Mientras para la Casa Blanca el área sembrada pasó de 209.000 hectáreas a 208.000, para el Simci de la Undoc se redujo de 171.000 hectáreas a 169.000

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Semanas atrás el informe de la Casa Blanca al Congreso de los Estados Unidos indicó que al cierre de 2018 la extensión de sembradíos ilegales había cerrado en 208.000 hectáreas, es decir, mil menos que las 209.000 reportadas al cierre de 2017.

De acuerdo con el gobierno estadounidense y la Casa de Nariño, lo más importante fue que por primera vez en siete años se rompió la tendencia creciente de los narcocultivos en Colombia que en menos de cinco años pasaron de 45.000 hectáreas sembradas en 2013 a más de 209.000 al cierre de 2017.

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Ese buen resultado fue ratificado ayer por el presidente Iván Duque, quien aseguró que “veníamos con una tendencia de crecimiento del 30% por año en los últimos años hasta agosto del año pasado. Este reporte muestra que por primera vez en prácticamente siete años se quebró esa tendencia de crecimiento exponencial, no solamente paró sino que se registra un descenso en el área sembrada cercano al 1,2%. La pregunta que hay que hacerse es si no se hubieran adoptado las medidas que adoptó este gobierno, ¿cuál sería la cifra que estaríamos presentando hoy? Y seguro esa cifra estaría por encima de las 120.000 hectáreas”.

Según el Mandatario, “hay departamentos donde se han venido tomando una multiplicidad de acciones que queremos multiplicar. El mensaje central de este reporte es que hay un encuentro con el reporte del Departamento de Estado de los Estados Unidos de que el año pasado se quebró esa tendencia de crecimiento exponencial y se presentó una reducción, que es leve, desde el punto de vista porcentual pero hay que mirarlo contrafactualmente sobre qué hubiera pasado si no aplicáramos esas políticas. Este mensaje lo recibimos dándonos cuenta que vamos en la dirección correcta”.

Este viernes se conoció el informe de Monitoreo de Territorios Afectados por Cultivos Ilícitos 2018 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Undoc) en el Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de la ONU (Simci).

Según el representante de la Undoc, Pierre Lapaque, “el área sembrada de coca a corte del año pasado tuvo una ligera reducción al pasar de 171.000 hectáreas a 169.000, celebro esta tendencia. La situación de estabilidad se debe a un efecto de compensación, la coca se redujo en nueve departamentos pero los incrementos en Norte de Santander, Bolívar y Cauca compensaron esta reducción”.

Sin embargo, el funcionario señaló que Colombia está todavía “en los niveles de cultivo de coca más altos en la serie histórica que se inicia en 2001. Y es necesario mencionar que los cultivos de coca están cada vez concentrados. El 68% está en 5% del territorio nacional, la concentración ofrece el escenario de unos territorios con muchas hectáreas de coca por kilómetro cuadrado donde las comunidades son vulnerables al narcotráfico y donde existen restricciones para la seguridad y el desarrollo. La zona del Tambo en el Cauca, Gabarra, en Norte de Santander, Taraza y Valdivia en Antioquia son ejemplos de esas condiciones, hay una profesionalización del cultivo de esas zonas”.

Y agregó que hay mejoría en algunos territorios: “54% del cultivo afectado mostró tendencia a la reducción. Ocho departamentos tienen menos de 100 hectáreas de coca. Si esos departamentos implementan estrategias como la de Caldas que fue declarada libre de cultivos de coca es factible que logre eliminar la coca de su territorio a mediano plazo”.

Según el funcionario, la estrategia Ruta Futura es una alternativa para enfrentar los cultivos ilícitos en el país. Frente a esto, el presidente Duque aseguró que “esta política es de carácter integral que lanzó nuestro Gobierno que pasa por los temas de erradicación, sustitución, desarrollo alternativo, pago por servicios ambientales hasta la ruptura de la cadena logística de lavado de activos y la cadena criminal”. El objetivo es también, anotó, “enfrentar el microtráfico”.

Los otros informes

El 26 de junio la Casa Blanca publicó un informe en el que aseguraba que en 2018, justo cuando entró en ejercicio el gobierno Duque, se registraron 208.000 hectáreas de coca sembradas en Colombia, mil menos que el año inmediatamente anterior. Además la producción, según el organismo, descendió en el país de 900 toneladas de cocaína a 887 en 2018.

En el informe mundial de consumo y tráfico de drogas de la ONU, por otro lado, aseguró que la producción de cocaína creció un 25% entre 2016 y 2017 llegando a una cifra de 1.976 toneladas. En el estudio, Colombia terminó como el país donde más terreno había sembrado, más de 200.000 hectáreas, sin contar que fue calificado como la nación donde hay la mayor producción de cocaína de alta pureza del mundo, con más el 70%.

De hecho, el canciller Carlos Holmes Trujillo en su última gira en Estados Unidos se reunió con el director de la Oficina de Lucha Contra las Drogas de la Casa Blanca, James Carroll. Según el funcionario los miembros de las agencias estadounidenses expresaron su reconocimiento a la lucha contra el narcotráfico así como el compromiso de la potencia de trabajar en conjunto en este frente.

En la visita Holmes también habló con el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien reconoció el gran esfuerzo del actual Gobierno para acabar con las drogas en Colombia. Luego del encuentro el embajador de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, quien también hizo presencia en la reunión destacó que “el mensaje frente al tema de drogas que dio hoy Pompeo es que le parece muy importante que se haya logrado que no crezcan los cultivos, eso es un hito, ahora toca empezar a bajarlos. Y dentro de eso es importante que la fumigación se convierta en un instrumento. Pero eso depende de la Corte y ellos lo tienen muy claro”.

Al respecto la Corte Constitucional en una aclaración de sentencia dejó en manos del Consejo Nacional de Estupefacientes la decisión de fumigar los cultivos ilícitos en Colombia.