La paz, despierta país | El Nuevo Siglo
Jueves, 5 de Septiembre de 2019

La realidad con disidentes de guerrilla, mezclados con bandas de narcotráfico, y exintegrantes del paramilitarismo, desemboca a estas alturas del siglo XXI, con lo mismo que las Farc disfrazaron presunta intención de mando en 1949.

Tras la caída de 12 reincidentes en armas se abrió efecto positivo en el sentido de unidad, ciudadana, en el país y el exterior que, de paso ratificó condiciones propicias para el denominado plan ´’Construyendo país’ que reclama aire limpio, sin guerras ni delincuencia.    

Rolf Uesseler[JÁ1] , escritor y periodista, alemán, residente en Roma, hace análisis en su libro ´La Guerra como Negocio´, con rasgos sobre conflicto con ex Farc, guerrilla ELN y bandas armadas, sembradoras de delitos por dinero.

Revive en algunos apartes, cómo la mafia italiana, armó bandas al perseguirse lavado de dinero, droga y crimen, buscando intereses económicos, lejos de política y, más acerca de criminalidad, convertida en enseñanza mundial.  

Hace buen retrato sobre Colombia, pese a todo, viviendo décadas entre choques de delincuencia narcotraficante y bandas de civiles armados, apoyando intereses, por poder económico y político.

Dejó entrever el fenómeno que se ha infiltrado en el país, confundiendo la Seguridad contra el delito, pero recurriendo a defensa de civiles armados.  Advierte que eso, también es mafia, para operar en la búsqueda de dominio y plata.

En 2006, Uesseler en su publicación destacó el “potencial de Colombia con amplia riqueza agrícola, con exportación de banano y algodón, además de yacimientos petroleros, minas de carbón, oro y platino, con presencia de las más importantes empresas industriales del mundo”. 

Hace referencia a denuncias debatidas en Colombia, sobre uso de dineros provenientes del exterior, que se destinaban a gobiernos en otros años, a “cuestiones de seguridad.” Eran aportes que no se veían; Ahora pese a costos, la tarea contra delincuencia armada justifica esa inversión nacional.

Una luz en este momento es el acompañamiento de la Organización de Naciones Unidas y la Comisión Internacional de Derechos Humanos, reconociendo esfuerzos para preservar la Paz.

El respaldo al Acuerdo de Paz, con aciertos y defectos, salió ganancioso con el apoyo manifiesto de los expresidentes del país y los mensajes de acompañamiento de -ONU-, Estados Unidos, y gobiernos de Latinoamérica y Europa.

Es propósito nacional, por cierto, el mensaje para integrar ya a Colombia Unida contra delincuencia en frontera, operada por ELN; entran y salen, con pruebas de la amistad con Venezuela de Maduro y Diosdado.     

Este Enfoque Abierto invoca unidad nacional contra la amenaza de Márquez y de quienes en algunas regiones lo siguen; El perseguir exige final con acierto, mientras se advierte que, pese a otros orígenes de delincuencia, la paz es objetivo que despierta al país.

                                                         

 [JÁ1]