COMO el paso del tiempo, los contagios y fallecimientos por el coronavirus no se detienen. Desde que el pasado 11 de enero cuando China registraba oficialmente el fallecimiento por ese vector infeccioso a hoy son un millón de personas que perdieron la vida por la desconocida enfermedad.
El Sars-CoV-2, virus responsable del covid-19, se propagó en un primer momento rápidamente en China, en particular en la provincia de Wuhan, donde fue detectado en diciembre. Y, tan solo en un mes, ese gigante asiático registró mal de mil decesos, un balance más grave que el que dejó el SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que circuló en Asia en 2002-2003, y que fue fatal para 774 personas.
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Pero ese era solo el comienzo de una pesadilla sanitaria global, ya que a comienzos de febrero el virus saltó las fronteras chinas para iniciar un viaje tan acelerado como impensable por el planeta que literalmente lo llevó a encerrarse durante meses, la primera ‘arma’ efectiva para evitar que el mal fuera mayor.
Hoy el mundo registra 33 millones de contagios (de los cuales se ha recuperado el 67,5%) y un millón de fallecimientos por el Covid, con el agravante de fuertes rebrotes en varios países, la gran mayoría europeos y la amenaza de volverse más letal ante el relajamiento en algunas medidas claves como el uso del tapabocas y el aislamiento social.
Precisamente el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que los decesos por el coronavirus podrían duplicarse en el mediano plazo y alcanzar los dos millones si no se mantienen medidas para evitar la propagación del virus.
"Un millón es una cifra terrible y tenemos que reflexionar sobre ello antes de empezar a considerar un segundo millón", dijo el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, cuando se le preguntó cuánto más podría aumentar el número de muertes, al tiempo que agregó que “si no tomamos esas acciones (sanitarias y sociales) observaremos ese número y tristemente uno mucho más alto", advirtió.
Vale recordar que las cifras que a diario se divulgan en organizaciones que hacen un seguimiento a las estadísticas de la pandemia como el Instituto John Hopkins, Worldometer y Coronvirusapp, entre otras, si bien son cifras oficiales ya que las reportan los diferentes gobiernos o territorios (varían entre 280 y 300) sin duda están muy debajo de las reales, debido a que solo se diagnostican una parte de los casos.
Desde hace meses dos gigantes en población y territorio están como los de mayor afectación global por el virus: Estados Unidos que a hoy supera los siete millones de casos, más de una quinta parte del total de enfermos, a pesar de representar sólo el 4% de la población mundial y Brasil, el más impactado por el virus en Latinoamérica con cerca de 4,7 millones de casos. A estos desde hace un mes se sumó otro gigante, India, que alcanzó los 6 millones de contagios.
"Un millón es una cifra terrible y tenemos que reflexionar sobre ello antes de empezar a considerar un segundo millón", dijo el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan
Así, estos tres países concentran el 54.4% de los contagiados globales por el Covid y el 44.3% de las defunciones (más de 443 mil).
En toda Europa, hay más de 229.000 fallecidos y se multiplican las señales de alarma ante la explosión de contagios, el incremento de los decesos y la situación crítica de algunos hospitales. Todo ello coincide además con la llegada del otoño, un terreno que se cree más propicio para todos los virus.
En América Latina y el Caribe se registran ya más de 332.000 fallecidos y nueve millones de contagios. Dentro de la región, como reseñamos, Brasil, con 210 millones de habitantes, es el más castigado, con 4,7 millones de infecciones y unas 140.000 muertes por covid-19, una cifra de decesos solo superada en el mundo por Estados Unidos (208.500).
Si el estado de Río de Janeiro fuera un país, tendría la segunda tasa de mortalidad más alta del mundo, con 104 decesos por cada 100.000 habitantes.
Entre tanto, el continente africano, donde se proyectaba una ‘explosión’ del coronavirus parece haber evitado la misma, aunque muchos expertos aseguran que las cifras no son fiables ya que además de ser una región muy extensa, en la mayoría de ésta las condiciones sanitarias son precarias o inexistentes.
Sin embargo la OMS destacó el hecho de que África haya logrado evitar la "propagación exponencial" de la epidemia del nuevo coronavirus en el continente.
"La transmisión del covid-19 en África se ha caracterizado por un número relativamente menor de infecciones, que ha disminuido en los últimos dos meses", indicó la dirección regional de la OMS, con sede en Brazzaville, el pasado viernes.
En el mismo agrega que "desde el 20 de julio, la región ha experimentado una disminución sostenida de los nuevos positivos al virus En las últimas cuatro semanas se han notificado 77.147 nuevos casos, frente a 131.647 en las últimas cuatro semanas", explicó la OMS.
"Algunos de los países más afectados, entre ellos Argelia, Camerún, Costa de Marfil, Etiopía, Ghana, Kenia, Madagascar, Nigeria, Senegal y Sudáfrica, han visto disminuir semanalmente las infecciones en los últimos dos meses".
La OMS estima que "la baja densidad de la población y el clima cálido y húmedo contribuyen probablemente" a estos buenos resultados.
La pandemia en África afectó sobre todo a los jóvenes, mayoría en el continente. "Alrededor del 91% de los casos de infección por covid-19 en el África subsahariana corresponden a personas menores de 60 años, y más del 80% de los casos son asintomáticos".
Colombia
El viaje del coronavirus inició oficialmente en nuestro país el 7 de marzo cuando se detectó a la paciente cero, una joven de 19 años que acaba de llegar de Italia. De ese primer caso, al segundo informado no pasaron sino unos días y al otro extremo, en Cartagena, con una pasajera de un crucero.
Sin embargo, dos semanas después, se conoció del primer fallecimiento por el Covid. Se trató de un taxista de la capital de Bolívar que había transportado a unos turistas italianos días atrás y cuando comenzó a enfermar creyó que era una gripa. Su estado de salud se deterioró rápidamente y falleció sin saber que había adquirido el coronavirus.
De entonces a hoy, el viaje del Covid se ha dado a lo largo y ancho del país, registrando las semanas más críticas tanto por los contagios como por los fallecimientos entre la segunda quincena de julio y la primera de agosto. Ese habría sido el pico de la pandemia, ya que desde ese momento los registros comenzaron, lento pero sostenido, a la baja.
Y aunque esa situación se mantiene, el viernes se superaron los 25 mil fallecidos, una cifra muy distante a las proyecciones iniciales pero tan preocupantes como impensable para el común de los colombianos.
Con evidencia médica y científica se ha demostrado que la mayor letalidad está concentrada en las personas de 65 años o más, básicamente por las comorbilidades que padecen al momento de adquirir el virus, ya que el proceso infeccioso que éste desarrolla lleva a una insuperable falla multifuncional.
Como bien lo ha reiterado el ministro de Salud, Colombia al igual que la mayoría del mundo se encuentra en una “meseta epidemiológica” de la cual puede salir en cualquier momento si no se mantienen las medidas sanitarias adoptadas, las que han demostrado ser una barrera eficaz contra el Covid.