Tras la jornada de paro adelantada el miércoles, los análisis se limitaron a reseñar lo obvio .que la protesta se desarrolló en forma pacífica-. Sin embargo, lo acontecido refleja algo más: las preocupaciones de la ciudadanía son otras.
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Ya se sabe que cuando se presentan alteraciones de orden público es porque un reducido número de agitadores se mezclan con quienes protestan para pescar en río revuelto, pero también se ha visto cómo los peligros se multiplican cuando es grande la cantidad de ciudadanos movilizándose por las calles; así que no hay que pasar por alto que la participación en las marchas de esta semana no fue masiva.
Preocupaciones
Aunque es claro que siguen vigentes las reivindicaciones políticas y sociales levantadas a partir el año pasado por el Comité Nacional de Paro, desde el punto de vista de las organizaciones que lo integran, principalmente orientadas por ideas de izquierda, las encuestas muestran que los problemas que más preocupan a los colombianos son la salud y la estabilidad económica.
Los sondeos han detectado que más del 60% de los colombianos se muestra altamente preocupado por la pandemia, en tanto que casi el 80% atestigua que el Covid-19 les afectó su economía de manera importante.
Al detallar las mayores preocupaciones de los núcleos familiares, los estudios de opinión encontraron que a los consultados les inquieta específicamente la estabilidad laboral, la economía, las deudas, el crimen y la salud.
Como lo ha publicado EL NUEVO SIGLO, cifras divulgadas el martes por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) dieron cuenta que la actividad económica tuvo una mayor caída en agosto que en julio, afectada especialmente por los confinamientos más estrictos ordenados en ciudades como Bogotá, pero en septiembre la contracción podría reducirse.
Según el DANE, el Indicador de Seguimiento de la Economía (ISE) cayó 10,63% en agosto frente al mismo mes del año pasado, y 1,19% frente a julio. En los ocho meses corridos del año, la economía cae 8,1%. De julio a agosto, el grupo de actividades en el que están la construcción y la industria logró crecer, y lo hizo en 3,04%.
Por supuesto que las cifras macroeconómicas se expresan en el día a día, como lo pueden certificar quienes perdieron su trabajo en Bogotá, donde la tasa de desempleo en Bogotá fue de 20,5%, es decir, 3,7 puntos porcentuales más alta que la tasa de desempleo a nivel nacional, que se ubicó en 16,8%, tal como lo reveló el miércoles un informe de la Veeduría Distrital sobre el efecto de la pandemia en el mercado laboral, que mostró como el golpe fue más duro todavía para las mujeres: en el trimestre junio-agosto la tasa de ocupación de los hombres se ubicó en 56,7% y la de las mujeres en 40%, o sea que la brecha registrada en la ocupación de ambos géneros fue de 16,7 puntos porcentuales.
Afortunadamente algunas noticias son menos negativas que otras, porque en vista de la reducción de los ingresos y del prolongado periodo de cuarentena estricta, el 72% de los colombianos aumentó su gasto en los pequeños negocios desde el aislamiento, de acuerdo con los resultados de otras encuestas, que anotan cómo el 96% de los colombianos apoya, a través del consumo, a los pequeños negocios de sus barrios y comunidades para que puedan superar esta situación.
Por cierto, precisamente ayer el presidente Iván Duque sancionó la Ley por medio de la cual se extienden hasta marzo los beneficios del Programa de Apoyo al Empleo Formal (PAEF).
“El PAEF es una realidad, el PAEF no es teórico, el PAEF no es un invento de momento, es la mejor respuesta que se ha podido diseñar para atender a más de 3 millones de trabajadores en medio de una circunstancia para la cual el mundo no estaba preparado. Nos lo reconocen expertos, la banca multilateral y muchos estudios, y esto se debe a que fuimos capaces de trabajar en equipo”, dijo Duque.
En cuanto a la salud, ayer el Instituto Nacional de Salud informó que Colombia registró 8.570 nuevos contagios y 172 fallecidos por coronavirus, luego de procesar 51.544 pruebas.
