En la franja de edad entre 14 años y 28 años, el 33% de los jóvenes no están trabajando en la actualidad pero tampoco estudian. Así lo señala la última encuesta del DANE respecto a la situación social de la juventud en el país.
Indica la entidad de estadística, según la consulta, que este año el país llegará a 12.672.168 personas con edad entre los 14 y 28 años. Esto significa que al menos 4.150.000 jóvenes, además de estar inactivos laboralmente no pueden o no tienen interés en estudiar.
Señala el DANE que el número de jóvenes representa el 25% de toda la población del país. El 50,4% de los jóvenes son hombres y el restante 49,6% son mujeres. Otro aspecto que destaca la consulta es que el 75,9% vive en la zona urbana, pues es allí a donde sale a buscar oportunidades. El restante 24,1% habita en zona rural dispersa en la cual, por lo general, encuentran menores herramientas para su desarrollo.
A los jóvenes se les preguntó cómo se consideran socialmente, a lo que mayoritariamente respondieron que se autorreconocen simplemente como jóvenes colombianos, sin inscribirse en ninguna etnia. Solo un 5% dice ser indígena; un 7,1% se ubica como negro, mulato o afrodescendiente, y un escaso 0,01% se autodenomina gitano.
Hogares
De otra parte, el 44,1% de la juventud viene de un hogar nuclear, es decir, donde habitan los dos pares y los hermanos. El 16% pertenece a una familia biparental extensa, lo que implica que conviven o frecuentan otros parientes distintos a padres y hermanos. El 15,8% pertenece a una familia en la que solo hay uno de los dos padres.
Las principales causas de enfermedad y muerte en la población total son problemas del corazón, males crónicos de las vías respiratorias y afecciones cardiovasculares; pero entre los jóvenes priman, con un 40%, las muertes por agresiones (homicidios) y las secuelas. Le siguen los accidentes de tránsito y las lesiones autoinflingidas, como suicidios.
Señala el informe que el suicidio, en general, es la causa del 1,2% de las defunciones y la causa número 22; pero en el grupo de 15 a 24 años, es la causa número 3 y agrupa el 8% de las muertes.
Entre los hombres de 15 a 24 años, un 95,7% son alfabetos, porcentaje que sube a 97,7% en las mujeres. Si se reduce más la franja de edad, y se observa solo a los jóvenes entre 14 y 17 años, las revelaciones indican que el 11,63% de los hombres se encuentra en niveles inferiores (ninguno, preescolar, primaria), mientras que en las mujeres este porcentaje es el 6,86%.
Mientras tanto, el 36,52% de los hombres está en extraedad escolar, mientras que entre las mujeres esa cifra baja al 25,27%. Es decir, ellas van más temprano a la escuela y también participan más en la escala educativa superior y posgrado, en especial, entre los 20 y los 40 años.
Educación
Por otra parte, el gasto para el hogar en matrículas e inscripciones a los niveles superiores de educación, por cuenta de la formación de sus jóvenes varía según el estrato socioeconómico y según el tipo de formación (técnico, universitario o posgrado).
El mayor peso en ese gasto es para los hogares pobres, es decir, con ingresos entre US$0 y US$4 por día. La educación técnica para sus hijos representa el 4,8% del gasto del hogar, mientras que la universitaria se les lleva el 11,2%. En la clase alta, ese peso disminuye, en la medida en que los hogares tienen más ingresos. Es así como, la formación técnica les pesa el 4,45% y la universitaria el 10,4%.
Otro elemento que destaca la encuesta es que el tema laboral es uno de los vacíos. En la franja de los 14 a los 28 años, durante el trimestre que va de mayo a julio, se presentó la menor tasa de ocupación: 34,9%. Esto significa que solo 3 de cada 10 jóvenes en esa edad estaban ocupados, independientemente de si la actividad que realizaban era formal, por cuenta propia, permanente o temporal.
En el aspecto del empleo, la ocupación en hombres fue del 44,2% y la de la mujer joven solo fue del 25,5%.
Destaca el DANE que 4 ramas de la economía concentran el 57,4% de la mano de obra juvenil, como el comercio y reparación de vehículos; agricultura, ganadería, caza y pesca, las industrias manufactureras, así como la administración pública y defensa.