Aumenta la violencia en Nicaragua, sin diálogo a la vista | El Nuevo Siglo
Anadolu
Martes, 12 de Junio de 2018
Agence France Presse

La ofensiva del gobierno de Daniel Ortega para acabar con las protestas y bloqueos en Nicaragua aumentó en las últimas horas, sin que el presidente dé una respuesta a una propuesta de diálogo nacional para resolver una crisis que deja 148 muertos.

En la madrugada del martes se escuchó un nutrido fuego de fusilería en varios puntos de la capital y en las ciudades vecinas de El Crucero y Jinotepe, ambas al sureste de Managua.

Desde la noche del lunes se escuchan disparos y detonaciones en barrios de Managua y ciudades aledañas, donde los pobladores acumulan alimentos por temor al desabastecimiento ante el bloqueo de las principales carreteras. Al menos cuatro personas han muerto desde el lunes y 148 desde que se iniciaron las protestas hace 56 días, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).

Los obispos católicos presentaron una propuesta de diálogo para salir de la crisis y le pidieron a Ortega responder por escrito. Pero el plazo se venció sin que el mandatario diera una respuesta.

La ofensiva contra los bloqueos comenzó la madrugada del lunes en la capital, donde pobladores colocaron barricadas de adoquines para protegerse de paramilitares que se desplazan en camionetas y disparan por las noches a todo lo que se mueve.

En Jinotepe, 56 km al sureste de Managua, las llamadas turbas progobierno atacaron con armas de fuego a los manifestantes atrincherados en barricadas, denunció a la prensa el sacerdote Juan García. En ese momento, sonaron las campanas para alertar a la población que salió de sus casas con pailas, pitos y palos para apoyar a los jóvenes estudiantes, añadió.

"Estas turbas armadas con (fusiles) AK Y Galil, dispararon contra la población, en las paredes de casas quedaron huellas; hubo varios heridos entre los jóvenes y un muerto de las turbas que fue alcanzado por las balas de sus mismos compañeros", dijo el cura.

 

"El tiempo se acaba" 

En los barrios de la periferia oriental de Managua, turbas de hombres enmascarados con armas, a pie y apoyados por camionetas y tractores, levantan las barricadas colocadas por los vecinos.

Las protestas contra el gobierno estallaron el 18 de abril contra una fallida reforma al sistema de pensiones, pero se extendieron y ahora los manifestantes piden el fin del gobierno de Ortega. 

La ciudad de León, 90 km al noroeste de Managua, convocó a un paro para protestas contra la "represión". Las calles amanecieron desiertas, el comercio y los bancos cerrados, sin transporte y las casas con sus puertas cerradas, según imágenes de la televisión.

"El paro local ha sido todo un éxito, se ha sumado todo León", declaró el director de la destruida radio Darío, Aníbal Toruño.

"El tiempo se le acaba a Daniel Ortega", advirtió Toruño. La crisis ha dejado pérdidas económicas evaluadas en 800 millones de dólares, según la ONG Consultores para el Desarrollo Empresarial (Copade).

Cada vez más voces piden una solución rápida a la crisis. México expresó este martes su "profunda preocupación" por la violencia que vive Nicaragua y urgió a retomar "con urgencia" el diálogo nacional en ese país.

La embajada de Estados Unidos reveló en un comunicado que Ortega y otros participantes en el diálogo tuvieron un encuentro con Caleb McCarry, representante del senador republicano Bob Corker, enviado a Managua el sábado para "abordar la severa crisis democrática" en este país.

Pero su visita hizo poco por cambiar la situación, y la capital continúa semiparalizada por falta de transporte y el temor de los ciudadanos a quedar atrapados en el fuego cruzado en los bloqueos.