Una asociación con los estados caribeños para abordar la crisis climática, espaldarazo al proyecto Amazonia Connect y la inclusión de cinco países más a Energías Renovables para América Latina y el Caribe fueron, entre otros, los pasos dados ayer por el gobierno de Joe Biden en la Cumbre de las Américas.
Con los objetivos de emprender una acción climática ambiciosa y “construir una asociación duradera”, el mandatario norteamericano priorizó el crucial tema en este encuentro que realiza desde ayer con sus pares de América Latina y el Caribe, región que alberga además del llamado ‘pulmón del mundo’ (Amazonía) invaluables fuentes hídricas e inigualable biodiversidad.
Con iniciativas específicas para enfrentar el calentamiento global y una invitación a resolver los desacuerdos en democracia "con mutuo respeto y diálogo", porque ésta es “el ingrediente esencial para el futuro”, Biden reposicionó a la región en su agenda.
Prueba de ello fueron sus palabras durante el acto inaugural, donde instó a los participantes, entre los que figuraban representantes de la sociedad civil y del mundo empresarial, a unirse "en torno a ideas audaces, acciones ambiciosas y demostrar a nuestra gente que el increíble poder de las democracias brinda beneficios concretos y mejora la vida de todos".
"Ya no es solo la pregunta de ¿qué hará Estados Unidos por las Américas? La pregunta es qué podemos lograr trabajando juntos como verdaderos socios con capacidades diversas, pero con respeto mutuo e igualitario, reconociendo tanto nuestra soberanía individual como nuestras responsabilidades compartidas", dijo.
Ayer él y su vicepresidenta, Kamala Harris, se reunieron con los líderes de las naciones caribeñas, particularmente vulnerables al aumento del nivel del mar, tras lo cual se lanzó la Asociación entre Estados Unidos y el Caribe para abordar la Crisis Climática (PACC 2030).
Posteriormente anunció irrestricto "apoyo" a Brasil, Colombia y Perú a través de la llamada "Amazonia Connect", que se lanzó en la cumbre climática de Glasgow, en el Reino Unido y que según destacó un vocero de la vicepresidente “contribuye al plan del presidente para conservar los bosques globales y los sumideros de carbono críticos".
Agregó que esta iniciativa “se centrará en reducir la deforestación" asociada a la producción de materias primas y a los gases de efecto invernadero provocados por la cadena de suministro agrícola.
Otro anuncio del mandatario norteamericano fue la inclusión de cinco miembros más (Barbados, Jamaica y Guyana, Brasil y Argentina) en la iniciativa Energías Renovables para América Latina y el Caribe (RELAC, en inglés), integrada por otras 15 naciones.
La intención es "alcanzar la meta colectiva del 70% de la capacidad de generación de energía renovable en el sector eléctrico de la región para 2030".
Estados Unidos dijo además que coordina con cuatro bancos de desarrollo regional la disponibilidad de hasta 50.000 millones de dólares durante los próximos cinco años, "para apoyar una acción climática ambiciosa".
En un encuentro con líderes empresariales, al margen de la Cumbre, Biden aseguró que “nos encontramos en un punto de inflexión. En los próximos diez años van a cambiar más cosas de las que han cambiado en los últimos 30 años en el mundo”.
Y enfatizó que "no veo ninguna razón por la cual el Hemisferio Occidental no vaya a convertirse durante los próximos 10 años en la región más democrática del mundo".
De esta forma el presidente estadounidense llamó a América Latina y el Caribe a esforzarse en promover un crecimiento más equitativo e "impulsar" las acciones contra el calentamiento global "a toda velocidad y acelerar la transición hacia la energía limpia".
En actos paralelos, Harris en la Cumbre y Biden en su cita empresarial, destacaron que América Latina y el Caribe, una región con inmensos recursos naturales, Amazonía, bosques, glaciares y lagunas, ha sufrido los embates del calentamiento global, que también perjudica sus actividades económicas.
Le puede interesar: Separatistas prorrusos condenan a muerte a tres "mercenarios" extranjeros
Entre tanto el asesor diplomático de la Casa Blanca, Jake Sullivan, anticipó que Washington no tiene la intención de reaccionar en esta cita de las Américas con anuncios financieros astronómicos, sino más bien "desbloquear cantidades significativas de financiación privada".
Desde que comenzó la cumbre, Washington hizo uno o varios anuncios por día: una alianza para la prosperidad económica, una propuesta de reforma del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y 1.900 millones de dólares del sector privado para impulsar el empleo y contener la migración desde Honduras, Guatemala y El Salvador, así como un Cuerpo de Salud de las Américas para mejorar la formación de 500.000 trabajadores sanitarios.
También la creación de una "Red de Comunicación Digital" para luchar contra la desinformación en español en América Latina.
La Cumbre en Los Ángeles concluye hoy y está previsto que se adopten proyectos de compromiso, sobre los que vienen trabajando desde hace meses, sobre cinco áreas: la gobernanza democrática, la salud y la resiliencia, el cambio climático y la sostenibilidad ambiental, la transición a la energía limpia y la transformación digital.
Además se aprobará la llamada Declaración de los Ángeles sobre Migración, un fenómeno imparable y para el que Estados Unidos plantea diversas soluciones tanto con su vecino México como con los centroamericanos, países de tránsito, a diario, de millones de personas que intentan alcanzar el ‘sueño americano’.
Dicho documento, según anticipó el propio Biden, tendrá un enfoque "innovador" para gestionar el problema y compartir la responsabilidad.
"Representa un compromiso mutuo de invertir en soluciones regionales que mejoren la estabilidad" y "aumenten las oportunidades para una migración segura y ordenada, además de tomar medidas contra el tráfico de personas”, señaló.
Este tema, vital para su gobierno y tema de campaña para las elecciones de noviembre esperaba ser tratado por el mandatario demócrata con su par mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien declinó asistir en protesta por haber excluido a Cuba, Nicaragua y Venezuela de esta cita regional al considerarlas dictaduras.
Sin embargo su canciller Marcelo Ebrard lo representó y durante su intervención abogó por “refundar el orden interamericano…Es evidente que la OEA y su forma de actuar están agotados", sostuvo.
Otro mandatario que intervino ayer fue el de Perú, Pedro Castillo, quien dijo a sus pares que espera que consideren a su gobierno y su país como “un aliado en la región”.
“Señores empresarios, consideren al Perú como un aliado en la región con una posición estratégica en el hemisferio. Nuestro país representa una economía dinámica que promueve el intercambio comercial que goza de una gran cantidad de recursos, particularmente una producción agrícola con valor agregado de alta calidad que debe ser promovida y potenciada", sostuvo.
Tras calificar la Cumbre de las Américas, que ha tildado como "patrimonio común" del continente americano, instó a un trabajo mancomunado. "Mi Gobierno considera que la construcción de un futuro sostenible y equitativo en las Américas necesita de la acción coordinada de los países. También es fundamental el trabajo conjunto entre nuestros Estados y el sector privado que genere el desarrollo de nuestro pueblo y tenga en el centro de actividades la adaptación al cambio climático y el cuidado del medio ambiente”.