¿Cómo superar el cuello de botella en las pruebas de Covid? | El Nuevo Siglo
Foto Presidencia de la República
Jueves, 30 de Julio de 2020
Redacción Nacional

Las PCR (reacción en cadena polimerasa, por sus siglas en inglés) son pruebas rápidas, un examen especializado que permite detectar la presencia de material genético del coronavirus en el organismo humano -resultado positivo- y en caso contrario -resultado negativo- demandará de una segunda prueba, que a veces se repite cuando el paciente ya está recuperado.

En teoría, se supone que la toma de muestras y entrega de resultados sería en cuestión de horas, a lo sumo dos o tres días. Sin embargo, la Procuraduría, la Contraloría y hasta la Superintendencia Nacional de Salud han denunciado que las EPS encargadas del procedimiento han tardado en casos extremos hasta 72 días.

Incluso, recientemente el propio ministro de Salud, Fernando Ruiz, admitió que “hemos sido víctimas de nuestro propio invento”, para referirse al crecimiento inusitado de la demanda de pruebas debido a la propagación del contagio por Covid-19.

El ministro Ruiz, sin embargo, aclaró que la práctica de estas pruebas y la entrega de resultados “es una cadena de procedimientos” que involucra no solo a las EPS sino también a las IPS, así como a los laboratorios privados encargados del análisis científico, sobre todo cuando las muestras tienen que ser enviadas a centros especializados de las grandes ciudades.

De ahí que, como denunció el superintendente de Salud, Fabio Aristizábal, en la Comisión Séptima del Senado, cerca de 34.000 pruebas han tenido problemas y demoras.

“Algunas pruebas estaban mal diligenciadas. No tiene nada que ver con la EPS, sino que la IPS o quienes las diligencian usaban marcadores que se les borraban. Esas pruebas llegaban al laboratorio donde eran procesadas, pero no tenían cómo identificar el usuario ni a quién entregarle el resultado de esa prueba”, dijo el funcionario.

En cualquier caso, se pasó de realizar menos de 400 pruebas PCR en marzo, a más de 31.000 diarias esta semana. Colombia, desde que comenzó la pandemia oficialmente a comienzos de marzo, ha procesado más de un millón y medio de muestras.

Sin embargo, el represamiento de resultados llevó al desespero al alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, que denunció penalmente “por negligencia” a cinco EPS, mientras la Contraloría advirtió que iniciará actuaciones fiscales y el procurador Fernando Carrillo habló también de la “falta de compromiso” de dichas entidades privadas.

“Estamos llamando a la responsabilidad y el compromiso de las EPS y los laboratorios para que le respondan a la ciudadanía. No tiene sentido pensar en que con los recursos que están recibiendo las EPS en Colombia se esté pecando de esta manera en la toma de las muestras, en la entrega de los resultados, en el rastreo y en seguimiento de todos los casos en esta pandemia”, dijo Carrillo al lamentar la entrega de resultados hasta 34 días después.

Cómo superar la crisis

Pero más allá del diagnóstico, lo que hay que preguntarse es cómo salir de esta encrucijada que compromete al sistema de salud del país.

De acuerdo con el médico Juan David Ramírez, director del Laboratorio de Microbiología de la Universidad del Rosario, el problema del represamiento de pruebas Covid no es la capacidad de los 106 laboratorios autorizados en el país, sino la mayor demanda.

“Son dos aspectos: las EPS tardan hasta dos semanas en tomar la muestra para enviarla al laboratorio y luego otras dos semanas en la entrega del resultado al paciente”, le dijo el experto a EL NUEVO SIGLO.

De acuerdo con Ramírez, el procesamiento de la prueba en los laboratorios tarda entre 48 y 72 horas máximo. “De hecho, el Instituto Nacional de Salud (INS) autoriza un laboratorio siempre que se comprometa en lo que se llama la oportunidad del diagnóstico, es decir, que se comprometa a emitir ese resultado en máximo tres días”, explicó.

En su opinión, lo que se requiere para superar este cuello de botella es que “a las EPS se les dé un plazo máximo de dos días para enviar la muestra al laboratorio y que el resultado se entregue antes de las 24 horas siguientes”.

“Menos crítica, más ideas”

Por su parte, la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), gremio que agrupa a las diez más grandes EPS del país, consideró que las empresas del sector han sido “maltratadas”.

Su presidente ejecutivo, Gustavo Morales, le explicó a este Diario que al comienzo de la pandemia se definieron los criterios para realizar las pruebas PCR.

“En principio solo las practicaba el INS y los laboratorios de salud pública departamentales, pero después en un acto desesperado el Gobierno pidió auxilio a las EPS. Y lo estamos haciendo con mucho gusto, aunque no nos corresponde. Pero es preferible hacerlo que ampararnos en la ley para no hacerlo”, afirmó.

Según Acemi, las EPS, las IPS y los laboratorios trabajan 24 horas al día siete, días a la semana para procesar las pruebas. “Antes de la pandemia no hacíamos unas 400 pruebas, hoy hacemos 31.000 al día. Hemos tenido tanto éxito al llegar a este número de pruebas que ahora tenemos una gran congestión. Entonces no es falta de compromiso. El Procurador en vez de estar criticando debería ayudar a conseguir los reactivos, los robots, personal especializado”, sostuvo el exsuperintendente Morales.

El directivo precisó que “nadie estaba preparado para esta situación”, por eso para superar esta crisis se han dado varios pasos. Uno, el nuevo lineamiento que definió el Ministerio de Salud y que incluye dos componentes: que no es necesaria la segunda prueba para los pacientes que cumplieron 15 días de confinamiento y superaron el virus.

A ello se suma que la Cartera de Salud autorizó realizar las muestras de antígeno, un procedimiento mucho más rápido y económico.

El otro es que “no es necesaria la prueba para activar el protocolo de atención Covid, es decir, que la persona se quede en casa y, con síntomas o asintomático, les avise a sus contactos que pudo haberse contagiado de Covid”.

En otras palabras, como advirtió el Ministro de Salud, “lo mejor no es la prueba PCR, sino el aislamiento”.