Especial de El Nuevo Siglo

Saransk

Al son de sí se pude, sí se puede, sí se puede  Colombia, que coreaban casi cinco mil aficionados venidos desde todos los rincones del país, el equipo nacional que jugó 86 minutos con 10 jugadores perdió 2-1 ante Japón en la apertura del Grupo H, del Mundial de Rusia.

Pero esta tarde de Rusia y mañana de Colombia, se debería borrar de la historia del seleccionado nacional. Desde que dieron a conocer la formación creíamos que estábamos asistiendo a un juego de entrenamiento más no al comienzo del Mundial: dejar por fuera a Zapata, Mina y James era darle la vuelta a las formaciones a las cuales estamos acostumbrados.

Pero todo estaba al revés, Falcao como capitán pidió  el campo del costado sur y los jugadores se hicieron al norte, no entendían que les tocaba del otro lado, todo estaba alineado en contra de Colombia.

A las cuatro minutos Carlos Sánchez le mete la mano en plena área y el árbitro lo expulsa, los japoneses por primera vez en un Mundial se iban adelante 1-0 y de ahí en adelante fue una tocata de los ‘nipones’, nos tocaron esa esférica   al son de la misma cumbia.

Llegaban por derecha, por izquierda y Colombia se defendía , sobre los 32 minutos Pekerman saca a Cuadrado que no había aportado mucho y envía al campo a Barrios, para darle  equilibrio a un partido raro.

El equipo nacional jugaba al contragolpe  y en una jugada por la derecha  sobre 25 metros, a los 34 minutos de tiro libre Quintero consigue el 1-1 y el corazón de los aficionados volvió a la normalidad.

El antioqueño puso un balón imposible de atajar, abajo a la izquierda la tomo el arquero Kawashima pero cuando ya había traspasado la raya.

Las cosas no le salieron a Colombia como tampoco a quien propuso los cambios , no dieron el resultado esperado, para el segundo tiempo Llegaron  James y Bacca cuando el juego prácticamente se podía haber asegurado para un empate colocando más hombres en la mitad del campo pero Pekerman arriesgó y perdió, porque que a lo mejor creyó que la historia le iba a ayudar pero no fue así.

Esta Tarde fue de llorar, las caras de los miles de aficionados era inconsolable y prácticamente no lo podían creer, muchos viajamos toda una noche y parte del día porque aviones no habían y tampoco buses terrestres, de esos muy pocos existen en este país.

La Cabeza de  Yuya Osako,al minuto 72, nos dejó en nuestras platas, se suponía que ganando este partido ya estábamos listos en la siguiente ronda, pero ahora nos toca obligados ganarle a Polonia y hacer lo propio con Senegal.

Claro que suponíamos que con Dávison Sánchez y Oscar Murillo en defensa ganábamos en altura y  los japoneses por allí, también nos hicieron la fiesta.

Que tarde la de esta tarde, los japoneses nos pintaron la cara, nos  dieron un baile impresionante y si  como fuera poco, no nos prestaron el balón que es lo que sabemos hacer . Con la formula nuestra nos ganaron.

James tuvo una oportunidad  casi sobre los 35, pero como el casi no vale en futbol eso no cuenta,  nos arrinconamos y cuando teníamos para empatar quisimos  ser ambiciosos y perdimos.

Si pudiera olvidar esta tarde, les juro que no me despertaría y cambiaría la fecha del juego, pero  la FIFA no me lo acepta, pienso que todo debe modificarse para los próximos encuentros. Me podría quedar aquí toda la tarde  diciéndoles lo que paso minuto a minuto y seguro  que no lograría empatar, porque  Carlos  Sánchez fue ingenuo, estos jugadores con tanto recorrido y tanto fútbol, no pueden cometer este tipo de equivocaciones.

Llorar ya de nada vale, derramar agua sobre el mar no sirve de nada, ahora  el cuerpo técnico tiene que ser serio,  no hacer cambios inesperados de última hora, no se puede trabajar con una defensa y poner otra.

Pekerman dijo “ trabajamos para jugar once contra once y no once contra diez, así que es muy difícil y Japón se acomodó y manejo el partido" sostuvo el estratega al finalizar el partido.

Vamos a esperar a ver qué pasa en el juego del 24 de junio ante Polonia y así sabremos si vinimos al mundial a animarlo o simplemente por cumplir.