Mucho se escucha acerca de la importancia de la buena alimentación y su relación directa con la salud mental y física. Días como los que se viven hoy a causa del Covid-19 hacen que el estrés, la depresión, la ansiedad y otras alteraciones influyan en nuestros hábitos alimenticios llevándonos a descuidar este importante pilar para el bienestar.
Expertos pronostican que las enfermedades neurodegenerativas tendrán un crecimiento esencial en los próximos años, los cuales supondrán una mirada detallada y estricta a estas patologías; esto, debido en gran parte al proceso de envejecimiento, nutrición y sus consideraciones sociales y económicas,
Los coronavirus al que pertenece el Sars-Cov 2 no permanecen confinados en el tracto respiratorio y en determinadas condiciones pueden desencadenar alteraciones en los endotelios vasculares de todos los órganos, incluyendo el sistema nervioso central y causar patologías neurológicas asociadas. Es así como se han registrado síntomas neurológicos en pacientes afectados por Covid-19, como cefalea, crisis epilépticas, encefalopatías, eventos cerebro vasculares de tipo isquémico y hemorrágicos, entre otros.
“Investigaciones demuestran que existe una estrecha relación entre la enfermedad neurológica y la nutrición. De esta manera, la malnutrición en los pacientes neurológicos es un elemento añadido de riesgo que empeora la evolución de la enfermedad y la recuperación lo que significa que un tratamiento nutricional es vital en el progreso del pronóstico y la calidad de vida de los afectados”, afirma Henry Abaunza, director médico de la Clínica Medical.
El sistema nervioso requiere, para su correcto funcionamiento, la participación de múltiples nutrientes que se comportan como indispensables para el equilibrio del sistema nervioso central. En este caso, los factores consecuentes a las dietas pueden favorecer o no, dependiendo de su correcta aplicación, el desarrollo de ciertas enfermedades neurológicas; demostrando así que estos pacientes presentan un alto riesgo nutricional demandando una evaluación y un seguimiento terapéutico específico.
Enfermedades neurológicas y nutrición irregular
Enfermedades como el Alzheimer, el Parkinson, esclerosis múltiple, la cefalea o la epilepsia según distintas investigaciones, se pueden empeorar a partir de la ausencia de vitaminas como la A, E, D y el ácido fólico en la alimentación. Por su parte, casos como la obesidad y la ingesta excesiva de grasas saturadas, favorecen el desarrollo de la enfermedad arterioesclerótica y la enfermedad vascular cerebral.
Es clara la relación existente entre la buena alimentación y las buenas condiciones cerebrales y a su vez, son evidentes las complicaciones cerebrales que se pueden facilitar por la deficiente nutrición de las personas que padecen estas patologías.
“Sin duda, todos los pacientes con enfermedades neurológicas requieren un seguimiento nutricional, como parte de su valoración clínica rutinaria y dependiendo de la patología, necesitarán alguna modalidad de tratamiento nutricional. La desnutrición suele presentarse en las etapas tempranas en la evolución de algunas enfermedades y determinar de forma significativa el curso de las mismas”, señala el doctor Abaunza.