En Colombia, el bilingüismo se ha convertido en una herramienta para acceder a mejores oportunidades. No solo se trata de la posibilidad de conseguir mejores ofertas laborales o de crecer profesionalmente, también de poder acceder a los miles de contenidos que se publican en Internet (inglés es el idioma en el que más contenido se encuentra); de disfrutar a mejores artistas (las voces originales de los actores de Hollywood o de los mejores cantantes del mundo están en inglés); o de poder hacer nuevas relaciones (comerciales, personales e incluso familiares) con personas que están radicadas en Estados Unidos o en algunos de los casi 60 países que lo tienen como lengua materna o el casi centenar que lo tienen como una segunda lengua.
Pero, a pesar de todas las ventajas que ofrece, un estudio del Departamento Nacional de Planeación establece que solo el 6,3 por ciento de la población adulta de Colombia maneja una segunda lengua y el 3,4 por ciento se concentra en la capital.
¿Cuáles son las principales dificultades que se les presentan a los adultos profesionales a la hora de aprender una segunda lengua? Para asumir los nuevos retos que presentan en sus contextos personales y profesionales a la hora de aprender una segunda lengua son varios los aspectos que hay que tener en cuenta. Estos son, según Open English, algunos de los principales:
Tiempo. Entendiendo que el adulto seguramente está pasando por su etapa laboral, los horarios en el trabajo y su agitada vida social o familiar no le permiten dedicar tiempo para aprender una segunda lengua. Por eso muchos recurren a la flexibilidad que ofrecen los cursos online con clases las 24 horas.
Dinero. Aprender una segunda lengua no es un gasto, es una inversión, ya que las posibilidades de mejorar los ingresos tras dominar un idioma como el inglés aumentarán exponencialmente. Los adultos mayores suelen ser ya responsables financieramente, así que el ahorro está entre sus prioridades. Se deben revisar todas las opciones antes de tomar decisiones.
Preferencia académica. Si se trata de hacer una inversión para mejorar su calidad laboral, la tendencia errada es escoger estudios que complementen o especialicen la labor y relegar lo que tiene que ver con el aprendizaje de un segundo idioma. Lo ideal es sacar tiempo y dinero para hacer ambas cosas cuanto antes.
Miedo. Creer que no se va a tener éxito aprendiendo el idioma, ganarle a la vergüenza y vencer la frustración al fracaso son fantasmas que por lo general se han construido en el pasado y hay que dejarlos atrás. Una persona con confianza y con una práctica juiciosa y disciplinada no tiene ningún problema para dominar ese nuevo idioma.
Edad. El adulto si bien no aprende como un niño o como un joven, se encuentra en otro modelo de aprendizaje, no de estímulo respuesta sino de objetivo y meta. La plasticidad del cerebro termina de desarrollarse de los 30 a 40 años según Sarah-Jayne Blakemore, neuro-científica del Instituto Cognitivo de Londres, edad perfecta para adquirir nuevos saberes y experiencias determinantes en la vida del hombre.
Método. La dificultad para generar nuevamente un hábito después de haber dejado de estudiar es de las principales auto-objeciones para acceder a un curso de inglés, de ahí la importancia de tener un método a la medida. “Nuestro principal interés es proveer de herramientas a los estudiantes para que su aprendizaje sea acompañado y focalizado en sus áreas de interés, personalizado y en el momento que deseen en las 24 horas del día”, explica Andrés Moreno, CEO de Open English.
Ahora bien, para sobrellevar las constantes auto-objeciones que nos impiden avanzar en esta materia, la forma en que abordas el aprendizaje del inglés marca una gran diferencia en los resultados de tu fluidez verbal. Confía en estos consejos para preparar tu mente para aprender inglés.