Clientelismo, entre misión y acción: Fajardo | El Nuevo Siglo
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Domingo, 20 de Agosto de 2017
Carlos J. Murcia
Sergio Fajardo manifestó que por el momento se está avanzando en la Alianza política para hacerle una propuesta al país y evitar casos como el de Odebrecht 

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Cambiar la manera de hacer política, eliminar la compra y venta de votos, es la forma como se podría comenzar a erradicar la corrupción en el país y evitar lo ocurrido por ejemplo con el caso de Odebrecht. Así lo sostiene Sergio Fajardo, precandidato presidencial por el  movimiento Compromiso Ciudadano. De la misma manera el exgobernador de Antioquía criticó que hay muchas misiones de expertos, pero pocas acciones.

EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo avanza la alianza con Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Enrique Robledo del Polo Democrático?

SERGIO FAJARDO: Tenemos un punto en común que es contundente, la lucha contra la corrupción y el clientelismo, pero para poder avanzar en la alianza tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo en una propuesta para el país. Es decirle a Colombia estos son nuestros elementos, así entendemos el desarrollo económico, social, productivo, los diferentes componentes de una sociedad, tenemos que ser capaces de discutirlas y presentarlas a Colombia. Esto no puede ser una alianza en la cual nos juntamos y voten por nosotros, porque gobernar es muy difícil. Cada quién está haciendo su trabajo, nosotros estamos recogiendo nuestras firmas, yo he sido gobernante, gobernador, alcalde, sabemos qué es el territorio, sabemos qué significa una verdad, una comunidad.

ENS: ¿Esa alianza se podría ampliar con otros sectores?

SF: Todavía no tenemos esta alianza para estar pensando si se puede ampliar, primero lo primero, y después vemos si se puede ampliar.    

Lucha contra la corrupción

ENS: Hablemos de los problemas de corrupción donde salieron salpicados dos ex magistrados y tres ex senadores, ¿cómo enfrentar este fenómeno?

SF: Quiero empezar repitiendo una frase que llevo años escribiendo y explicando y es que la corrupción es una empresa criminal, más difícil de combatir que la guerrilla y el narcotráfico o las bandas criminales, eso lo escribí hace años. Lo que estamos viendo son las dimensiones de la corrupción en nuestro país. En todas partes nos dicen ¿y cómo van a acabar con la corrupción? Yo siempre empiezo diciendo cómo no vanos acabar con la corrupción, porque hay una trampa entre comillas colombiana y es que en Colombia habitualmente se cree que cada problema se soluciona con una nueva ley y hay una gran cantidad de leyes y leyes y leyes, y no se reflexiona acerca de las causas profundas del problema que queremos resolver, yo no tengo la menor duda que necesitamos unas leyes, que hay que afinar muchas cosas de las que tenemos, pero lo más paradójico es que los que no cumplen con las leyes actuales, después van a presentar una ley para decir que con esa sí.

ENS: ¿Y entonces cómo se resuelve?

SF: La primera observación a este problema es que no se trata de leyes, se necesitan pero la solución no está asociada con más y más leyes si no se revisa profundamente el comportamiento ético de las personas en el contexto de la política y lo público. Dicho eso, a mí me gusta explicar, la corrupción entra en Colombia en público por las campañas electorales, de la forma como se llega al poder así se gobierna, y simplificando al máximo se arma una empresa para ganar, pagan para llegar al poder y después cuando llegan al poder van a robar, van a recuperar la inversión y la van a multiplicar. ¿Y cómo se multiplica y se recupera la inversión?, con puestos, contratos y la impunidad. Si entendemos eso que habitualmente se ignora, podemos avanzar en la solución del problema de la corrupción a pasos agigantados.

ENS: ¿Cómo lo ha venido analizando?

