Precios de servicios frenan baja de inflación | El Nuevo Siglo
Foto archivo El Nuevo Siglo
Domingo, 10 de Septiembre de 2017
Redacción Economía

El indicador económico que mayor preocupación causa a los colombianos es sin duda la inflación, pues afecta directamente el ingreso de los hogares a través de los precios que se dan el mercado para bienes y servicios.

En lo corrido de 2017 la inflación en Colombia ha mostrado un comportamiento a la baja si se compara con los resultados de 2016 cuando el costo de vida se disparó por el paro camionero que duró cuarenta días y el fenómeno de El Niño, que afectó durante varios meses la producción de alimentos en el país.

Estos dos asuntos llevaron a que en julio de 2016 el costo de vida en Colombia estuviera por el orden del 8,9%, afectando las finanzas de los consumidores, pro la escasez de productos y la inmovilidad de los que llegaban a los puertos por la protesta de los transportadores.

Pasados estos dos impases la inflación en país comenzó a disminuir paulatinamente y durante 2017 ha estado a niveles que la llevan a 3,87%, la ubica dentro de la meta rango del Banco de la República de entre 2% y 4% con una media de 3%.

 

Optimismo

Sobre la inflación, una encuesta realizada por el Banco de la República y aplicada a empresarios, analistas, dirigentes sindicales y académicos de las cuatro ciudades más importantes del país revela que mejoró el porcentaje de confianza en el cumplimiento de la meta de inflación al finalizar el año en curso con respecto a lo registrado durante 2016 y lo corrido de este año.

Así, el 32,1% de los encuestados confía en que a diciembre de 2017 la inflación anual de precios al consumidor se encuentre dentro del rango meta, establecido por la Junta Directiva del Banco de la República, con una inflación promedio esperada de 3,75%.

Los porcentajes de confianza en la meta por sectores son: 19,4% del sistema financiero, 20,8% de transporte y comunicaciones, 25,0% de almacenes de cadena, 33,3% de sindicatos, 35,0% de industria y minería, y 62,5% de académicos y consultores.

Así mismo, continúa incrementándose la confianza en el cumplimiento de la meta para 2018, alcanzando un 65%.

 

Sorpresas

La inflación sorprendió al alza en agosto. La variación mensual del nivel de precios fue 0,14%, 8 puntos básicos por encima de la estimación del departamento de investigaciones económicas de Bancolombia y 46 puntos básicos superior al registro de un año atrás.

El costo de vida anualizado repuntó 47 puntos básicos. Con una variación de 3,87%, la inflación anual comenzó su tendencia alcista a partir del nivel de 3,4% alcanzado en julio. Sin embargo, esta lectura representa una importante corrección frente al nivel de 8,1% de un año atrás.

Los precios de los regulados constituyeron la mayor sorpresa inflacionaria. Este grupo sorprendió con una inflación mensual de 0,68%. Los principales factores detrás de esta sorpresa fueron las alzas en los servicios de gas 4,1% y energía eléctrica 0,63%.

En este sentido, el presidente de Fenalco, Guillermo Botero, dijo que el Gobierno debe poner cuidado a los precios de los regulados, que son los que no han permitido una baja de la inflación como se debería dar.

Los alimentos completaron tres meses de reducciones. En agosto los precios de este grupo de productos se redujeron 0,08% frente al mes anterior, hecho que se suma a las variaciones negativas de 0,06% y 0,21% de julio y junio, respectivamente.

En términos anuales, la inflación de alimentos ascendió de 0,2% en julio hasta 1,69% en agosto, hecho que se explica por la moderación de la base de comparación.

Las inflaciones básicas se mantuvieron por debajo de 5%. En esta ocasión, la inflación doce meses sin alimentos ni regulados siguió reduciéndose hasta 4,59% (-13 pbs), mientras que la sorpresiva aceleración de los regulados llevó a que el indicador sin alimentos repuntara 2 pbs hasta 4,81%.

La expectativa es que la inflación seguirá acelerándose en los próximos meses. Si bien el reporte del IPC de agosto sorprendió levemente al alza, esto sorpresa no pone en riesgo el escenario base, según el cual la inflación se ubicaría en diciembre en 4,2%.

Por lo tanto, seguimos previendo que a partir del dato de agosto se consolide una tendencia de aceleración en la inflación doce meses hasta el final del año. Esto estaría motivado principalmente por el efecto base derivado de las variaciones negativas en los niveles de precios que se registraron en agosto, septiembre y octubre de 2016.

 

¿Estará en la meta?

Para Alejandro Reyes, analista económico del BBVA, este año la inflación estuvo afectada por la reforma tributaria, un choque que eleva los precios durante 12 meses, por lo que el efecto debería diluirse en el primer trimestre de 2018, “entrando claramente en el rango meta”.

Agregó que si no hubiéramos tenido la reforma tributaria la inflación probablemente se hubiera acomodado cerca del 4 %.

Otro factor que impediría lograr la meta del Emisor, según el analista, es la presencia aún de factores que suman al alza en los precios. “Algunos ejemplos son la autorización de ajuste en arriendos, el principal rubro de la canasta, los servicios de educación y salud que también suelen regirse por el comportamiento de la inflación observada el año anterior. Ahora bien, como en 2016 cerramos con una inflación alta, hay presiones en todos estos rubros para mantenerla alta”, aseguró.

Por su parte, analistas del Bancolombia creen que  la inflación seguirá acelerándose en los próximos meses, pese a que los precios de alimentos llevan 3 meses a la baja. “Ya vimos que el dato de agosto (0,14 %) estuvo al alza y creemos que habrá una tendencia de aceleración hasta el final del año.

Esto estaría motivado principalmente por las variaciones negativas en los niveles de precios que se registraron en agosto, septiembre y octubre de 2016”, explicaron.

Sin embargo, hay quienes consideran que sí es viable llegar a la meta de ese 4 % de IPC en 2017 si la inflación de los próximos meses se mantiene entre 0,10 % y 0,14 %.

Cabe recordar que una inflación controlada ayuda a reducir los intereses y mejora el poder adquisitivo de los hogares, es decir, se pueden adquirir más productos con un determinado monto de dinero.