Azerbaiyán y Armenia retomaron ayer sus enfrentamientos en la convulsa región de Nagorno-Karabaj, con una ofensiva que ambos han atribuido al contrario y que ha dejado un número indeterminado de víctimas, lo que llevó a la autoproclamada república y a Ereván a declarar la ley marcial, algo que Bakú descartó.
Los combates han comenzado a primera hora de la mañana cuando las fuerzas armenias han atacado posiciones militares y civiles de Azerbaiyán en Nagorno-Karabaj y sus alrededores dejando varios muertos y heridos, aunque no ha precisado cuántos.
"A las 6.00 (hora local), las fuerzas armenias llevaron a cabo una provocación a gran escala sometiendo a un intenso bombardeo con armas de gran calibre, morteros y artillería las posiciones del Ejército azerí a lo largo del frente y nuestros poblados en la zona fronteriza", dijo el Ministerio de Defensa azerí.
Azerbaiyán indicó que sus fuerzas "están respondiendo con medidas para cesar la provocación enemiga y garantizar la seguridad de los civiles que viven cerca del frente".
En cambio, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinian, denunció que "Azerbaiyán lanzó un ataque contra Artsakh", como se refiere a la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj, contra "asentamientos pacíficos", entre ellos la capital, Stepanakert.
"Las fuerzas de defensa están resistiendo con éxito la ofensiva", sostuvo. De acuerdo con su Ministerio de Defensa, las fuerzas armenias han derribado dos helicópteros y tres 'drones'.
Por su parte, el portavoz del Gobierno de la autoproclamada república, Vargram Pogosián, confirmó que varias localidades de Nagorno-Karabaj han sufrido fuego de artillería y aseguró que habrá una respuesta "proporcionada", instando a la población a "buscar refugio".
Así las cosas, el presidente de Nagorno-Karabaj, Araik Arutiunián, impuso la ley marcial con miras a "la movilización general de las personas mayores de 18 años", tras convocar una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional.
Poco después, Pashinian también declaró la ley marcial ordenando "una movilización general en Armenia". A renglón seguido, urgió al "personal vinculado a la tropa" a presentarse en las comisarías más cercanas.
Desde Azerbaiyán, el Servicio de Movilización y Reclutamiento hizo que, ante "la provocación perpetrada por las tropas de Armenia", recibió "numerosas solicitudes por parte de ciudadanos que se ofrecen como voluntarios para combatir en el frente".
"En caso de necesidad, los reservistas podrán ser citados a las estructuras locales del Servicio, conforme a los requisitos legales en vigor, y participar en las actividades correspondientes para garantizar la defensa y la seguridad nacional, pero no es un imperativo" aclaró.
A mediados de julio, ya hubo enfrentamientos en la zona que separa la región azerí de Tovuz de la provincia armenia de Tavush, cerca de Georgia, a varios cientos de kilómetros de Nagorno-Karabaj, que es desde 1988 un punto de disputa entre Armenia y Azerbaiyán.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada república. El conflicto vivió una escalada de violencia en abril de 2016 y, si bien se logró pactar un nuevo alto el fuego, se siguen registrando enfrentamientos esporádicos en la zona fronteriza.
Para impulsar una solución negociada del conflicto, se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por Estados Unidos, Rusia y Francia. El grupo incluye además a Alemania, Bielorrusia, Finlandia, Italia, Suecia y Turquía, así como a Armenia y Azerbaiyán.
La OTAN instó a las partes en conflicto en Nagorno-Karabaj a cesar "de inmediato" las hostilidades. "La OTAN está profundamente preocupada por las informaciones sobre hostilidades militares a gran escala a lo largo de la Línea de Contacto de la zona de conflicto de Nagorno Karabaj", indicó la OTAN en una declaración oficial atribuida al representante especial de la alianza para el Cáucaso y Asia Central, James Appathurai.
"Las partes deben cesar de inmediato las hostilidades que han causado ya víctimas civiles. No hay solución militar a este conflicto. Las partes deben reanudar las negociaciones para lograr una resolución pacífica. La OTAN apoya los esfuerzos del Grupo de Minsk” explicó.