El comercio cerrado, sin clases y una movilización, marcaron el primer día de paro cívico en el departamento del Chocó y que se extenderá por tiempo indefinido, a causa de lo que califican como abandono total por parte del Estado.
Los organizadores de la protestas señalan que el reclamo es por la construcción y mejoramiento de vías, intercomunicación con el interior del país, mejores condiciones para los servicios de salud, educación, agua potable, alcantarillado, interconexión eléctrica y medidas que permitan reducir los elevados índices de pobreza, indigencia, desnutrición, mortalidad y desempleo.
Uno de los coordinadores de la protesta, Jorge Salgado, publicó en redes sociales los reclamos de los manifestantes y señaló que el Gobierno nacional tradicionalmente ha incumplido las promesas de desarrollo para el departamento de Chocó.
Leonardo Montoya, miembro de Comité Cívico por la Dignidad del Chocó, en diálogo con La W dijo que “son más de 100 los muertos que ha dado el Chocó para tener unas vías de acceso. Pero esta es la hora en que no hemos podido terminar ninguna de las dos vías, ni las que nos conducen por el Eje Cafetero, ni la que no saca por Antioquia. Es un acto de desigualdad cuando se ve que hacia el oriente de Colombia se hacen vías 4G y las del departamento de Chocó no llegan ni a 2G ni a 1G”.
El dirigente dijo que pese a que el departamento tiene dos costas, “aquí se muere nuestra gente sin conocer siquiera el mar Pacífico, sin disfrutar de nuestras riquezas y bellezas, por la falta de vías”.
Posterior a la marcha de ayer, los líderes adelantaron junto con la comunidad un cabildo abierto donde se expuso el pliego de 10 puntos, con cerca de 200 peticiones que pretenden tenga una respuesta favorable por parte del Gobierno nacional.
Y, a propósito del paro cívico promovido por las comunidades del Chocó, donde la Defensoría del Pueblo juega un doble papel como garante del derecho a la protesta pacífica y como facilitador para propiciar una respuesta eficaz del Estado y sus instituciones, el organismo de control volvió a evidenciar que la situación en el Hospital San Francisco de Asís de la ciudad de Quibdó, no presenta una mejora significativa en relación con la visita del Defensor del Pueblo, Alfonso Cajiao, realizada cuatro meses atrás, e incluso tanto los pacientes como el personal asistencial consideran que está empeorando.
La situación de deterioro de la infraestructura es palpable en la mayor parte de las instalaciones, con goteras y techos a punto de caerse, en habitaciones y hasta en las zonas cercanas a los quirófanos. El mayor riesgo lo enfrentan las madres y los bebés que se ubican en el área de maternidad, donde se registró la peor situación: paredes con humedad y moho, goteras, camas y equipos médicos deteriorados y oxidados, así como habitaciones sin puertas.
Durante la visita nocturna realizada por el equipo interdisciplinario de la Defensoría, los asesores médicos de la Entidad pudieron evidenciar que el servicio de urgencias contaba con una sobreocupación del 150%, donde resultan insuficientes las 42 camas disponibles y se debía acudir a camillas ubicadas en pasillos.