Una condena regional más enérgica contra el gobierno de Nicolás Maduro, pidió la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, tras anunciar una nueva ayuda para los migrantes venezolanos que han llegado a Colombia.
“Es tiempo de que los países de la región que están ‘sufriendo’ la migración (...) condenen a Maduro y le digan que es tiempo de irse”, dijo.
La diplomática se pronunció de nuevo contra el gobierno de Maduro durante una visita que hizo al lado colombiano de la frontera con Venezuela y luego de recorrer el paso por el puente Simón Bolívar, tras asistir a la asunción de Iván Duque como nuevo presidente de Colombia.
“Cuando una región se calla acerca de lo que hace uno de los suyos, entonces la comunidad internacional no se entromete, (...) cuando lo condenan, la comunidad internacional escucha”, agregó.
Señaló también que ha habido sanciones al gobierno venezolano desde Estados Unidos y Europa. “Pero necesitamos que cada Jefe de Estado de la región se pronuncie sobre la situación de Venezuela y contra el presidente Nicolás Maduro”.
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“Es momento de que la región se pronuncie frente al fenómeno migratorio para que la comunidad internacional apoye e intervenga, es necesario que los gobiernos de los distintos países se pronuncien contra lo que está haciendo Maduro”, indicó la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas.
La funcionaria norteamericana aprovechó su visita al puesto fronterizo de Cúcuta para anunciar una nueva donación de nueve millones de dólares suplementarios a los 60 que ya ha entregado a Colombia para aliviar la situación de los migrantes venezolanos en el país.
Más de un millón de personas han ingresado a Colombia desde el país vecino en los últimos dieciséis meses, la mayoría con intenciones de quedarse, según autoridades.
Se calcula oficialmente que unos 820.000 venezolanos han sido regularizados temporalmente, tras huir de la crisis económica en su país.