Dentro de las medidas anunciadas por el Distrito para la reapertura y la reactivación de la ciudad, se dio vía libre para la apertura de centros religiosos desde el martes 22 de septiembre.
Esta decisión se toma gracias a la ocupación de UCIs en la ciudad que ha llegado a uno de los puntos más bajos desde el inicio de las restricciones, estando en 54.9%. Con ese cupo epidemiológico, la Alcaldía decidió que era viable abrir estos sitios de encuentro.
Protocolos
Para autorizar la apertura de estos centros, el Distrito aclara que se deben acatar una serie de medidas de bioseguridad que permitan llevar a cabo estos encuentros de forma segura.
Todos los miembros del personal deben estar capacitados para garantizar las medidas de bioseguridad y el reconocimiento de signos y síntomas tanto de gripa como de covid-19. Para ingresar es necesario medir la temperatura de los ciudadanos. El personal que abra puertas y oriente a las personas deben usar guantes obligatoriamente.
Todas las instalaciones deben ser desinfectadas con anterioridad al culto y así mismo garantizar que los feligreses pueden desinfectar tanto sus pies como sus manos al ingresar al lugar.
Dentro del espacio de reunión se debe permitir y exigir el distanciamiento social. De acuerdo con el comunicado del Distrito se debe “demarcar los puntos de ubicación de la silletería en zigzag, tanto en el piso como en las bancas o sillas, y respetar el distanciamiento de 2 metros entre persona y persona. Los feligreses deben permanecer sentados durante la ceremonia”.
Recalca que en todos estos espacios se debe usar tapabocas que cubra tanto bocas como nariz y no se puede saludar con contacto físico a otros presentes.
Luis Ernesto Gómez, Secretario de Gobierno, afirma que “Gracias al comportamiento de autocuidado y autocontrol que tienen la mayoría de los ciudadanos, el ritmo de contagio nos permite reabrir más a Bogotá, siendo conscientes que tendremos nuevamente un segundo pico en el mes de noviembre, que tal como está dispuesto con el modelo epidemiológico de la ciudad no representará un desborde de la capacidad hospitalaria”.