Desde Cerro Azul, en la Serranía de la Lindosa, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció la ampliación en casi 1,5 millones de hectáreas del Parque Nacional Natural Serranía del Chiribiquete.
Ahora, con una extensión de poco más de 4,2 millones de hectáreas, esta paradisíaca mega reserva se convierte en el área continental protegida más grande de Colombia y en el parque nacional de selva húmeda tropical más grande del planeta. Su extensión es casi igual a la del departamento de Antioquia, al noroccidente del país.
Esta noticia se da un día después de que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyera a Chiribiquete en su Lista de Patrimonio Mundial como sitio Mixto, es decir, es reconocido por su valor cultural y natural.
Durante su discurso, el mandatario aseguró que este es otro de los logros de la firma del acuerdo de paz con las desmovilizadas Farc: “Esto también es gracias a la paz; antes, en 2005, la Unesco trató de venir pero no pudo debido a la guerra. Este año, al inicio, vino y quedó maravillada”.
Santos aseguró que esta decisión “fortalece algo que nosotros hemos querido que se haga no solo en Colombia sino en toda esta región: los ecosistemas estratégicos que unen a los Andes, la Orinoquía y la Amazonía. Por eso hemos venido promoviendo, a nivel mundial y regional, (yo he venido hablando con todos los presidentes), para ver si podemos hacer realidad ese sueño de la Triple A”, declaró el mandatario.
Luego de una hora de vuelo en avión desde Bogotá hasta San José del Guaviare, veinte minutos más en helicóptero y otros 20 minutos de ascenso a pie, se llega a este maravilloso lugar: Cerro Azul, un pico de unos 100 metros de altura que hace parte de las ocho áreas arqueológicas protegidas de la Serranía La Lindosa. Estas áreas tienen pinturas de hasta siete metros de alto.
Pictogramas del paleoindio, el periodo que marca la colonización del Nuevo Mundo por parte del Homo Sapiens, aproximadamente entre los años 15.000 y 7.000 a.C., en la Serranía La Lindosa. (Diego Carranza - Agencia Anadolu)
Como este panel, en La Lindosa, hay unos siete mil en Chiribiquete. Pero allí, su altura alcanza hasta 30 metros.
“Esta ampliación ayuda a controlar el nefasto flagelo de la deforestación. Esta es el área protegida más grande de la Amazonía y a partir de hoy garantizará el 60% de agua superficial para la Amazonía”, afirmó Santos.
Indígenas serán los protectores
Este lugar y el Chiribiquete se consideran sagrados y de “tremenda importancia” para pueblos nativos como el carijona, arawak y el uitoto. Según informó el presidente, el gobierno ha querido entregarle a los indígenas las fronteras del Parque para que ellos mismos las resguarden. “Hicimos eso con los uitoto, les entregamos 500 mil hectáreas para completar un millón, para que se conviertan en una especie de amortiguador y muro de contención, algo que apreciaron mucho y que además, los indígenas son los mejores defensores de la madre tierra, nuestra naturaleza, los bosques y el agua”, indicó.
“Hay evidencia de pueblos indígenas no contactados y este sitio, aparentemente, es de los sitios con más pueblos no contactados en el mundo entero. Es también territorio sagrado de los indígenas de toda la Amazonía”, aseveró Santos.
Esta es la segunda ampliación del parque natural Chiribiquete, con la que se busca, por un lado, proteger a perpetuidad un área que reúne ecosistemas de la Amazonía, Orinoquía, los Andes y el escudo Guayanés, una de las formaciones geológicas más antiguas del planeta y que, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), alberga miles de especies, decenas de ellas endémicas y varias amenazadas, incluyendo el tapir amazónico, la nutria gigante, el hormiguero gigante, el mono lanudo y el jaguar.
Por otra parte, el Parque alberga un patrimonio arqueológico de importancia internacional, pues contiene el complejo pictográfico “más antiguo, amplio e impresionante de América: 50 murales monumentales, incluyendo más de 70.000 representaciones distintas, algunas de ellas de más de 20.000 años de antigüedad”, añade WWF.
Aunque no se conoce con exactitud el significado de las pinturas, en ellas se pueden apreciar escenas de rutina, su relación con los animales (que aparecen más grandes debido al respeto que le guardaban a la naturaleza), así como mitos y leyendas, comportamientos en comunidad, entre otros.
Juan Manuel Santos resaltó la labor del sector ambiente y aseguró que le entregará al nuevo gobierno un total de 43 millones de hectáreas protegidas, “un área mayor que Japón o Italia”, por lo que pidió defender los logros en materia ambiental.
“Colombia es un país privilegiado, es el más rico en materia de biodiversidad. De manera que los colombianos tenemos que preservar la paz, que es la mejor amiga del medio ambiente. La guerra significó verdaderos ‘ecocidios’”, dijo Santos desde el corazón de la Amazonía, al hacerle un llamado a los colombianos a “que interioricen ese mensaje y se dediquen a proteger la paz y el medio ambiente”.
Debido a la importancia del lugar y lo delicado de su flora y su fauna, Chiribiquete permanecerá cerrado al público. Sin embargo, la Lindosa sí recibe visitantes.