Las migrañas, esos dolores de cabeza agudos y frecuentemente acompañados de nauseas, vómito, distorsiones visuales y sensibilidad a la luz y al ruido, no son algo ante lo que las personas deban quedarse de brazos cruzados. Aunque es verdad que no existe una cura definitiva para esta aflicción, en la prevención y la mitigación de los síntomas se puede encontrar el alivio necesario para disminuir su frecuencia y sus efectos.
Las migrañas son un padecimiento común que afecta a cerca del 12 % de la población mundial, siendo la tercera enfermedad más diagnosticada del mundo, con las mujeres como las más propensas a sufrirlas. Según una investigación del American Medical Association, dirigida por el Dr. Richard Lipton, en los Estados Unidos se les atribuye la pérdida de 112 millones de días laborales al año, con pérdidas estimadas para la economía de cerca de 13 mil millones de dólares.
“Los dolores severos de cabeza pueden aparecer a cualquier edad. Sin embargo, en la mitad de los casos se presentan por primera vez en niños y jóvenes menores de 20 años. Los ataques ocurren con particular frecuencia hasta los 40 años, para luego declinar gradualmente e incluso desaparecer”, aseguró el doctor Carlos Fernández, asesor médico de Bayer.
Para lidiar con esta aflicción, se recomienda identificar aquellos disparadores que la desatan, implementar hábitos de vida saludable, realizar técnicas de relajación y utilizar ciertos medicamentos de venta libre para reducir su frecuencia y severidad. A continuación, le compartimos algunos consejos para hacerle frente a la migraña:
1. Aprenda a identificar los factores que la generan. La Sociedad Mundial de la Cefalea, ha identificado al menos 165 tipos diferentes de dolores de cabeza. La lista está lejos de estar completa porque cada tipo de cefalea puede proporcionar características propias, distintas a las demás.
Las migrañas pueden ser desencadenadas por factores externos, internos y algunos psicológicos. Entre los estímulos externos más comunes se encuentran las temperaturas extremas, disminución o aumento de la presión del aire (vuelos en avión, por ejemplo), luces demasiado brillantes, ambientes ruidosos y olores y sonidos fuertes.
Algunos de los factores internos o fisiológicos más comunes son la falta de desayuno, irregularidad en las comidas, cambios de horario en el sueño, congestión nasal, cambios hormonales, la ingesta de alcohol (especialmente el vino) y de alimentos como chocolate, queso y preparaciones muy condimentadas. Dentro de los factores psicológicos se encuentran el estrés, la depresión y los conflictos emocionales.
2. Lleve registro de sus migrañas. Debido a que el cuadro médico de cada persona es diferente, una de las recomendaciones más valiosas para aprender a identificar los factores de riesgo que le aplican, es llevar un diario de migraña, en especial si se presentan con frecuencia. Esto podría ayudarle a tomar decisiones para reducir la incidencia.
En su diario de migrañas registre hora de inicio y final del dolor de cabeza, severidad del dolor de cabeza (moderado, moderadamente severo, severo o insoportable, localización del dolor de cabeza, tipo de dolor de cabeza (de instalación rápida, pulsante, punzante o penetrante), cualquier síntoma adicional (náuseas, vómitos, mareos, molestias visuales, sensibilidad al ruido y a la luz), disparadores posibles, nombre y dosis de la medicación tomada para tratarlo, efecto de la medicación (de muy bueno a insatisfactorio), otras medidas tomadas (ejercicios de relajación, reposo), efectos de estas medidas (de muy bueno a insatisfactorio).
3. Lleve una rutina diaria consistente. De ser posible, es recomendable mantener la misma rutina diaria, aún en fines de semana o vacaciones. Es particularmente importante intentar ser consistente con la hora en la que se acuesta y se despierta, así como con las horas en las que come.
A medida que identifica los potenciales disparadores de sus migrañas, una rutina constante le ayudará a evitarlos. De igual forma, puesto que el hambre y la baja calidad del sueño están comúnmente asociados a las migrañas, tomar precauciones para controlarlos y tendrá efectos positivos para su salud.
En su rutina, procure seleccionar muy bien sus comidas, evitando al máximo aquellos alimentos que ha asociado con ataques de migraña y disminuya al máximo el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas. También intente establecer una rutina balanceada para el ejercicio físico y el trabajo, incluyendo en ellas periodos de descanso en los que pueda realizar ejercicios de relajación.
4. Realice técnicas de relajación. Desde el punto de vista psicológico, la adopción de técnicas de manejo de estrés y de actividades terapéuticas como el yoga, la meditación y la relajación con música suave pueden ser de gran ayuda para prevenir las migrañas. Aquí algunas de las más comunes:
- Respiración a cuatro tiempos: Consiste en respirar profundamente, inflando y contrayendo el abdomen. Se debe inhalar contando hasta cuatro, retener el aire contando hasta cuatro, exhalar contando hasta cuatro y finalmente retener el abdomen sin aire de nuevo contando hasta cuatro.
- Visualización: Cerrar los ojos, respirar profundamente (se puede complementar con la respiración a cuatro tiempos) y formar imágenes mentales de una situación tranquila, incorporando tantos sentidos como sea posible. Es recomendable hacerlo en un lugar tranquilo, aflojar la ropa ajustada y concentrarse en la respiración.
- Relajación muscular progresiva: Concentrarse lentamente en tensar cada grupo muscular y luego relajarlo. Se puede comenzar tensando y relajando los dedos de los pies y avanzar gradualmente hacia arriba, con especial atención en los músculos del cuello y la cabeza. Se debe contraer cada grupo muscular por unos cinco segundos y relajarlos por 30.
5. Acuda a terapia con medicamentos
En lo que refiere a terapia con medicamentos, existen múltiples alternativas que deberá consultar con su médico antes de aplicar. Según el doctor Fernández “un gran número de pacientes que ya conocen su enfermedad y saben cómo manejarla, obtienen alivio con analgésicos como el ácido acetilsalicílico, preferiblemente si tiene cafeína en su composición para potenciar su efecto”.