Colombia salió y ganó con contundencia en el Metropolitano durante la primera fecha de las eliminatorias rumbo a Catar 2022, eso no se puede negar, un 3-0 frente a Venezuela significa que empezamos con pie derecho el largo camino al Mundial.
Pero en ningún momento nos podemos dejar deslumbrar por el resultado abultado, ojo que con esto no estoy diciendo que el equipo haya jugado mal, que el técnico haya hecho mal su trabajo o que el resultado no sea bueno, a lo que voy es que Colombia hizo lo que estaba obligado a hacer. ¿Cómo así?, ¿obligado?
Sí, la Selección Colombia para este enfrentamiento era infinitamente superior a su similar de Venezuela, hombre a hombre Colombia tenía más experiencia y ritmo, hasta el técnico que por lo que vimos durante el parón, parecía que no trabajaba tenía más experiencia y conocía más a los jugadores que su colega y compatriota al frente de la selección patriota.
Mejor dicho, Colombia ante Venezuela no tenía que ganar sino golear y gustar, era la responsabilidad ante la situación, los jugadores colombianos venían con más ritmo, todos andan en ligas competitivas, son titulares con sus equipos y los que no, son suplentes de lujo como es el caso de Luis Fernando Muriel que terminó siendo la gran figura al anotar dos goles de los tres, mientras que los venezolanos no vienen de equipos top, muchos no están jugando o están sin club como es el caso de Juan pi Añor, por dar un nombre. La situación era clara, había que aprovechar todas las ventajas que daba el equipo rival y ganarle.
Los jugadores cumplieron, no se complicaron, jugaron a lo que ellos saben, James estuvo estupendo, fue una máquina, pases limpios, seguros, cambios de ritmo, fue el director de la orquesta. Jefferson Lerma estuvo espectacular, todos pedían a Jorman Campuzano, que también es un gran jugador, pero los que lo pedían seguramente no se toman el tiempo de ver la segunda división del fútbol inglés, en donde Lerma con el Bournemouth destila talento, qué jugador importante es Lerma, apoya en defensa, en ataque es contundente y por supuesto, acompañado de Wilmar Barrios que si se le podría dar un apelativo sería el del ninja del medio campo, silencioso, pero efectivo, es rápido, es contundente, recupera y entrega, en el fútbol ruso le han dado las herramientas necesarias para mejorar su performance y dedicarse netamente a lo que tiene que hacer. El medio campo con estos tres hombres está bien cuidado, rinden en ataque y en defensa.
Mejor dicho, Colombia ante Venezuela no tenía que ganar sino golear y gustar, era la responsabilidad ante la situación, los jugadores colombianos venían con más ritmo, todos andan en ligas competitivas, son titulares con sus equipos y los que no, son suplentes de lujo como es el caso de Luis Fernando Muriel.
En el ataque Luis Muriel estuvo estupendo, dos goles, uno de ellos de antología, Duván Zapata, cumplió con lo que tenía que hacer, marcó un gol con la firma de la casa, centro de Cuadrado al área chica y Duván se estiró cual largo es para empujarla con el pie, Cuadrado hizo lo que debía, se asoció bien con Medina y atacó, se proyectó por la banda, no quiso ser protagonista y eso le ayudo bastante, nunca hizo una de más y eso hay que aplaudírselo, esto habla de la comunión que hay entre los jugadores.
En defensa hay que resaltar por su buen comportamiento a Mojica, el recién llegado al Atalanta de Bérgamo cumplió en defensa y fue importante en ataque, Stefan Medina llegó a reemplazar a Santiago Arias que sufrió una escalofriante lesión de la cual esperamos salga pronto y se encuentre bien, Medina hizo su trabajo, silencioso defendió de manera feroz y cuando el partido y el tiempo lo permitieron se aventuró al ataque. Yerry Mina y Davinsón Sánchez son garantía de seguridad, los nacidos en Guachene hicieron su trabajo. Camilo Vargas, estuvo monumental salvo todo lo que le dispararon, hizo las veces de líder de la defensa se erigió como lo que es un gran arquero, el arco no extraño a David Ospina, porque Camilo hizo el trabajo, inclusive mejor que el que normalmente es titular.
