Fue durante su campaña electoral cuando el actual presidente de Francia, Emmanuel Macron, prometió que prohibiría los teléfonos inteligentes para los niños en guarderías, escuelas primarias y secundarias. La medida causó una enorme polémica y nuevamente sale a relucir, ya que está a punto de hacerse realidad.

Diversos políticos franceses afirman que más del 90 % de los niños entre 12 y 17 años de edad, acuden a los colegios con su teléfono móvil. El objetivo sería ayudarlos a enfocarse más en las clases y desconectarse de la red durante la jornada escolar. ¿Es acaso una buena idea?

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'Desintoxicar' a los jóvenes

Imagen de referencia. AFP.

La nueva ley establece que, bajo ninguna circunstancia, ningún estudiante puede hacer uso de un teléfono inteligente en clase, descansos u horas de receso. Prácticamente, no les será permitido ingresar a la institución académica con un móvil.

Legisladores del partido La République En Marche, al que pertenece el mandatario francés, indicaron que con esta medida los jóvenes tendrán el "derecho a desconectarse" durante la jornada escolar. Algunos incluso propusieron que la limitación se aplicara también a todos los adultos de la escuela, a fin de dar el ejemplo a los más jóvenes.

Sin embargo, el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, aseguró que en el caso de los adultos esto no era necesario, por lo que los sacó del debate. El funcionario propuso además que todos los colegios tuvieran casilleros para que los alumnos dejaran allí sus dispositivos apenas arribaran al colegio; no obstante, los colegios no estuvieron de acuerdo ya que esto sería "costoso, poco práctico y difícil de controlar".

Opositores a la ley plantearon distintas dudas, ya que no fueron ofrecidos los detalles exactos de cómo los colegios cumplirán con la normativa; por ello, se accedió a que cada institución educativa implemente sus propias reglas. Sin embargo, se hizo oficial este miércoles que se permita el uso de dichos equipos si hay actividades pedagógicas que los requieran, así como también para actividades extras y alumnos discapacitados.

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El objetivo final de esta medida, que entra en vigencia a partir de septiembre de 2018, es hacer que las personas reflexionen sobre el uso de teléfonos inteligentes en la sociedad, incluyendo a los adultos. Expertos aseguran que los más pequeños se han vuelto adictos a dichos aparatos, lo que no les permite concentrarse en sus estudios.

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