4 recomendaciones para identificar y controlar la ansiedad | El Nuevo Siglo
La meditación o “mindfulness” son las mejores opciones para evitar que progrese el miedo y se convierta en ansiedad o tal vez, en algo más avanzado como patologías psicológicas.
Foto cortesía
Martes, 22 de Septiembre de 2020
Redacción Cultura

Muchas veces se ha usado la palabra “ansiedad”, tal vez cuando alguien se refiere a lo que siente momentos previos a su entrevista de trabajo, o de repente algún estudiante la menciona para indicar lo que experimenta antes de presentar alguna prueba.

También es común que niños y niñas ahora hablen de sentir ansiedad por ir al dentista o para ir a dormir solos en su habitación; en fin, cada vez es una palabra más usada y al parecer, una condición que puede ir en aumento en la cotidianidad de las personas.

  1. ¿De dónde surge?

El origen de la ansiedad es el miedo y esta es una emoción natural, la cual no es exclusivamente humana, la experimentan también los animales y tiene una función de supervivencia, pues permite que ante una situación de peligro el organismo despliegue un sistema de respuesta para protegerse o ponerse a salvo.

Por ejemplo, si camina tranquilamente por la calle y de repente ve un automóvil que pierde el control y se dirige hacia usted, su organismo lo alerta, gracias a que la amígdala cerebral detecta el peligro inminente, envía un mensaje a otras estructuras nerviosas que a su vez, ordenan liberar adrenalina y cortisol, hormonas asociadas al estrés; lo que hace también que el corazón se acelere, posibilitando correr muy rápido.

Una respiración especial lleva más oxígeno a los pulmones y en pocos segundos se genera una respuesta que no se podría desarrollar en estado de reposo y calma, como saltar desde alturas inimaginables, correr a gran velocidad y un sinfín de conductas que se generan para sentirse a salvo. Una vez la amenaza desaparece, la endorfina recorre el cuerpo con el fin de tranquilizarlo.

  1. ¿En qué momento aparece?

La ansiedad aparece cuando percibe o interpreta una situación como peligrosa y se activa todo el sistema, aún cuando en realidad no es una condición que por sí sola represente una amenaza.

Por ejemplo, una entrevista de trabajo en sí misma no genera daño, pero la percepción y pensamiento activan el miedo, se libera todo un cóctel de hormonas, aunque aquí no puede salir corriendo y lo que sucede es que se puede paralizar, bloquearse, evitar o evadir la situación y finalmente, no lograr el resultado esperado o los logros se acompañan por un alto nivel de malestar.

  1. ¿Todas las personas la presentan?

Las reacciones de ansiedad se traducen en preocupación o inquietud ante la incertidumbre, lo desconocido o frente a algo que tememos, lo que es absolutamente natural.  Está bien sentir miedo y un poco de ansiedad, de hecho, en ocasiones se ha planteado que un mínimo de esto es valioso para actuar y dar pasos hacia el cumplimiento de objetivos, que en ocasiones no se darían, ante la ausencia de dicha experiencia.

  1. ¿Cuándo se convierte el miedo en ansiedad?

La ansiedad se considera una condición patológica o un problema de salud mental cuando la valoración que se hace de la amenaza es irreal o distorsionada, se prolonga durante mucho tiempo, frente a lo que no se halla un control o autodominio y además, perturba el funcionamiento general, afectando las relaciones familiares, con amigos, pareja, estudio y trabajo.

Cuando progresa, puede incluso derivar en un trastorno de pánico, lo cual hace que el organismo se paralice y no dé respuesta ante la situación amenazante.

Es importante buscar ayuda de expertos si nota que puede estar presentando esta condición mental, también tenga en cuenta que meditar desde la atención plena o el mindfulness, pueden ayudarlo.

Con el programa de meditación para la ansiedad de Bambú, complemente su proceso terapéutico para que logre relacionar de mejor manera los síntomas de la ansiedad.