El recién elegido primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, mantuvo su primera conversación con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en un intento por restablecer las relaciones con Seúl.
Las relaciones entre ambos países se mantienen tensas debido a disputas y desacuerdos sobre el pasado colonialista de Japón durante la Segunda Guerra Mundial, con tribunales surcoreanos exigiendo compensaciones a empresas japonesas a lo que Tokio argumenta que el problema se resolvió hace mucho tiempo.
“Depende de Seúl tomar medidas para resolver una disputa diplomática sobre el trabajo en tiempos de guerra”, dijo Suga a Moon durante la conversación.
Se trata de la primera vez en nueve meses que los líderes de ambos países sostienen conversaciones directas en medio de tensiones bilaterales.
El exprimer ministro de Japón, Shinzo Abe, se reunió con Moon en la ciudad china de Chengdu durante el pasado diciembre.
Suga fue elegido como nuevo primer ministro del país nipón, el pasado 16 de septiembre tras la dimisión de Abe por motivos de salud.
Por su parte, Moon reconoció que ambos países tienen posiciones diferentes sobre el tema de las víctimas surcoreanas del trabajo forzado en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
No obstante, Moon dijo que esperaba que Seúl y Tokio “busquen una solución óptima que pueda ser aceptada por sus gobiernos y todas las demás partes interesadas”.
El presidente de Corea del Sur sugirió que ambas partes “aceleren los esfuerzos comunicativos para resolver los problemas pendientes”.
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En 2016, un total de 20 víctimas de abuso sexual por parte de japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y familiares de fallecidos interpusieron una demanda contra el gobierno nipón en la que le exigen una compensación de US$171.000 para cada afectado.
Cinco de las demandantes han perdido la vida hasta el momento debido a su avanzada edad.
Se estima que hasta 200.000 mujeres coreanas, fueron forzadas a trabajar en los burdeles del Ejército nipón.
El pasado 30 de agosto, Japón sacó oficialmente a Corea del Sur de su 'lista blanca'. Se trata de una lista de 27 países exentos de un riguroso escrutinio a la hora de importar más de 1.100 “productos estratégicos” que potencialmente podrían ser utilizados en el sector militar.
Seúl y Tokio están en desacuerdo ante la petición judicial de Corea del Sur en la que solicitaron a las compañías japonesas que compensaran a los grupos de coreanos que afirmaron haber sido obligados a trabajar en Japón durante la Guerra.
Japón respondió a la petición de Seúl que su posición en el tema había sido resuelta en un acuerdo de 1965, en la que Japón entregó un total de US$5.000 millones en “compensación económica”.