Hace ocho días el ministro de Salud, Fernando Ruiz, explicó que en la situación por la cual atraviesa el país en esta etapa de la pandemia es importante tener en cuenta las medidas de prevención desde casa y tener, a futuro, un sistema basado en ese aspecto y la medicina familiar.
"Esta pandemia ha puesto en evidencia debilidades, pero también fortalezas del sistema de salud colombiano. Si ponemos en la balanza los resultados que hemos tenido hasta el momento en el país, podemos decir que son más las fortalezas. Colombia ha podido responder desde lo asistencial y epidemiológico, crecer en capacidad diagnóstica, de atención y de vigilancia. La respuesta que hemos dado nos muestra esas fortalezas", aseguró Ruiz, explicando además que en cuanto a debilidades tiene que ver con las limitaciones que tienen algunos territorios para el acceso a los servicios, al control y vigilancia.
Jornada de protesta
Ahora bien, no por esto se está soslayando la forma pacífica como concluyó la más reciente jornada del Paro Nacional que en Bogotá se encontró con la finalización de la Minga indígena.
La manifestación, convocada por organizaciones sociales, educadores y líderes estudiantiles del país se movió bajo la consigna “por la vida, democracia, paz y negociación del pliego de emergencia”, tal como lo estipuló el Comité que desde hace casi un año viene convocando las protestas.
Aunque se reportó el bloqueo de varias estaciones de transporte público en diferentes ciudades, las movilizaciones se adelantaron en una calma mayoritaria.
Esmad no intervino en las protestas
La ministra del Interior, Alicia Arango, expresó que “la Minga indígena mostró a los colombianos que sí se puede protestar pacíficamente. Reiteramos la disposición permanente del Gobierno para seguir conversando y resolviendo sus solicitudes en la medida de lo posible”.
La jornada promovió un pliego de emergencia que se desprende en términos generales del que se impulsó hasta comienzos de 2020, cuando la cuarentena obligó a posponer las movilizaciones previstas.
El pasado fin de semana, Diego Molano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), le dijo a este Diario que “hemos sido notificados por el Comité del Paro y por algunas organizaciones sociales que se realizará un paro el próximo 21 de octubre, además de otras actividades para noviembre y diciembre. El gobierno del presidente Duque siempre ha tenido la buena intención de dialogar para encontrar la solución de los problemas sociales”.
Molano recordó que “desde que empezaron las movilizaciones, el pasado 21 de noviembre, el presidente Duque lanzó la Conversación Nacional para dialogar con quienes marcharon. Así que la Conversación Nacional ha dado sus resultados, las organizaciones sociales siguen haciendo sus planteamientos, algunos más políticos que reivindicativos como ha reconocido la misma Minga”.
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Sobre los puntos planteados, Molano anotó que “nosotros debemos ser conscientes que no podemos frenar la reactivación económica. La reactivación se pone en riesgo cuando hay rebrotes y los rebrotes se dan cuando hay aglomeraciones sin protocolos de bioseguridad. El riesgo se da cuando hay propuestas políticas que tienen vinculación desde la generación de odios y propuestas que son inalcanzables. O cuando organizaciones criminales como son las disidencias de las Farc o del Eln que buscan infiltrarse en las marchas pacíficas y muchas veces terminan vandalizando y generando actuaciones violentas como sucedió con los CAI”.
Tal y como sucedió a finales del año pasado, las razones detrás de las marchas son, en gran medida, económicas, con el componente del coronavirus.
El pliego de emergencia fue presentado el 19 de junio al Gobierno por el Comité Nacional de Paro a través de una carta enviada al presidente Duque, en la que le pidieron una audiencia y la designación de una comisión de alto nivel para llegar a acuerdos que recojan respuestas a “las necesidades básicas y urgentes que se requiere para aliviar un poco la grave situación de miseria en que se está hundiendo el pueblo colombiano”.
Entre las organizaciones que hacen parte del Comité y que firmaron el pliego están la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), la Confederación de Pensionados de Colombia (CPC), la Confederación Democrática de Pensionados (CDP), la Unión Sindical Obrera (USO), la Coordinadora de las Organizaciones Sociales (COS), la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles (Acrees), la Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees), la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC).