Duque rural, Petro urbano ¿tesis acertada? | El Nuevo Siglo
Foto El Nuevo Siglo - Andrés Rot
Martes, 19 de Junio de 2018
Redacción Política

LAS ELECCIONES del domingo han demostrado que las preferencias electorales entre el votante rural y el urbano son diferentes.

No es una tendencia que se dé en todas las regiones, pero que poco a poco se ha ido consolidando,  en casos como el de Cali o Barranquilla y la clara victoria de Duque en la mayoría de municipios del país -medianos y pequeños-.

La tesis central ha sido que Iván Duque es un candidato con mayor preferencia en áreas rurales, mientras que Gustavo Petro representa el voto urbano, sobre todo en las principales ciudades del país (en Medellín fue la única que no). La explicación de este fenómeno se encuentra en diversas variables, que van desde el tipo de discurso de cada candidato, hasta los clivajes de los movimientos que representan.

 

Duque, ¿de las regiones?

 

Como le dijo EL NUEVO SIGLO en su análisis “El Caribe, Antioquia y el Sur: regiones de Duque”, el Presidente electo le sacó una amplia ventaja a Petro en estas áreas del país, aunque en algunos casos como el de las costa Caribe sí fue marcada las diferencias entre las preferencias de los electores urbanos y los rurales.

Para analizar esta tendencia, se eligieron dos departamentos del Caribe, Magdalena y Bolívar, donde las capitales votaron por el candidato de la “Colombia Humana” mientras que la mayoría de municipios optaron por el uribista.

En Bolívar, uno de los departamentos más extensos de la región, Duque ganó en 35 de los 46 municipios que conforman el departamento. Sin embargo, Petro le sacó una amplia ventaja en Cartagena, ciudad cuya inestabilidad política llevó a que muchos electores votaran contra la política tradicional.

Este fenómeno no sólo pasó allí. Al lado, en Magdalena, Gustavo Petro ganó en las zonas urbanas como Santa Marta, pero el aspirante por el Centro Democrático triunfó en el 70% de los municipios del departamento, ganándole a nivel regional.

No sólo estos departamentos se comportaron electoralmente de esta manera. Salvo Córdoba y Atlántico, el uribista obtuvo respaldo mayoritario en seis de las ocho zonas de esta parte del país (incluyendo San Andrés), aunque perdió en casi todas las capitales de la región.

Riohacha, Barranquilla, Cartagena, Sincelejo y Santa Marta se convirtieron en bastiones electorales del aspirante de izquierda, quien supo materializar su discurso “anti establecimiento” en las capitales de la región y consolidar su fuerza en segunda vuelta tras haberle arrebatado el manejo político regional a sectores que eventualmente en iban a apoyar por Germán Vargas Lleras en primera vuelta.

Otras regiones del país también confirmaron esta tendencia. Exceptuando Medellín que se volcó a favor de Duque, y por tanto reevaluaría lo que se está analizando, el departamento con más municipios del país votó casi todo a favor del uribista, salvo algunos poblados en la frontera con el Chocó, como Chigorodó y Apartadó.

Gustavo Petro ha insistido en que en este departamento los municipios más afectados por el conflicto armado lo apoyarían, sin embargo, esta tesis es parcialmente cierta, por la siguiente razón.

Si bien los mencionados municipios votaron por él, además de Segovia, Murindó y Vigía del Fuerte, lo cierto es que en otros como Mutatá, Ituango y Dabeiba, tres pueblos donde los paramilitares cometieron masacres, hubo una tendencia a favor de Duque demostrando que Petro no representa exclusivamente los intereses de las regiones más golpeadas por el conflicto.

Esto mismo se puede ver en el Sur del país, donde el candidato del Centro Democrático sacó una abismal diferencia. Salvo Vaupés, único departamento de esta región en que triunfó Petro, en Caquetá, Guainía, Putumayo y Amazonas ganó Duque.

Gustavo Petro, sin embargo, mantuvo su fuerza en Nariño, un departamento tradicionalmente conservador, y logró el apoyo del litoral Pacífico, desde el Darién hasta la parte baja de la zona nariñense.

 

Voto urbano

 

La tendencia, como se demostró en la Costa Caribe, ha sido similar en otras partes del país. Gustavo Petro fue el candidato más fuerte en los cascos urbanos, mientras que Duque, pese a que ganó en Medellín, Cúcuta, Manizales, Pereira, Neiva, Ibagué y Bucaramanga, perdió en ciudades como Cali y Bogotá, y en la mayoría de capitales del país.

Se confirma así que Petro tiende a ser más fuerte en zonas urbanas y Duque en áreas rurales, aunque, como se ha dicho, esta tesis tiene varias excepciones, como la importante votación del uribista en varias capitales y lo votos obtenidos por la “Colombia Humana” en el Pacífico.

Una de las explicaciones de ello es la característica del votante de uno y otro. El candidato del “Centro Democrático” suele ser más cercano al micro empresario y a un elector que tiende a ser mayor que el de Petro. El fuerte de éste, al contrario, son los estudiantes, aunque también movilizó sectores de la sociedad civil, disgregados en diferentes generaciones.

Es cierto, aparte de esta características demográficas, que los discursos de los dos candidatos fueron diametralmente distintos. Duque solía hablar rápido, “al punto” y planteó su programa de gobierno de manera sintética. Para alguno esto demostraba desconocimiento de los tema, pero para otros era simplemente una formar de llegarle más rápido al elector.

Al contrario, Petro se caracterizó por un lenguaje novedoso y visto por algunos como complejo y demasiado extenso. Sus presentaciones siempre incluyeron los discursos de género, animalistas y demás prerrogativas, que representaron más al ciudadano urbano que al rural, como se demostró en las elecciones.