13 días sin tregua proselitista | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo.
Martes, 5 de Junio de 2018
Redacción Política

Arrancan las dos semanas que separan a los sufragantes de manifestarse en las urnas, presentándose en las 96.724 mesas ubicadas en 11.233 puestos de votación.

Pero de los trece días que faltan para el 17 de junio, las campañas de Iván Duque y Gustavo Petro estarán particularmente activas durante los siguientes seis días, desde hoy hasta el domingo, inclusive, que son los que tiene previstos la ley para que los aspirantes puedan liderar actividades proselitistas en lugares públicos.

La semana pasada se vieron movimientos de distintos grupos políticos que hicieron pública su adhesión a Duque o a Petro, y de líderes que optaron por anunciar su voto en blanco.

La verdad es que aunque estas manifestaciones tienen importancia política, hasta ahora no parece que se vayan a traducir en votos efectivos, ya que en uno y otro bando las intenciones de voto que se hicieron públicas ya se habían contado el 27 de mayo.

 

Con foto y sin foto

La diferencia estuvo en que Petro sí se tomó fotos con verdes y polistas, mientras que Duque desestimó hacerlo con liberales y conservadores.

“Aquí no estamos buscando fotos, porque realmente esta coalición es una coalición que se hace con la ciudadanía, por la ciudadanía y para la ciudadanía”, le dijo Duque a EL NUEVO SIGLO en entrevista publicada el domingo.

Como ya se dijo, Duque no necesita consentir a sus adherentes porque ya votaron por él y si alguno llega a considerar un desaire la no posada para la foto difícilmente ese impasse hará cambiar la intención de voto para la segunda vuelta.

En cambio, aunque los verdes y polistas que salieron en las respectivas fotografías ya votaron por Petro, era necesario que se hiciera una exposición para tratar de hacer cambiar de parecer a quienes prefirieron votar en blanco.

No es creíble que nadie, ni siquiera en la campaña petrista, considerara endosables los votos de Sergio Fajardo o Humberto de la Calle, pero su pronunciamiento por el voto en blanco resulta un baldado de agua fría en el empeño de remontar los 4.718.439 sufragios con que aventajó Duque a Petro en los resultados de la primera vuelta.

De ahí que sean trascendentales los 4.589.696 votos de Fajardo y los 399.180 de De la Calle.

Que ambos candidatos decidieran no apoyar a Petro implica un problema, agravado por el anuncio del senador Jorge Enrique Robledo, calificado vocero del sector del Polo Democrático que no votó por Petro en primera vuelta, de también votar en blanco. Por lo pronto, otra voz clave en este contexto, la senadora Clara López, de la Alianza Verde y fórmula vicepresidencial de Fajardo, no ha dicho nada sobre su intención de voto en el balotaje.

Así que por esto Duque no se tomó (ni se va tomar) foto alguna con liberales ni conservadores. Pero si Germán Vargas Lleras anuncia, como todo el mundo espera, su respaldo al candidato presidencial uribista, es muy seguro que sí veremos ese registro gráfico en la prensa y en las redes sociales, porque esos 1.407.840 votos –o al menos una considerable parte de ellos– si servirían para incrementar la diferencia con Petro.

Afortunadamente para Petro, este escenario configura precisamente un debilitamiento de todos los liderazgos y eso le da la posibilidad de entrar a combinar seducción con agresividad para atraer el alto caudal de votantes que requiere.

En eso está, aunque su contrincante no se descuida y apela a la misma táctica, porque como ya se planteó en estas mismas páginas el 17 de junio los ciudadanos darán a conocer no qué modelo de país quieren, sino que pesa más: el antiuribismo o el antipetrismo.

Para apaciguar esos miedos (al tiempo que cada uno aviva el que desfavorece a su contrario), en sus primeras entrevistas se movieron hacia el centro. Duque moderó posiciones como la de unificar cortes y Petro anunció que ya no convocará una constituyente, entre otras cosas que en otro momento hubiera calificado de posiciones tibias.

 

Debates

Esa contradictoria combinación de lenguaje convergente y polarizado seguramente será el imperante en los debates televisivos que afrontarán en estos días Duque y Petro.

Están confirmados los debates de los canales RCN y Caracol, también Citytv y El Tiempo preparan uno y es posible que se concrete uno más en la televisión regional, posiblemente en Canal Capital.

En cuanto a la plaza pública, Duque estará menos en el ataque y concentrará mucha actividad en los mensajes televisión, mientras el uribismo en pleno saldrá a las zonas débiles con los líderes más fuertes de la colectividad, empezando por el propio expresidente Álvaro Uribe.

Algo similar hará la campaña de Petro, en la que se destacará su fórmula vicepresidencial Ángela Robledo.

Entre tanto, la más encarnizada ‘guerra electoral’ se está viviendo en las redes sociales, donde los hashtag #GanaColombiaGanaDuque y #PetroEsElCambioDeVerdad estuvieron moviéndose con fuerza la semana pasada, compitiendo entre sí para volverse tendencias, particularmente en Twitter.

Pero este fin de semana, una agresiva iniciativa de la campaña de Duque en las zonas de Colombia donde ganó Petro (como en Putumayo, por ejemplo) para ‘concientizar’ del peligro que representa una ‘propuesta marcadamente socialista’ conllevó una respuesta petrista con el hashtag #MiVotoPorPetroSeRespeta.

Las argumentación duquista está contenida en una carta aparentemente firmada por la coordinadora de la campaña en Putumayo en la que llama al empresariado de esa región a preguntarse por lo que el triunfo de Petro significa allí para la economía y si “¿es consciente del riesgo que representa para su familia?”.

El propio Petro trinó que “esta es la propaganda de Duque construida sobre la mentira y el miedo. No es cierto que hayamos propuesto un programa socialista. Entregarle capital a la gente no es socialismo. Proponer no explotar petróleo en la selva no es socialismo, es racionalidad humana”.

De otra parte, de parte de los seguidores de Petro no cesa la conminación, a veces gentil y a veces provocadora, a quienes han preferido votar en blanco para reconsideren su opción y ayuden al exalcalde de Bogotá a remontar la votación ante Duque.