Un grupo de académicos desde Brasil convocados por la profesora María Francineila Pinheiro de la Universidad de Alagoas, junto con el profesor Xosé Manuel Souto de la Universidad de Valencia, provocaron el inicio para crear un manifiesto desde la academia sobre el futuro de la educación y de la convivencia a partir del Covid -19.
Es un esfuerzo para fortalecer la calidad de la educación, la información y los debates académicos y escolares en un momento difícil para la sociedad iberoamericana.
A futuro se espera consolidar un argumento consistente para la escuela sobre la crisis de la pandemia, para implementar experiencias educativas. El objetivo esperado es ser coherentes con el manifiesto, en relación con la implementación de actividades educativas, para generar un discurso escolar y construir una explicación ciudadana, lejos de las hegemonías mediáticas e intereses inmediatos, como afirma el mismo profesor Souto.
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La difusión del manifiesto comenzó con su publicación en las páginas web de Geoforo, Geocrítica, Socialsuv, AGE, Geoforo-UNAM de México y Gea-Clío, y espera tener un alcance en todos los sectores de la educación iberoamericana. Con el fin de implementar las experiencias educativas que incluye la propuesta en diferentes espacios escolares y educativos de la región. A continuación, el manifiesto.
“El homo sapiens tiene un problema de supervivencia como género y especie. Una pandemia afecta no solo a su modelo de convivencia social, sino también a su desarrollo biológico. Ambas dimensiones están conectadas en el plano personal y colectivo. Por eso mismo, sus consecuencias tendrán repercusiones personales y consecuencias sociales.
Como personas preocupadas por la convivencia ciudadana y por la difusión de una cultura crítica queremos invitar a otras asociaciones y personas a manifestar sus expectativas sobre el futuro de la humanidad en un marco de convivencia ciudadana. Quienes nos preocupamos por la educación y por el análisis de los problemas sociales tenemos el compromiso ético de dar a conocer nuestros argumentos para desarrollar nuevas maneras de proyectar el futuro.
Las certezas que se habían elaborado sobre el desarrollo de la humanidad se han derrumbado. La ciencia y la tecnología no pueden controlar y combatir un minúsculo virus que ha contagiado a más de 25 millones de personas y ha causado la muerte a unos dos millones de congéneres.
La difusión de noticias ha sembrado dudas en el tratamiento de la enfermedad y ha provocado mayor temor e incertidumbre. Los flujos financieros y una economía de servicios sin base productiva física nos han abocado a una catástrofe humana, con más desequilibrios entre personas y territorios. La inconsistencia de la defensa de un ecosistema planetario ha favorecido la expansión del riesgo ambiental y, por consiguiente, el surgimiento de amenazas biológicas y climáticas.
Las pandemias han sido un fenómeno recurrente en la humanidad: la peste negra o la gripe “española” serían dos ejemplos constatables. La novedad estriba en la ingente cantidad de informaciones cruzadas respecto a su tratamiento, que manifiestan unos intereses ocultos sobre la persistencia de posiciones beneficiosas de algunas personas. Y en este contexto debemos analizar las propuestas de negacionistas y vendedores de falsas promesas de vacunas universales.
La capacidad del ser humano “sapiens” de acordar alianzas para enfrentarse a los peligros ha devenido en una defensa de intereses sociales determinados, bajo la apariencia de la defensa de la humanidad.
Ante este panorama las asociaciones que firmamos este manifiesto ponemos de relieve la necesidad de acordar un programa de actuación en el campo de la educación y difusión cultural. Proclamamos una serie de principios que procederíamos a llevar adelante en nuestras tareas profesionales, social y personalmente.
1.- La tarea de análisis de la pandemia se organizará con el apoyo de una racionalidad ética que se fundamente en la Declaración Universal de 1948 y con teorías sólidas de las ciencias sociales
2.- Las creencias y valores morales personales serán las propias del ámbito personal, sin invadir la esfera pública, que permanecerá anclada en los principios éticos indicados en el punto 1
3.-Las coordenadas temporales del análisis social vendrán determinado por el estudio histórico del género humano en su proceso de adaptación al medio planetario
4.-Los marcos territoriales serán los que se concreten en sus diferentes escalas, en sus interacciones globales y locales, considerando los ámbitos subjetivos y políticos
5.-El análisis de la organización del sistema productivo y la distribución de los recursos se ajustarán a los principios de la sostenibilidad
6.- El análisis del funcionamiento de los sistemas de salud y escolares tendrá presente los principios de equidad y de dignidad de toda persona, siguiendo la Declaración Universal de 1948.
7.-Consecuentemente la selección cultural de los contenidos educativos para la educación básica se soportará en la selección de problemas sociales determinados en las situaciones precedentes
8.-El papel del sistema escolar primará las actuaciones encaminadas a desarrollar el estudio de las incertidumbres humanas en el medio planetario frente a otras consideraciones culturales étnicas o territoriales
9.-Las personas y organizaciones que firmamos el presente documento nos comprometemos a impulsar en nuestra esfera profesional y personal actuaciones conducentes a crear un relato crítico de los medios locales en un contexto global
10.-Los recursos informativos para este propósito serán analizados con cautela, para verificar la pertinencia de sus datos, hechos, conceptos y teorías en relación con la defensa de los valores determinados en la Carta de 1948 y evitar la difusión de bulos.
Esperamos que esta idea sea motivadora y seamos muchos los interesados en participar y seguir avanzando en esta iniciativa para contribuir con un discurso escolar reflexivo y propositivo. Más allá de la opinión que cunde en estos tiempos de rapidez y comentarios ligeros en redes sociales.