UN AIRE acondicionado puede hacerte la vida más cómoda cuando las temperaturas suben o bajan. Pero, ¿cómo te das cuenta de que ya no puedes confiar en él? Tal vez no esté enfriando o calentando como antes o hayas notado que no está funcionando tan eficientemente como solía hacerlo. Al igual que todos los electrodomésticos, tu aire acondicionado no durará toda la vida, aunque definitivamente lo tendrás a tu lado por mucho tiempo si has hecho una inversión inteligente y has sabido cuidarlo.
Pero, incluso un aire acondicionado bien mantenido de cierta edad podría tener problemas. Por eso Daikin, líder en climatización, brinda una lista con aquellas alertas que deben encender en ti una luz roja. Si reconoces alguna, no dudes en contactar a un profesional para determinar si la reparación es una opción, o debes comprar un nuevo equipo.
1. La unidad está soplando aire caliente o frío que es inconsistente con los ajustes de temperatura: uno de los problemas más comunes en una unidad de aire acondicionado antigua es que simplemente no enfría ni calienta. Todavía puede producir niveles de aire regulares, pero el aire no sale frío ni caliente según su configuración. De vez en cuando, durante el uso regular, puede experimentar algo de aire caliente en un ambiente frío, pero si tu unidad deja de producir aire frío por completo o viceversa, es hora de investigar qué sucede.
Las temperaturas inconsistentes también son un signo de problemas. Se supone que tu equipo debe proporcionar una temperatura de aire constante en la configuración que hayas elegido. Cuando ciertas habitaciones se convierten en zonas frías, y otras no parecen tener aire frío en absoluto, podría significar que tu unidad está a punto de colapsar.
2. Disminución en el flujo de aire: durante la operación, sale poco o nada de aire de las rejillas de ventilación. Una disminución significativa en el flujo de aire podría ser otra señal de que el compresor está en su última etapa. Si tu termostato está configurado a una temperatura razonable y tu hogar aún está demasiado caliente o frío, entonces tu sistema de aire acondicionado definitivamente no funciona a su nivel óptimo. Recuerda que la primera opción es verificar los filtros, pero podría ser hora de buscar una nueva unidad.
3. Emite ruidos u olores extraños: un sistema de aire acondicionado en pleno funcionamiento debe funcionar casi en silencio. Si conoces bien a tu unidad, estarás familiarizado con los pequeños sonidos que emite a medida que avanza. De hecho, esos ruidos serán una parte de la sinfonía sonora de tu vida. Entonces, cuando escuchas algunos inusuales es hora de actuar. Los cambios menores podrían indicar simplemente la necesidad de algunas reparaciones. Sin embargo, si el ruido es un poco extraño, esto podría indicar un problema grave que conlleva al reemplazo de la unidad. Lo mismo ocurre con los olores inusuales, pues cuando estos son desagradables pueden significar que el aislamiento de tu aire acondicionado se ha dañado o que los conductos se encuentran con moho.
4. Fugas o exceso de humedad: dependiendo del tipo de aire acondicionado que tengas, es normal una pequeña cantidad de condensación o goteo de agua en el exterior de la unidad -es decir, fuera de la casa-. Pero la mayor parte del tiempo la unidad debe permanecer seca, esté o no en uso. Si notas humedad dentro de la casa, un aumento repentino de la condensación o una fuga, debes llamar a un técnico.
5. Cuidado con los ciclos cortos: tal vez tienes un aire que se enciende y apaga para mantener una temperatura establecida en toda la casa. Sin embargo, ¿tu unidad ha desarrollado una tendencia a desconectarse al azar? ¿O a veces tiene dificultades para comenzar? Si notas que se enciende y apaga con más frecuencia de lo habitual, es posible que no esté funcionando correctamente.
6. Aumento de las facturas de energía: incluso si tu unidad parece estar funcionando “normalmente”, uno de los mayores indicios de que puede haber un problema importante está en la factura eléctrica. ¿Se ha disparado repentinamente y no estás seguro de por qué? Realiza una “auditoría energética” y considera otros factores que pueden haber causado que tu factura aumente. Esto te ayudará a determinar si tu aire acondicionado es el culpable de la situación. Si todos los caminos conducen a que tu unidad es la fuente de energía adicional, entonces debes determinar por qué se ha vuelto menos eficiente.
7. Reparaciones frecuentes: ¿Tu confiable unidad de aire acondicionado se ha convertido en más problemas (y gastos) de lo que vale? En un mundo ideal, este electrodoméstico debe recibir servicio solo una vez al año para mantenerla limpia y en perfectas condiciones. Ocasionalmente, es posible que necesite un servicio o reparación adicional. Sin embargo, si tu sistema de aire acondicionado necesita arreglos constantemente es posible que debas reemplazarla. Por lo general, puedes tener en cuenta una reparación importante o el reemplazo de piezas. Sin embargo, dependiendo de la seriedad de los inconvenientes, se evidenciarán más adelante en la vida útil de la unidad y además, sirven como advertencia de problemas futuros.
¿Reconoces alguno de estos signos? Si es así, es hora de llamar a un profesional. Actuar de inmediato te ayudará a ahorrar y disfrutar del confort que merecen tú y los tuyos.