El fallecimiento de la jueza Ruth Bader Ginsburg el pasado viernes, ha generado un giro inesperado en la campaña electoral en los Estados Unidos.
El presidente Trump ha nombrado a dos jueces durante su mandato, con lo que había logrado, para los republicanos, una mayoría de 5 a 4 antes de la muerte de Ginsburg, ahora la composición quedará 6 a 3 a favor del presidente, con lo que sin duda, podrá acercase, aún más, a sectores evangélicos fundamentales desde el punto de vista ideológico y en la elección.
Por otra parte el hecho golpea fuertemente a los demócratas al agravar su posición en la Corte Suprema, que deja al partido como minoría.
De los ocho miembros actuales que componen la Corte, dos fueron designados por el republicano George W. Bush, uno por su padre George Bush y otros dos lo han sido por el presidente Donald Trump. Por el lado demócrata, uno fue escogido por Bill Clinton y dos por Barack Obama.
El republicano Mitch McConnell, líder de la mayoría del Senado, se manifestó pocas horas después del fallecimiento de Ginsburg y afirmó que un candidato postulado por Trump a la Corte Suprema, sería apoyado en pleno por el Senado de los Estados Unidos. Por su parte, el presidente Trump manifestó que su nominada para reemplazar a la jueza Ruth Bader Ginsburg sería una mujer.
Así las cosas de darse el nombramiento, serían tres los miembros de la corte escogidos por Trump.
El presidente abogó por el rápido reemplazo de Ginsburg, un ícono de la izquierda estadounidense, lo cual abrió un potencial campo de disputa en la recta final a las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre.
La voluntad declarada del inquilino de la Casa Blanca de moverse rápidamente, a pesar de los críticos demócratas, promete un agitado fin de campaña presidencial.
"Tendremos un nominado muy pronto", dijo el presidente republicano antes de emprender un acto de campaña en Carolina del Norte.
La voluntad declarada del inquilino de la Casa Blanca de moverse rápidamente, a pesar de los críticos demócratas, promete un agitado fin de campaña presidencial
La jueza RBG, como se la conocía, murió el viernes a los 87 años tras un cáncer de páncreas y generó una ola de consternación en el país, pero también despertó preocupación entre los demócratas.
Ginsburg fue una defensora de la causa de las mujeres, las minorías y el medio ambiente.
Nombramientos de Trump
El mandatario ha nombrado a dos jueces durante su presidencia a Brett Kavanaugh y Neil Gorsuch.
Lo que está en juego tiene suma relevancia. No solo porque la Corte es clave para dirimir asuntos controversiales como el derecho a portar armas, sino que además puede ser llamada a resolver litigios electorales, como ocurrió en la elección de 2000 finalmente ganada por George W. Bush.
En el papel, nada impide que Trump nomine al relevo de Ginsburg, quien desde hace meses estaba muy delicada de salud. A comienzos de septiembre Trump ya tenía una lista de 20 nombres para una eventual vacancia en la Corte, entre los cuales se contaban los senadores Ted Cruz y Tom Cotton.
El jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, dijo el viernes que está dispuesto a echar a andar el proceso de nominación. En circunstancias parecidas, hace cuatro años sin embargo bloqueó la designación de un juez propuesto por Obama.
Trump dispone de una mayoría republicana de 53 a 47 en el Senado pero la ecuación es compleja.
Varios senadores republicanos moderados podrían no aceptar su propuesta, especialmente aquellos cuya reelección en estados políticamente moderados es muy difícil.
La senadora republicana Susan Collins fue la primera en romper filas al anunciar el sábado que no apoyaría el voto a ningún candidato de Trump designado antes de la elección.
"La decisión sobre un nombramiento de por vida para la Suprema Corte deberá hacerse por el presidente que sea electo el 3 de noviembre", dijo ella en un comunicado.
La legisladora de Maine está entre un puñado de senadores republicanos, incluyendo a Lisa Murkowski de Alaska, quienes han expresado sus dudas sobre una votación antes de elecciones.
"Estoy totalmente en desacuerdo con ella", dijo Trump sobre la postura de Collins, refiriéndose a su elección de 2016, añadiendo que "tenemos la obligación como ganadores de elegir a quien queremos".
La lucha por ocupar el puesto de Ginsburg se ha calentando después de que el presidente Trump llamó a los republicanos de actuar pronto. Los demócratas criticaron el impulso y el líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer dijo que la vacante de Ginsburg no debería cubrirse hasta que "tengamos un nuevo presidente".
Según se ha conocido, el último deseo de la jueza era "no ser reemplazado hasta que se instale un nuevo presidente".
Sin embargo Trump defendió su derecho a nominar un nuevo juez antes de las elecciones. "El artículo II de la Constitución dice que el presidente nombrará a los magistrados de la Corte Suprema. No creo que pueda ser más claro, ¿verdad?" dijo.
Trump defendió su derecho a nominar un nuevo juez antes de las eleccione:. "El artículo II de la Constitución dice que el presidente nombrará a los magistrados de la Corte Suprema. No creo que pueda ser más claro, ¿verdad?"
Trump agregó que en 29 ocasiones, un escaño de la Corte Suprema ha quedó vacante durante un año electoral y “cada presidente en funciones hizo una nominación".
También aprovecho para decir que los demócratas están "tratando de retrasar" la aprobación de la vacuna contra el coronavirus para "darle el crédito al somnoliento Joe".
"Si hubiéramos escuchado a Joe Biden (sobre el coronavirus]), cientos de miles de estadounidenses más habrían muerto", dijo.
El proceso
A pesar de que el proceso de nominación y confirmación para la última incorporación a la Corte Suprema, el juez Brett Kavanaugh, tomó un total de 89 días para su confirmación. Pasaron 57 días desde la nominación de Kavanaugh hasta su audiencia de confirmación.
A 45 días de la elección no es claro que el proceso culmine antes de la elección sin embargo, analistas creen que con las mayorías en el senado sí puede lograrse y en el caso de que Trump no llegara a ser reelegido seguirá en el cargo hasta enero del próximo año y dejaría a su partido muy bien situado en la Corte.
Adicionalmente a los senadores Ted Cruz y Tom Cotton, una de las más opcionadas para ocupar el cargo es Amy Coney Barrett que sería la única jueza conservadora de la Corte. Las otras dos juezas son consideradas progresistas.
De 48 años y criada en un barrio popular de Nueva Orleans, estudió en un liceo católico, siguió una brillante carrera estudiantil en una institución de la iglesia Presbiteriana en Tennessee y finalmente se graduó en la universidad Notre Dame, en Indiana.
Se desempeñó como asistente de Antonin Scalia, un juez de la Corte Suprema fallecido en 2016.
Asimismo estaría Joan Larsen, magistrada de la corte de apelaciones de Cincinatti de 51 años y que también fue asistente del juez Scalia, profesora de derecho de la universidad de Michigan y se desempeñó en la Corte Suprema del estado de Michigan.