saberes en una escuela humilde de Bogotá? Culturalmente, ¿qué se encontró?

NO: Yo pienso, ligado a lo que decía Giordano Bruno, que, si la filosofía no se transforma en una manera de vivir no sirve para nada. Si se deja la filosofía sólo como un saber es una cosa aberrante. Claro, se necesita enseñarla, pero ellos tienen que comprender que la literatura, la filosofía y el arte son fundamentales para comprender la vida, el mundo en el que vivimos. Para esto, un profesor tiene que hablar con ellos. La tarea de ellos es fundamental en las zonas apartadas. Yo pienso que un profesor puede cambiar la vida de un estudiante.

ENS: ¿Y qué le dijo a los profesores?

NO: Ahora los profesores se enfrentan a mucha burocracia en las escuelas. Ellos tienen que resistir. Ellos tienen que luchar para defender los valores verdaderos de la educación, no los valores empresariales que dominan la lógica de la escuela y la universidad. Yo me encontré con ellos para decirles que defiendan la cultura y el aprendizaje en sí mismo.

ENS: ¿Entonces ese es el modelo educativo del que usted vino a proponernos?

NO: El modelo educativo en todo el mundo camina en una dirección completamente contraria. Yo pienso que la buena escuela no la hace la conexión a internet para cada estudiante, la hace, los buenos profesores, y sobre todo aquellos que enseñan con pasión. Si un profesor no ama lo que enseña, pues el lógico que los estudiantes no se interesen por aprenderlo.

ENS: ¿Significa entonces, que gracias a este sistema, estamos perdiendo el verdadero sentido de la vida?

NO: Esa es la lógica. Lo que tiene valor es lo que produce beneficio y el beneficio es sólo económico. Pero, aclaro, hay otro tipo de beneficios, como el del espíritu. Hoy, el valor principal del mundo es el egoísmo.  La felicidad no es el dinero, es hacer lo que te gusta.

ENS: Si estamos perdiendo el amor por los saberes que contribuyen al espíritu, ¿Cuál es esa ruta o el primer paso que debemos dar en Colombia para regresar a ese camino hacia la felicidad?

NO: Los jóvenes no aman los saberes que alimentan el espíritu, pero la culpa no es de ellos, es de la sociedad que te hace creer eso. Y ¿qué hacer? No tengo una respuesta. Pero creo que debemos partir de la educación. El rol de los buenos maestros es de resistir las imposiciones del sistema. Los profesores no deben formar “pollos de engorde”, ni consumidores pasivos.

ENS: ¿Con qué ojos debemos mirar las letras? ¿Debemos sólo admirarlas?

NO: La literatura no es para pasar el tiempo, ni para pasar un examen. Un clásico, un concierto, una obra de arte pueden provocar en nosotros profundas transformaciones. Estas cosas nos permiten comprender que la felicidad no es el dinero sino el cultivo de nuestras pasiones.  Los clásicos nos ayudan a formar un pensamiento alternativo al pensamiento único del capitalismo mundial.