Ahora, aunque Venezuela no significaba una gran amenaza para Colombia, por razones ya explicadas, por pasajes del partido llegó a complicar a la defensa colombiana, lograron que se confundieran, que no tuvieran claridad y orden, si bien no fueron sino ataques estériles por la buena actuación de Camilo Vargas se demuestra que un equipo con más rodaje y experiencia nos puede llegar a complicar. Claro, la premisa dice que cuando se gana todo está bien, pero no podemos hacernos los ciegos antes los problemas evidentes, grandes o pequeños; están y hay que mejorar.
Ahora, aunque Venezuela no significaba una gran amenaza para Colombia, por razones ya explicadas, por pasajes del partido llegó a complicar a la defensa colombiana, lograron que se confundieran.
El planteamiento
El planteamiento del técnico como se los dije la semana pasada fue un 4-3-3 en donde mandó a James como extremo; sin embargo, el 10 terminó haciendo lo que le gusta a él armar el equipo, si el técnico chistó o no, no lo sabemos, pero que puede decir sí se ganó y con contundencia. Aparentemente, el 4-3-3 que como decía Johan Cruyff “es una buena fórmula, sobre todo, para los jugadores jóvenes, ya que este sistema comporta que haya espacio para todos. El terreno de juego parece que se abra. La disposición de los futbolistas sobre el terreno de juego permite que los chicos o chicas menos talentosos se puedan permitir el lujo de tocar balones que no se pierdan enseguida por la proximidad de un jugador rival.
Así se consigue que su confianza no se vea minada y pueda seguir trabajando en la mejora de todos los aspectos del juego de cara al partido. Pero no solo esto. El fútbol con dos extremos es ideal para el proceso de aprendizaje porque además permite, de una manera natural que los jóvenes se vean confrontados con todos los aspectos del juego”. Funcionó frente a Venezuela.
Ojo que con este marcador no nos podemos ilusionar ni pensar que tenemos material de campeones del mundo le ganamos a Venezuela, que con respeto por los hermanos venezolanos llegaron diezmados, vapuleados y con bajas sensibles, mejor dicho no nos podemos creer campeones del mundo por haber ganado, hay que seguir jugando y ganando, mañana nos mediremos ante un equipo que tiene más trabajo, jugadores más experimentados, con fuerza física y mental, con lo que compiten a nivel internacional; mejor dicho como calentamiento, como entrenamiento la victoria ante Venezuela estuvo bien, ante Chile es el verdadero examen para Carlos Queiroz, los jugadores que tenemos son excepcionales, ahora le toca al técnico demostrar su sapiencia y experiencia, para salir a ganarle a Chile, montando un equipo digno de la capacidad de sus jugadores y lo suficientemente efectivo para ganar.
Claro, esto es fútbol y es la dinámica de lo impensado, en la ecuación siempre está perder, empatar o ganar, pero siempre hay que salir a vencer, es la responsabilidad del técnico si quiere demostrar su nivel y compromiso.
Ojo que con este marcador no nos podemos ilusionar ni pensar que tenemos material de campeones del mundo le ganamos a Venezuela, que con respeto por los hermanos venezolanos llegaron diezmados
Colombia hizo lo que estaba obligado a hacer, ganar ante Venezuela, no podíamos dejar escapar esos 3 puntos que eran prácticamente un regalo, era cuestión de trámite, ahora ante Chile viene el gran examen, si se muestra la misma calidad, rendimiento y experiencia de los jugadores seguramente seguiremos por buen camino.
Una última cosa, el 9 y el 10 siempre tienen que estar juntos, no separados; el capitán Falcao tiene que jugar con su compadre, con su compinche, con su amigo James, porque los dos se entienden, porque el 10 tira la pelota a donde el 9 y