El 23 de octubre de 1945 empezó a existir oficialmente la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el objetivo de previniera la aparición de conflictos internacionales o resolverlos de manera pacífica, tras las devastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial que había terminado hacía pocos meses.
Cuatro meses antes cincuenta países habían suscrito la Carta de las Naciones Unidas en la ciudad estadounidense de San Francisco que sentaba las bases para la estructuración de la Organización que entraría a funcionar más tarde.
La Conferencia de San Francisco, que comenzó el 25 de abril con presencia de 850 delegados, estaba dividida en cuatro comisiones y 12 comités técnicos para preparar el texto que se debatiría al finalizar la Conferencia, en las sesiones plenarias. Los dos documentos principales que sirvieron de base de este trabajo fueron los derivados de las conferencias de Yalta y Durnbarton Oaks.
El nombre de "Naciones Unidas", acuñado por el Presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, se utilizó por primera vez el 1 de enero de 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, cuando representantes de 26 naciones aprobaron la "Declaración de las Naciones Unidas", en virtud de la cual sus respectivos gobiernos se comprometían a seguir luchando juntos contra las potencias del Eje.
La Carta asigna a la Organización el propósito principal de “mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz”. Asimismo le asigna la responsabilidad de ejecutar medidas para la efectiva difusión, promoción y defensa de los Derechos Humanos.
La Carta, que entró en vigor el 24 de octubre de 1945, intentaba subsanar las falencias que tuvo la Sociedad de las Naciones, ente que con el mismo propósito, había sido creado mediante el Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, pero que fue disuelta al haber sido incapaz de evitar la siguiente confrontación global y tras la entrada en vigor del nuevo organismo para la paz mundial.
Funciones
Desde su fundación la ONU promueve y sirve como mediador en negociaciones y acuerdos para la solución de controversias y desarrolla actividades tendientes al progreso social, bajo el supuesto de que mejores niveles de vida en todo el mundo reducirán las causas de los conflictos y evitarán que escalen a confrontaciones armadas.
La ONU cuenta como órganos principales una Asamblea General, de la que todos los países miembros hacen parte, un Consejo de Seguridad, compuesto por 15 miembros, cinco de ellos permanentes (Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China) y 10 que son elegidos por periodos no simultáneos de 2 años, un Consejo Económico y Social, un Consejo de Administración Fiduciaria, una Corte Internacional de Justicia y una Secretaría general.
Sin embargo también existen órganos subsidiarios y agencias que buscan generar políticas de bienestar en temas específicos, como prevención del hambre, la enfermedad, el analfabetismo y que fomentan los intercambios culturales y educativos para ayudar a forjar relaciones amistosas entre los países y evitar que diversas situaciones problemáticas puedan llevar a hechos de violencia. Entre las agencias más conocidas vale la pena mencionar a la UNICEF, UNESCO, PNUD y la OMS entre otras.
Dag Hammarskjöld, segundo secretario general de la organización, dio que la ONU “fue creada no para llevar a la humanidad al cielo sino para salvarla del infierno”.
El tipo de infierno que Hammarskjöld tenía en mente no era difícil de imaginar a raíz de la guerra mundial y los campos de exterminio de Hitler, y con la sombra de la bomba atómica extendiéndose por todo el mundo.
El papel que jugó la ONU en mantener a raya el Armagedón nuclear divide a los historiadores. Pero hay pocas dudas de que en la vida que ha transcurrido desde que se estableció en 1945 ayudó a salvar a millones de otros tipos de infierno como el de ver morir a niños de enfermedades tratables, la hambruna y la indefensión de los refugiados.
La Unicef ha brindado educación y un camino hacia una vida mejor para millones de niños. Los programas de desarrollo de la ONU fueron fundamentales para ayudar a los países recién liberados del dominio colonial a gobernarse a sí mismos.
Críticas
Aún hoy en sus 75 años, las Naciones Unidas pueden haber sido aclamadas como la gran esperanza para el futuro de la humanidad, pero también han sido descartadas como una vergonzosa guarida de dictaduras. Se ha enfurecido con su abrumadora burocracia, sus encubrimientos institucionales de la corrupción y la política antidemocrática de su consejo de seguridad. Va a la guerra en nombre de la paz, pero ha sido un espectador durante el genocidio. Ha gastado más de medio billón de dólares en 70 años.
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Las tensiones entre los gobiernos occidentales, que ven a la ONU como inflada e ineficiente, y los países en desarrollo, que la consideran antidemocrática y dominada por los ricos, se han extendido por toda la organización a medida que los costos impulsan la reforma.
Incluso teniendo en cuenta la inflación, el gasto anual de la ONU es 40 veces mayor que a principios de la década de 1950. La organización ahora comprende 17 agencias especializadas, 14 fondos y una secretaría con 17 departamentos que emplean a 41.000 personas.
Su presupuesto regular, que se acuerda cada dos años y se destina a pagar el costo de administración de la ONU, incluidas las deliciosas asignaciones diarias que hacen que muchos de sus burócratas estén mucho mejor pagados que los funcionarios públicos estadounidenses, se ha más que duplicado en los últimos dos años.
Pero eso es solo una pequeña parte del gasto total. El mantenimiento de la paz cuesta otros $ 9 mil millones al año, con 120.000 efectivos de mantenimiento de la paz desplegados principalmente en África. Algunas misiones han durado más de una década. Y luego están las contribuciones voluntarias de gobiernos individuales que se destinan a financiar una gran parte del trabajo de socorro en casos de desastre, el trabajo de desarrollo y agencias como Unicef. Se han multiplicado por seis en los últimos 25 años a 28.800 millones de dólares. Y sin embargo, incluso a ese nivel, algunas agencias advierten que están operando al borde de la bancarrota.
Estas críticas mantienen vigente la discusión sobre la necesidad de una reingeniería de la organización y su consejo de seguridad, que la haga más democrática y eficiente. Incluso la canciller alemana, Angela Merkel, criticó en la asamblea del mes pasado el bloqueo ante varios de los principales conflictos de la actualidad y demandó reformas, dejando clara la voluntad de su país de asumir un puesto en caso de que ese órgano se amplíe.
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India, la segunda nación más poblada del mundo también ha presionado para que el consejo de seguridad se expanda para incluir seis miembros permanentes más con derecho de veto, así como varios miembros no permanentes.