SF: La primera parte del problema es ¿cómo llegar al poder?, y la solución es no pagar para llegar. Eso significa ni un peso por un voto en las múltiples formas que hay para conseguir un voto. Y si usted no paga para llegar después cuando llega no tiene que  pagar y puede gobernar de manera diferente. Eso se llama transparencia y no tiene que llegar a repartir el Estado para los intereses de individuos que participaron en el negocio para llegar al poder. Ahí es donde está la clave y los ejemplos que estamos viendo son contundentes, respecto a eso, y un par de palabras que podría sintetizar esto que es “Ñoño y mermelada”, ahí es donde está la trampa en Colombia.  

ENS: ¿Entonces la solución está en endurecer la reforma política en curso en el Congreso?

SF: Eso no va pasar en la reforma política. Este Congreso no ha sido capaz de reformarse, aquí no ha habido reforma a la justicia, estamos viendo una y otra vez lo que significa el clientelismo que llega a través de las elecciones, del Congreso, y cómo está permeando los diferentes poderes del Estado. Es una falacia pensar que eso se va a transformar ahora en una reforma política, no es posible. No va pasar porque quienes están en el Congreso la gran mayoría hace parte de esa cadena del clientelismo que se convierte en corrupción.

ENS: Ya hasta plantean una constituyente solo para temas judiciales, ¿qué opina?

SF: Es una expresión natural de esa impotencia, porque como algunos han dicho, las personas que están allí han llegado con estas reglas, que son las reglas perversas que les abren las puertas a la corrupción. Y pensar o esperar que ellos mismos van a transformar  el mecanismo que les ha dado resultado, es utópico. Eso hace pensar que la solución pasa por hacer una reforma constitucional o una Asamblea Nacional Constituyente, y yo entiendo la impotencia. Yo creo que el primer paso para empezar a transformar todo eso está en las elecciones, ¿a quiénes vamos a elegir el año entrante? ¿Cuántos de quienes se están eligiendo o se van elegir van hacer parte de esas cadenas que se reúnen, y estos ponen tantos votos? Podemos ponerlo con el ejemplo, ¿el Ñoño cuántos votos puso para la elección? Y el que pone votos hay que pagarle por los votos que puso. Si nosotros no rompemos con eso en las próximas elecciones, nos quedamos en mundos que no existen, y la frustración  de la gente aumenta y eso se expresa en el malestar profundo de la ciudadanía, donde no existe el más mínimo respeto por la política y lo público, un país así tiene un problema muy grande y no creemos que los que lo han creado lo van a resolver.

ENS: Pero se han creado misiones de expertos para hacer reformas, ¿han funcionado?

SF: En estos últimos tiempos hemos tenido la misión rural, buenísima, gente inteligente que entiende el problema; misión de la transformación de la Policía, que no sabemos en qué termino; en estos momentos está en marcha una misión del gasto para hacer las recomendaciones, tuvimos una misión electoral, tenemos misiones para todo, pero de la misión a la acción ahí queda Colombia atrapada, y es que el clientelismo se interpone entre la misión y la acción. 

 Acuerdos de paz

ENS: ¿Qué haría usted con los Acuerdos de paz, los implementaría o los ajustaría?

SF: En Colombia hemos perdido de vista las cosas que están pasando o el orden en el que están pasando, me explico: hubo cuatro años de negociación y se entregó un texto de un acuerdo, 300 páginas. Creo que se cometió un error fundamental que ha sido muy costoso para nuestra sociedad, y es que no se hizo la pedagogía de la paz por parte del Presidente, quien era el que conducía el proceso. Los costos de no hacer esa pedagogía se reflejaron en la elección, y en lo que hoy vemos en muchas partes, 300 páginas de un acuerdo sin pedagogía. Después, hoy en lo que estamos, de las páginas se tiene que pasar al Congreso para que se convierta en leyes, eso es lo que está pasando hoy en Colombia en el Congreso de la República. A mí me llama la atención porque no se hace el énfasis suficiente, hoy se están haciendo las leyes que se van a tener que convertir después de leyes en llegar a los territorios.

ENS: ¿Cómo ve la paz en los territorios?

