Startup revoluciona servicio al cliente financiero | El Nuevo Siglo
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Lunes, 7 de Mayo de 2018
Redacción Economía

Un estudio de la reconocida firma Gartner posiciona a Movizzon como uno de los cuatro emprendimientos fintech de América Latina, que está transformando industrias gracias al uso de la tecnología y recomienda a los CIO del mundo tenerla en cuenta para avanzar en los planes de transformación digital. Esta es una plataforma creada hace 3 años por Antonio Arancibia y Raúl Ibañez, la cual navega e interactúa de forma automática y periódica con una cuenta de banca electrónica real, usando todas sus funciones. “Hemos visto que, desde el punto de vista del banco, una autenticación (acceso a zona privada) es muy rápida cuando se prueba en las instalaciones del mismo banco. Sin embargo, cuando un usuario real hace la prueba desde su teléfono, el tiempo puede ser el doble o triple. Por eso nos enfocamos en ayudar a entender esas diferencias y disminuirlas al máximo, midiendo el impacto de las mejoras y cambios que se realizan internamente”, indica Antonio Arancibia, cofundador, quien además añade que Movizzón no es invasivo en los sistemas bancarios, ni maneja información sensible para ellos, lo cual incrementa la seguridad con la que se solucionan problemas inesperado y comunes como autenticaciones, transacciones y pagos.

Movizzon le permite a un banco conocer como están funcionando todos sus canales digitales desde el punto de vista de sus clientes, poniendo a la disposición información en tiempo real sobre errores, duración de navegación, fallas, etc., la cual puede ser usada para tomar decisiones que mejoren la rapidez de los contenidos y aumenten la disponibilidad de sus canales.

En muchas ocasiones ocurre que el portal o la aplicación del banco está funcionando, pero no al 100% y detectar cuáles funcionalidades no están operativas es muy difícil para la entidad, o casi imposible, pero Movizzon lo detecta y lo informa en tiempo real. Esto incluso puede ahorrar multas por mal servicio como las que ya se han impuesto en Colombia por el orden de 280 mil dólares.