Los deseos del actual gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, de presentarse a una reelección para continuar por otro periodo al frente de la institución, quedaron despejados por la decisión de la Corte Constitucional que falló positivamente una demanda contra la ley de retiro forzoso a los 70 años. El alto Tribunal estableció que esta edad de salida obligatoria no aplica para los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República.
Para el próximo diciembre, cuando se decida si continúa o no, Echavarría ya tendrá 70 años. Sin embargo, esa decisión no quiere decir que se acaben los deseos del Gobierno de colocar al actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, como nuevo gerente pero sí complica esa aspiración.
Para auscultar este objetivo del Gobierno no es sino apreciar el fallo de la Corte. La decisión se tomó en la Sala Plena de forma unánime, con ocho votos. En el caso estaba impedida la magistrada Cristina Pardo, ya que cuando fue secretaria Jurídica del gobierno de Juan Manuel Santos participó en designaciones de algunos miembros para el Banco de la República.
El alto Tribunal evaluó una demanda contra el artículo 1 de la Ley 1821 de 2020 que establece que la edad de retiro forzoso de los funcionarios públicos es de 70 años. Según la demandante, una abogada administrativa, esta norma vulneraba la Constitución al incluir a los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República. Y la Sala Plena, con ponencia del magistrado José Antonio Lizarazo, le dio la razón.
Condiciones
La decisión de la Corte es importante porque, de haber determinado que el retiro forzoso también aplicaba para el gerente del Banco, Juan José Echavarría, quien ha estado por cuatro años al frente de esta entidad, no podría ser reelegido en el puesto ya que él cumple 70 años.
Echavarría aspira a volver a ser nombrado en la gerencia del Emisor en diciembre de este año, cuando termine el primero de los tres periodos a los que puede aspirar en este cargo.
Así las cosas, con la interpretación que hizo la Corte Constitucional de esta norma, se despeja el camino para que Echavarría -quien fue elegido en ese cargo en el gobierno de Juan Manuel Santos- pueda volver a ser designado en su puesto.
Sin embargo, al que aparentemente se le truncarían las aspiraciones sería al ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, quien, aunque no lo ha dicho públicamente, supuestamente sonaba como un candidato para reemplazar a Echavarría. El ministro hoy es el presidente de la Junta Directiva del Banco de la República, y aunque podría aspirar a la gerencia tendría que enfrentarse con Echavarría.
Ante la Corte y en concepto del Ministerio de Justicia del actual Gobierno -que, según los rumores, quería que Carrasquilla quedara en la gerencia de esta importante institución- aseguró en su concepto que el retiro forzoso también debía aplicar para los directivos del Banco de la República para garantizar el derecho a la igualdad.
Pedido
En cambio, la Junta Directiva del Banco de la República le había pedido a la Corte Constitucional declarar que a ellos no se les debería aplicar el retiro forzoso ya que esa situación podía afectar la autonomía de esta entidad, que es independiente del Gobierno.
En una carta firmada por los codirectores Gerardo Hernández, Carolina Soto, Roberto Steiner y Ana Fernanda Maiguashca, queda sentada la posición del grueso de la actual Junta Directiva: “La decisión de establecer una edad de retiro forzoso a los miembros de la Junta Directiva del Banco de la Republica quebranta la regla constitucional establecida”.
De hecho, agregan los codirectores que la Ley va más allá y limita la posibilidad de que candidatos “muy buenos que tengan más de 60 años puedan ser designados por el Presidente de la República”.
“En uno y otro caso, la edad se convierte en una de las consideraciones para hacer un nombramiento cuando, dada la naturaleza de su cargo, la única consideración debería ser la idoneidad”, expresaron los codirectores.
De mantener la autonomía de los miembros de la Junta, Echavarría podría buscar su reelección, la cual queda en manos de sus compañeros que están divididos por Ana Fernanda Maiguashca, muy cercana al ministro Alberto Carrasquilla. Sin embargo, fue elegida en la Junta Directiva durante el gobierno Santos. Otros que hicieron parte de dicha administración son: Gerardo Hernández, exsuperintendente Financiero y Carolina Soto, exconsejera para el sector privado.
Pero la intención es continuar con la tradición del Banco Central y durar 12 años en la gerencia como sus antecesores José Darío Uribe y Miguel Urrutia. No se debe olvidar que Echavarría se posesionó en el Emisor el 4 de enero de 2017.
Sin embargo, se conoció que hay mucha presión por parte del Gobierno nacional, interesado en dejar en ese cargo al actual ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
Percepción
Esta posibilidad, sin embargo, no es bien recibida por los mercados y calificadores de riesgo. Una fuente cercana a una de las firmas señaló que “lo grave con este nombramiento es la repercusión que tendría en los mercados financieros, debido a una intervención del Gobierno y de forma tan cercana, además porque uno de los principios del Banco de la República es su independencia. Ese nombramiento de Carrasquilla resultaría grave en términos de credibilidad”.
La demanda fue presentada desde el 23 de agosto del año pasado en la Corte Constitucional, por Adelaida Ángel Zea, decana de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario. En la misma, la demandante argumenta que “pone en peligro la independencia del Emisor pues, en caso de retiro forzoso, el Presidente de la República (quien nombra a los codirectores, que a su vez eligen al Gerente) tendría la potestad de inclinar la balanza de la Junta hacia su línea de política monetaria”.
En los mercados se conoció que aunque el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla es el presidente de la Junta Directiva del Banco y desde el inicio del gobierno de Iván Duque se está buscando la elección como gerente del Emisor, este deseo es incluso en contra de sus propios criterios. Él mismo en 2004, consideró que los ministros de hacienda, deberían estar “impedidos para ejercer la gerencia del Banco”.
Salomón Kalmanovitz, quien de 1993 a 2005 fue codirector del Banco de la República, señaló en un escrito que “son muy graves las implicaciones de que el Banco Central quede en manos del Gobierno: puede abusar de la emisión para financiarse y, aún si no lo hace, pierde su reputación frente a la comunidad internacional. Las calificadoras de riesgo redujeron la nota de Colombia en abril pasado y está a punto de perder el grado de inversión, lo cual elevará los intereses que debemos abonar por una deuda cada vez más gravosa. Las agencias habían percibido de manera crítica que Carrasquilla manipulara la regla fiscal para saltársela y por eso redujeron la calificación de la deuda colombiana a BBB-“.
Asegura que “hoy, la independencia está en riesgo por las maniobras de enroque que hizo el ministro Carrasquilla al trasladar a Juan Pablo Zárate de la Junta al Viceministerio de Hacienda y reemplazarlo con un allegado suyo, con lo cual se ganó un voto favorable al Gobierno, considerando que a Zárate se le vencían sus periodos el 1 de enero de 2021. Con Zárate de viceministro y Carrasquilla en la gerencia del Emisor, habría una colusión monstruosa de intereses personales sobre la política económica del país. Además, en enero de 2021 el Gobierno nombrará a otros dos codirectores, con lo cual Carrasquilla concentraría aún más poder dentro del Banco”.