Según los cálculos de la Cepal, Colombia está en el cuarto puesto de las economías que impulsarán a América Latina durante los próximos 15 años.
En total son 7 las economías que impulsarán el 90% de la economía de la región. El primero será México, que aportará el 30% del Producto Interno Bruto, seguido de Brasil con 19% y Argentina con 10%.
En este sentido, en los últimos dos años, los mercados colombianos han comenzado a digerir las notables transformaciones que ha experimentado la economía por cuenta de los menores precios de las materias primas, del endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos y del débil dinamismo de las economías desarrolladas.
En este sentido, estas transformaciones han comenzado a señalar la necesidad de un nuevo liderazgo sectorial, donde la producción de bienes transables no tradicionales tendrá que convertirse en un pilar firme y sólido para la dinámica de crecimiento local, dado el detrimento del sector minero-energético.
En efecto, para los próximos años, la industria y el sector agropecuario están llamados a ser los pilares no solo del crecimiento sino del desarrollo social de nuestro país.
- Asobancaria
En este contexto, de acuerdo a Asobancaria, la importancia de América Latina para la economía colombiana no es desfavorable, teniendo en cuenta que la región representa alrededor de la mitad de las exportaciones no tradicionales colombianas.
Sin embargo, según el informe, “el panorama macroeconómico latinoamericano luce inquietante en el corto plazo toda vez que viene en un marcado proceso de desaceleración y ahora de recesión”.
En efecto, mientras que la expansión económica de la región en el periodo 2010 - 2014 fue de 3,7%, para 2015 se contrajo en 0,8% y se espera que en 2016 se mantenga en terreno negativo, un hecho sin precedentes en las últimas dos décadas.
No obstante, estas dificultades se han venido gestando en medio de realidades económicas heterogéneas de cada país, muchas de ellas resultado de los distintos modelos de desarrollo, de las diferencias en la estructura económica y de la configuración de los socios comerciales, entre otros elementos.
Sin embargo, el diagnóstico acertado de la coyuntura a nivel regional implica entender las diversas características de los elementos y drivers que la demarcan.
Por su parte, Asobancaria en su edición 1055 de la semana económica, analizó el desempeño de la región en los últimos 25 años y los retos en la actual coyuntura.
Dicho así, concluyeron que, Latinoamérica, en los últimos 25 años ha experimentado importantes transformaciones económicas y sociales. “La tasa de crecimiento promedio durante este periodo alcanzó el 3,5% e, incluso, después de 2014, la región alcanzó ritmos de expansión cercanos al 4,3% gracias al auge de los precios de las materias primas”.
Sin embargo, aseguraron que durante estas dos décadas y media sobresalen múltiples episodios de crisis y desaceleración económica que, en unos países más que en otros, profundizaron la magnitud y duración de sus ciclos.
- Fragilidad
Pese a que la región ha podido mejorar muchos de los indicadores macroeconómicos más relevantes en los últimos 25 años, la actual coyuntura ha revelado la fragilidad en algunas economías y ha puesto en peligro muchos de los logros alcanzados.
El contexto económico latinoamericano actual ha estado enmarcado por importantes choques externos, buena parte de ellos asociados a la reducción de las cotizaciones de los bienes básicos y a la alta incertidumbre en los mercados financieros internacionales, factores que han generado un impacto heterogéneo y asimétrico entre las subregiones, dadas las diversas estructuras productivas y las respuestas de política propias de cada país.
En efecto, mientras los países de América del Sur, principalmente aquellos exportadores de materias primas, han tenido que adaptarse a un nuevo contexto de precios bajos, Centroamérica, Panamá y algunos países del Caribe se han beneficiado de la dinámica de los commodities y de la debilidad en los precios de los productos energéticos, pues estas regiones tradicionalmente se han caracterizado por ser importadoras netas de hidrocarburos.
No obstante, a pesar de la drástica caída de los precios de las materias primas y el deterioro en las perspectivas de crecimiento, América Latina será un importante polo de crecimiento durante los próximos 15 años. Nuestro análisis de PIB incremental por regiones en el mundo, nos habla de que el crecimiento que aportará la región en los próximos tres lustros será similar a la contribución de la Zona Euro.
Incluso, el crecimiento del PIB per cápita será mayor en los países de América Latina, al crecer en cerca de 50%, mientras que en la Zona Euro lo hará en 37%. Sin embargo, la región les perderá el paso a países como China, India y Estados Unidos, que aportarán hasta siete veces más, en el caso de China, y dos veces más, en el caso de India.
- Depresión
Por consiguiente, según Asobancaria, a diferencia de Brasil, la economía de Venezuela continuará con una fuerte depresión económica en la medida en que la situación política no cambie y los precios de crudo se mantengan bajos, lo que derivará en un estancamiento en el crecimiento durante el periodo de estudio y una caída en su ingreso por habitante.
Aseguran también que América Latina será un importante polo de crecimiento durante los próximos 15 años. El crecimiento que aportará la región en los próximos tres lustros será similar a la contribución de la Zona Euro. Por lo tanto, esto plantea un reto para la región en el largo plazo en la medida en que el crecimiento del ingreso por habitante dependerá de una pronta recuperación y de la aplicación de políticas económicas encaminadas a mejorar la competitividad de las exportaciones, sostener la demanda interna y atraer la inversión extrajera directa.