Los habitantes de París tendrán que respetar un toque de queda que inició hoy para intentar frenar una pandemia que avanza de forma descontrolada en Europa y obliga a adoptar restricciones en otros países como España, donde todos los bares de Cataluña cerraron durante 15 días.
La situación también es crítica en Alemania, un país considerado ejemplar en su gestión de la primera ola, que ve cómo los contagios aumentan significativamente. Sin embargo, un tribunal de Berlín anuló la obligación de que los bares y restaurantes de la capital alemana cierren entre las 23 y las 06 horas, por considerarla desproporcionada y estimar además que "no era evidente" que ayude a luchar contra la pandemia.
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La justicia alemana había sido solicitada por una decena de propietarios de bares y restaurantes, que se sienten especialmente perjudicados por las medidas decretadas por el gobierno.
La misma indignación y frustración del gremio se respira en París o Barcelona.
En Francia, el toque de queda que obligará a que la vida se paralice entre las 21 y las 06 horas durará al menos un mes y afectará a alrededor de 20 millones de personas en París y otras ocho ciudades, como Marsella o Lille.
Solo se podrá circular en casos excepcionales en los que será necesaria una autorización y si se comete una infracción se deberá pagar una multa de 135 euros.
En las últimas 24 horas, Francia contabilizó 30.000 nuevos casos de coronavirus y 88 muertes.
"Es aterrador. Siento que vuelvo a marzo", resumió Hocine Saal, jefe del servicio de emergencia del hospital de Montreuil, a las afueras de París.
Estas medidas gubernamentales quieren evitar un reconfinamiento generalizado en Europa, donde ya se superaron los 7 millones de contagios y las 247.000 muertes.
En la mayor restricción a la vida privada impuesta actualmente en Europa, los nueve millones de habitantes de Londres no podrán reunirse con familiares y amigos en espacios cerrados a partir de hoy.
En Irlanda del Norte entraron en vigor medidas, que incluyen el cierre de pubs y restaurantes durante cuatro semanas.
En este contexto, el sector del transporte aéreo se prepara para un duro invierno. Las reservas para el último trimestre anuncian un fin de año más que sombrío, con una caída del 78% con respecto al año pasado, según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo.
En América latina y el Caribe, la región más enlutada del mundo con más de 375.000 decesos y de 10,3 millones de contagios, Perú comenzó a abrir museos y sitios arqueológicos.
Este país de 33 millones de habitantes tiene la mayor tasa de mortalidad proporcionalmente a su población (104,11 decesos por cada 100.000 habitantes).