Según el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), al cierre de 2021, el 10,5% de los hogares en Bogotá se encontraba en déficit habitacional, lo que implica que cerca de 302 mil familias habitan viviendas en condiciones no aptas. Esto es algo que tiene preocupado al gremio de los constructores, y de ahí que ayer el gerente de Camacol Bogotá & Cundinamarca, Alejandro Callejas Aristizábal, llamara la atención sobre la informalidad en la capital.
“Estas cifras son el reflejo de una realidad que padecen cientos de miles de familias en Bogotá por la imposibilidad de acceder a una vivienda formal. Familias que viven en condiciones de precariedad, arriesgando su integridad y hasta su vida. Son hogares que viven sin servicios públicos, sin vías, sin transporte digno y sin espacio público de calidad. El tema de la informalidad nos preocupa mucho porque no solo afecta a los ciudadanos, sino que depreda nuestros recursos ambientales más importantes”, afirmó Callejas Aristizábal.
La preocupación del gremio radica en la falta de condiciones para incrementar la producción de vivienda formal a los niveles que requiere la ciudad, vacío que termina siendo atendido por la informalidad que, además de restar calidad de vida, no aporta al desarrollo urbano.
Precisó que alrededor del 44% de las familias que buscan una vivienda en el segmento social la resuelve en la informalidad, lo que significa que además de unas estructuras que no cumplen con las condiciones técnicas y la precariedad del estado, tampoco van acompañadas de vías, parques ni del espacio público que necesitan las familias; muchas se ubican en las rondas de los elementos ambientales, poniendo en peligro los ecosistemas y la vida de las personas.
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“Entregarle a la informalidad la responsabilidad de generar las viviendas es exponer las vidas de las personas y que se sigan depredando nuestros activos ambientales más importantes”, agregó el dirigente gremial.
Para Camacol B&C el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial (POT) decretado en diciembre pasado debería asegurar las condiciones para generar estas viviendas, tema en el que ha insistido este gremio desde que se inició la discusión de la propuesta de ordenamiento que hoy está dependiendo del proceso de reglamentación.
“Son muchas las familias bogotanas que esperan hoy una solución de vivienda; por eso es urgente que el POT proporcione los instrumentos necesarios para que en los próximos años se pueda superar el déficit, además de asegurar las viviendas de los nuevos hogares que se conformarán”, concluyó Callejas.