SF: Es en este momento la parte más importante para el Acuerdo de paz, pasar del acuerdo de las páginas a las leyes que se implementan y se diseñan en el Congreso. Es ahí donde está la clave y hoy está en marcha un proceso que es más importante para lo que viene y para Colombia y lo estamos ignorando o no se le da la relevancia que tiene, y es la selección de los magistrados que van hacer parte de la Jurisdicción Especial de Paz. Esas personas que escojan van a tener la responsabilidad más grande en términos históricos en Colombia, porque por ellos van a pasar las disputas de tierras, las condenas de quienes han participado en toda la violencia y a eso no se le está poniendo atención. Y si no escogen bien, y si vemos lo que acaba de pasar con los magistrados de la Corte Suprema que han deshonrado a la justicia, al derecho, a sus colegas, nosotros estamos en un problema muy grande. Entonces en Colombia estamos hablando del próximo Presidente qué va a hacer y nos estamos descuidando en lo que está sucediendo y este gobierno debe empezar a llegar a los territorios. ¿Y cómo llegamos al territorio, qué significa llegar a unas veredas, a unos municipios, cómo se implementan los programas, cómo participa la comunidad, cómo se prioriza? Ahí es donde viene el reto para Colombia.

ENS: ¿Estamos mal enfocados?

SF: Esta Colombia cree que se necesitan más leyes y se distrae mirando para donde no es y deja de mirar lo que está pasando, que es lo que yo creo que es hoy el momento más profundo del proceso de paz con respecto a lo que va a pasar.

ENS: ¿Ha hecho más diálogo con la comunidad?

SF: Eso se llama pedagogía, aquí no se explicó bien el sentido del proceso, no se explicó de parte del Presidente, quien era a quien le correspondía explicar las bondades de un proceso de paz ¿Por qué para Colombia es y era importante explicar los obstáculos que tiene, por qué hay obstáculos en este tipo de cosas? Pero si no se explica queda un vacío y llegan otras personas, y llenan ese vacío con sus explicaciones o aumenta su incertidumbre y eso se convierte en desconfianza, eso es una falla garrafal. Pero debo decir que yo creo en el proceso de paz, no tengo la menor duda acerca de su necesidad y lo que nosotros necesitamos.

ENS: ¿Y el proceso de paz con el Eln cómo lo ve?

SF: Yo espero que termine bien, confío en el equipo negociador, las personas que están negociando en Ecuador son personas serias que tienen un sentido del Estado, sin duda tiene en frente lo que ha sido la experiencia de la negociación con las Farc, creo que son personas serias y responsables, que nosotros en Colombia podemos confiar, creo en ese criterio, esperemos que termine bien y que se avance lo más pronto posible.

Reactivación económica

ENS: ¿Qué propone a nivel económico?

SF: Todavía falta mucho tiempo para decir muchas cosas y estamos en un contexto donde se está discutiendo el Presupuesto para el año 2018 y lo que está claro es el contexto económico y lo que viene para el próximo gobierno. Esta es una economía que está estancada con un crecimiento en el mejor de los casos, siendo optimista, del 2 por ciento y sabemos perfectamente los problemas que enfrenta el próximo Presidente, que tiene que ver con la reforma pensional, la reforma a la salud, la reforma a la justicia, los acuerdos de paz y no he hablado de educación. Todo esto debe ser algo muy organizado, sin duda que en este momento que las tasas de interés bajen, reactivar el consumo interno, que se den los cierres financieros de los proyectos de infraestructura, que la vivienda se reactive, todo eso hace parte de lo que necesita el país.

ENS: ¿Y a nivel educativo?

SF: Son muchos los retos, pero lo que yo quiero hacer y presentarle a nuestro país, es mostrarle a Colombia y esto se puede hacer, es cómo usted integra educación, ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y cultura para hacerlo el eje de la transformación del país. El principal reto educativo es mejorar la calidad, pero ese es un lugar muy fácil de decir, pero no así mostrarle a Colombia dónde está la educación entendida en ese sentido amplio, y empecemos a pensar de manera diferente y eso va acompañado con diferentes acciones que fortalecen cada una de estas actividades, otra forma de acercarse, el primer paso es convertirlo en primer punto del país. Colombia necesita un gran programa de emergencia de pedagogía.  

 

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